Claudio Ramírez
Desde que el alcalde Mauricio Viñambres (PS) anunció públicamente que no postularía a un nuevo periodo al frente de la municipalidad de Quilpué comenzaron a definirse los nombres de los candidatos a sucederlo.
En ese marco, en el seno de la colectividad a la que pertenece el jefe comunal también existen nombres propios que podrían tomar el mando. Uno de ellos es Luis Basáez, doctor y director de Salud de la Corporación Municipal de la Ciudad del Sol, que deberá competir en la interna con aspirantes como la directora de Dideco, Claudia Espinoza, y el exseremi de Bienes Nacionales y Minvu, Rodrigo Uribe.
"Somos amigos, y por el cargo que tengo es mi jefe, pero tenemos nuestras diferencias respecto a cómo manejamos algunas cosas. Para ser más concreto, no somos lo mismo", comenta, sobre el actual alcalde, el médico internista y anestesiólogo de 64 años, que entre 1998 y 2003 fue director del Hospital de Quilpué.
- ¿Si resulta electo, qué sello le gustaría darle a su administración?
- Creo mucho en la participación y pienso que al municipio le falta un poco que su estructura presupuestaria este más trabajada con la ciudadanía en general, y que no sea algo que se haga en una oficina con expertos en la materia, pero que no necesariamente da cuenta de las necesidades de las personas. Hoy día de por medio hay una consulta ciudadana en que participaron más de 40 mil personas, donde se señalaron cuáles eran los elementos más relevantes que, a juicio de las personas, son los que la municipalidad debe priorizar o resolver.
- O sea la participación para usted es clave.
- Esa es la manera que me gusta a mí. Mucha participación y con los ciudadanos incorporados en las decisiones presupuestarias, es decir, en dónde vamos a colocar los recursos que la municipalidad hoy día genera.
- Entonces, si usted resulta electo buscaría darle forma a los requerimientos de la gente expresados en la consulta ciudadana.
- Exactamente, pero con la gente, la misma que en esa consulta dejó en claro sus requerimientos respecto a temas como salud, seguridad y el medio ambiente, entre otros. Las prioridades están claras en ese sentido. Por ejemplo, en Quilpué no existe un parque. Entonces me gustaría que hubiese uno de carácter familiar, un lugar donde haya tranquilidad, buen ambiente y donde los fines de semana la gente pueda hacer vida de familia.
- Uno de los tópicos recurrentes en la consulta fue la salud. ¿Qué opina usted como profesional del área?
- Es un tema donde el Estado está al debe y la municipalidad, de alguna manera, tiene que participar. Esto apunta a generar mejores condiciones de salud de las que tenemos hoy. Nosotros estamos encargados de la atención primaria y eso significa, y es algo que la gente tiene claro, que por ejemplo no existe la suficiente cantidad de medicamentos para los requerimientos de la población ni existen las suficientes horas profesionales, fundamentalmente las horas médicas.
- ¿Cómo ve las opciones de que su sector político mantenga la administración de la municipalidad?
- Pienso que la situación política hoy día es compleja y hay formas distintas de mirarla, y veo que hay bastante interés de participar en las elecciones y definir quién los va a representar. Yo más que hablar algo malo del resto, pienso que hay que centrarse en lo que son las fortalezas o garantías propias. Llevo trabajando más de 30 años en el hospital, incluso fui director por cinco años y fue el único tiempo en que estuvo financiado, sin deuda. No tengo nada que ver con malversación de fondos o con corrupción.
temas ciudad
- Usted habló de salud, ¿qué le parece el proceso por el que atraviesa la construcción del hospital de Marga Marga?
- Esa es la historia de nunca acabar, de cómo el Estado maneja la salud. Se hacen ofertas, se crean expectativas y la gente queda con la esperanza de que se le van a resolver los problemas y eso no sucede. Ese proyecto tiene una década y, claramente, el actual hospital no da abasto.
- ¿Qué destino le daría al actual hospital?
- Esto lo hemos conversado muchas veces y pienso que sería muy bueno hacer un hospital clínico. Esto significa conservar la unidad de emergencia porque va a quedar un poco a trasmano en Villa Alemana; y hacer un centro de diagnóstico especializado. La idea es que sea un hospital clínico con participación de las universidades, por ejemplo. Esa es nuestra propuesta.
-Uno de los objetivos del municipio era lograr el soterramiento del Merval en la comuna, ¿ su idea es seguir apuntando hacia eso?
- En Quilpué una de las cosas que faltan son servicios para que se pueda desarrollar una vida más tranquila. Hoy, concretar la idea de que el trazado sea subterráneo y liberar la superficie para otro tipo de obras, como carreteras y otras que se requieran en la comuna, es muy relevante.
- ¿El Belloto debe ser comuna?
- Lo que pasa, en general, es que los bellotinos también tienen su espíritu propio y quisieran que fuera comuna. Cuando uno habla desde la participación es un tema que hay que definir con las personas y explicarles. Hay muchos que piensan que siendo comuna van a llegar más recursos y eso no es tan así. Entonces, ya con una ciudadanía bien informada tomar una definición. Si la decisión es crear la comuna lo hacemos y trabajamos para aquello. Lo relevante, insisto, es que la población disponga de todos los elementos para tomar una resolución informada. De lo contrario, podemos llevarnos otra sorpresa.
-Hubo varios episodios en la comuna que generaron un largo debate como el plan regulador y la planta de transferencia en la Villa Olímpica, ¿cómo vio el desarrollo de esos temas?
- Vuelvo a insistir que yo creo que el plan regulador, aunque digan lo contrario, se hizo con poca participación, con poca información a la ciudadanía. Y lo que pasa cuando uno no tiene información es que se especula mucho y se empiezan a generar ideas con argumentos que no son tan efectivos. Pienso que el plan regulador conservó las áreas verdes, que es algo importante para la ciudad, y limitó el número de construcciones.
-¿Y en relación a la planta?
- Respecto a eso hay muchas experiencias en el mundo (...) En Japón, por ejemplo, hay mucha basura convertida en calefacción para las casas. Creo que hay que darle un poquito más de vuelta a ese tema y ver cómo el recoger la basura puede traer de vuelta algún beneficio para la población.
"Creo mucho en la participación y pienso que al municipio le falta un poco que su estructura presupuestaria esté más trabajada con la ciudadanía en general".
"Pienso que la situación política hoy día es compleja y hay formas distintas de mirarla; veo que existe bastante interés de participar en las elecciones y definir quién los va a representar".