"Lo más importante es que (el proceso de reconstrucción) sea participativo".
Gonzalo Blumel
Ministro del Interior
"Mientras la ciudad pasaba por sus momentos más críticos, él (Sharp) decidía viajar a Santiago y capitalizar el momento en prensa".
Pedro Fierro
Dir. de Estudios Fundación Piensa
En medio del temporal que ha desatado la encuesta CEP, la salud se mantiene como tema prioritario. Aparece en segundo lugar del demoledor estudio conocido el jueves, donde en primer lugar se ubican las pensiones, materia estrechamente ligada a la salud.
Focalizando localmente esa inquietud, aparece la exigencia de una rápida materialización del hospital de la provincia de Marga Marga y también plena clarificación de las dudas en la asignación de las obras a la empresa española Acciona.
Las dudas se acentúan cuando el Ministerio de Salud decide mantener el contrato de ejecución con esa entidad, pese al sorpresivo sobreprecio de $12.000 millones en el costo de la obra.
Esta variación motivó un sumario de la Contraloría que, afirma la diputada RN Camila Flores, "deja establecido una serie de situaciones que son a lo menos irregulares". Con todo, la parlamentaria expresa su satisfacción por el acuerdo del Ministerio y la ejecutora que, en teoría, da vía libre a la iniciación del proyecto, cuya primera piedra sería colocada en abril, finalizando la obra en 2023.
La obra, que debió iniciarse en abril de 2014, ha tenido tropiezos variados, algunos de matiz doctrinaria, como la definición de la modalidad de ejecución, ya sea por concesión o por cuenta del Estado a través de licitación del trabajo, camino adoptado. Así, el trabajo quedó bajo tuición del Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota, que dio el esquema de diseño sobre el que operó Acciona, llegando al proyecto con el señalado sobreprecio.
El cuestionamiento de la Contraloría se focaliza justamente en esa variación y en la responsabilidad del Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota, pese a lo que el Ministerio decidió seguir adelante con los hispanos.
Ante el inesperado sobreprecio y el informe de la Contraloría, el alcalde de Quilpué, Mauricio Viñambres, plantea dudas y exigencias. "Como alcalde quiero que este hospital se concrete, pero deben darnos garantías de que esto va a ser así", afirma sosteniendo, derechamente, que no cree los anuncios del ministro de Salud.
Más confiados en los anuncios ministeriales están los alcaldes de Limache, Daniel Morales, y de Villa Alemana, José Sabat, en cuya comuna se levantará el tan necesario y prometido centro asistencial de alta complejidad de 75.000 metros cuadrados con 282 camas de diversas especialidades para atender una población de más de 500 mil habitantes.
Bueno, en la confianza está el peligro, viejo dicho, y para evitar riesgos en una inversión de más de US$ 200 millones hay que resolver las irregularidades detectadas por Contraloría y fijar un estricto cronograma para las obras cautelando su cumplimiento, pues tras las urgencias en salud que señalan los números de una encuesta está el dolor de miles de seres humanos.
Ayer, a las 7 de la mañana, se sintió un regular sacudón de tierra en Valparaíso y Viña, que por fortuna no siguió adelante. Sin embargo, en San Felipe, a la misma hora, hubo un remezón bastante fuerte, que dejó alarmada a la población. Algunos que creen que el Aconcagua es un volcán, temen que estalle y cause mil estragos.
Un llamado a través del diario se hace en particular a los varones que mantengan respeto por las familias que concurren a las playas de la zona, buscando disfrutar del sol y el mar. Las críticas van al lenguaje y, en particular, a los precarios trajes de baños, llamados "entrepiernas", que incomodan a las personas decentes.
En la tarde de ayer llegó a Viña del Mar el vencedor del festival de Benidorm, hermano del Festival de Viña, el español Julio Iglesias. El joven artista trae para el público viñamarino del certamen musical dos de sus composiciones aun inéditas: un rock lento, "No llores mi amor", y otra titulada "Lágrimas tiene el camino".
¿Por qué un grupo de estudiantes secundarios la sabotearon? No es un síntoma, no es la enfermedad, la PSU se cayó por que reproduce y acentúa la segregación del sistema educacional del país; se cayó por que hace años amplios sectores sociales y académicos vienen diciendo que es necesario su reemplazo por una nueva manera de seleccionar a los estudiantes para el ingreso a las universidades, se cayó pues hace meses el Mineduc viene trabajando en una propuesta y nadie sabía; se cayó, pues los estudiantes sienten que nadie los ha escuchado. En definitiva, la PSU se cayó por que el instrumento se agotó y no cumplió su promesa de equiparar la cancha.
La Prueba de Selección Universitaria nació como reemplazo de la Prueba de Aptitud Académica (PAA) con varias promesas o propósitos declarados. Lo digo con franqueza, pues fui parte de los equipos que le tocó anunciarla. La PSU promovió menos discriminación de género, prometió cancha igualada, independiente del colegio en que el estudiante estudiara; y prometió igualar la cancha a los estudiantes de la modalidad Técnico Profesional.
Bajo el supuesto de medir conocimiento curriculares y de centrarse en los contenidos de primero y segundo medio y partiendo de la base de que todos los colegios tendrían desplegada la misma cobertura curricular, se suponía que todos y todas iban a tener las mismas posibilidades. He aquí la razón por la que se cayó la PSU, se cayó porque no reparó lo que dijo que se corregiría.
Si no existe una educación no sexista y promotora de la igualdad de género, nunca un instrumento de evaluación dará iguales oportunidades a todas y todos, y hoy nuestro sistema educativo es sexista en muchos aspectos. Se ha mejorado, sí, pero absolutamente insuficiente.
Si existen colegios que no logran el 50% de la cobertura curricular año a año, por las razones que sea, es imposible que las y los estudiantes de esos colegios rindan una PSU o cualquier prueba de selección satisfactoriamente.
Desde el punto de vista técnico, estas son las razones por las cuales se cayó la PSU, pero se cayó, además, pues no hay valoración social de ella y lo que no se valora no se respetan. No creo en teorías conspirativas respecto de esta situación, acá lo que sucedió es que un instrumento muy cuestionado no logró ser sostenido por la institucionalidad.
El aprendizaje acá, y espero los tomadores de decisiones hayan escuchado el mensaje, es que la construcción de un nuevo mecanismo debe ser legítimo. Para que así lo sea, debe ser participativo; y para que sea participativo, debe incluir a todas y todos.
Hay diversas maneras en el mundo para resolver el paso de la vida escolar a la universitaria, todas tienen pros y contras. Hay países con pruebas estilo PSU, hay otros con sistemas propios de cada universidad y otros con ingreso a planes de formación y nivelación de forma de acceder al segundo año con selección en base a su rendimiento. Lo que se construya tiene la necesidad de asegurar legitimidad y para que esto sea así, debe ser de cara a la actores sociales y con la más extensa y profunda participación posible.