José Rojas Pizarro
Hace 10 años el sueño de un país se vio abruptamente interrumpido por el quinto terremoto más fuerte de la historia de la humanidad. Un sismo que dejó 26 víctimas fatales en la Región de Valparaíso, la mayoría de ellas debido al tsunami que asoló al archipiélago Juan Fernández.
El 27/F fue un punto de inflexión en la forma que Chile enfrentará las catástrofes y emergencias nacionales a futuro, es por ello que "el valor de las comunicaciones y la robustez que debemos mantener ante todo evento crítico hoy en día resulta fundamental", reconoció el director del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), contralmirante Patricio Carrasco, quien aseguró que, en caso de repetirse la situación, "ahora la institución se encuentra mucho más preparada ante una eventual tragedia".
- ¿Cuáles son los principales aprendizajes del SHOA tras el desastroso tsunami de 2010?
- Una de las lecciones que dejó el sismo y tsunami del 27 de febrero fue el valor de las comunicaciones que debemos mantener ante toda catástrofe. Actualmente el Sistema Nacional de Alarma de Maremotos (SNAM) cuenta con un completo sistema de comunicaciones. Asimismo la conveniencia de aumentar el número de "Estaciones del Nivel del Mar" para su monitoreo ha sido favorable, pasando de 20 a 45 unidades, las que además poseen dos sistemas de transmisión en tiempo real.
- El sistema de boyas oceánicas es de los avances más conocidos. ¿Fue clave, por ejemplo, en decretar la alerta del tsunami de 2015 en Coquimbo? ¿Qué otras herramientas se pusieron en marcha?
- La red de boyas oceánicas DART (Sistema de Reporte y Evaluación de Tsunamis en el Fondo Oceánico), actualmente está compuesto por cinco unidades ubicadas frente a las costas de Iquique, Mejillones, Caldera, Pichidangui y Constitución. Tienen la capacidad de registrar ondas de Tsunami en el océano, mediante un sensor que se encuentra en el fondo marino a una profundidad de 4.000 metros y enviar dicha información vía satelital, la cual es empleada en la fase de monitoreo, posterior a la evaluación de la amenaza de tsunami y emisión del Boletín de Alerta. Otra importante herramienta, que se desarrolló junto a la Universidad Técnica Federico Santa María, es el Sistema Integrado de Predicción y Alarma de Tsunamis (SIPAT), para la evaluación de la amenaza de tsunami, que emplea una base de datos de eventos premodelados a partir de posibles escenarios sísmicos con sus respectivas amenazas de tsunami para las costas de Chile.
- La Onemi y el Centro Sismológico Nacional (CSN) nos explicaron que ahora los organismos Chilenos están mucho más interconectados con otras instituciones de prevención de tsunami a nivel mundial ¿Es así?
- El SHOA es el representante de Chile ante el Sistema Internacional de Alerta y Mitigación de Tsunamis del Pacífico (PTWS) y desde su creación en 1964, mantiene una estrecha colaboración con las diferentes instituciones que son parte del sistema, como el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacifico (Pacific Tsunami Warning Center - PTWC) en Hawai.
- Con todo esto, ¿Chile está preparado hoy para enfrentar un fenómeno similar al de 2010? ¿Habría un número más reducido de victimas si ocurriera hoy?
- El sismo y tsunami del 27/F, recordó a todos los chilenos que vivimos en uno de los países más sísmicos del mundo y, por lo tanto, debemos estar siempre preparados, ya que no sabemos ni cuándo ni dónde ocurrirá el próximo sismo, pero sabemos que ocurrirá y por ello hemos establecido el concepto de la "Mejora Continua", lo que significa que a diez años del 27/F estamos en una mejora continua para estar alertas ante cualquier desastre. Es decir, en una constante revisión y optimización de todas las fases que componen este tipo de emergencias, incorporando además tecnología, capacitación y entrenamiento en forma permanente a las personas que integran el SHOA.
- ¿Se puede decir que el país se ha convertido en un referente mundial en prevención tsunami?
- El año 2018 se realizó en Chile, en dependencias del SHOA, el Programa Internacional de Entrenamiento en Tsunamis (ITP), siendo la primera vez que se realiza esa capacitación fuera de Estados Unidos. En dicha oportunidad se destacó a Chile como ejemplo de un Sistema Integral de Alerta y Mitigación ante Tsunamis.
- ¿Era necesario una catástrofe de esta magnitud para aprender la lección?
- El tsunami ocurrido a fines del año 2018 en Indonesia, producto de deslizamientos submarinos originados por una erupción volcánica, enfrentó nuevamente a los científicos a una causa hasta ahora desconocida. El siniestro no estaba contemplado en los protocolos de seguridad. Esto obliga a todos los países que se ven enfrentados a esta amenaza, a seguir perfeccionando los sistemas de alerta.
- Respecto al futuro, ¿qué medidas quiere impulsar el SHOA o tiene previsto desarrollar para mejorar su labor en el corto y medio plazo?
-El SHOA trabaja en conjunto con la Academia y especialistas en el tema, con el propósito de fortalecer las capacidades técnicas y operativas del Sistema de Alerta. Ampliando la capacidad de evaluación inicial de monitoreo. Este proyecto contempla lograr el modelamiento de tsunamis en tiempo cercano al real. Incorporando información de las boyas DART, Estaciones de Nivel del Mar y datos sísmicos anteriores.
"El sismo y tsunami del 27/F recordó a todos los chilenos que vivimos en uno de los países más sísmicos del mundo y, por lo tanto, debemos estar preparados".
"Una de las lecciones que dejó el sismo y tsunami del 27 de febrero fue el valor de las comunicaciones que debemos mantener ante toda catástrofe".