La Teletón demostró su notable vitalidad y capacidad de supervivencia. Pese a la violencia de la crisis social que obligó a suspender su realización a fines del año pasado y a la pandemia que acosa a la población, la jornada de recaudación que culminó en la noche sábado resultó exitosa.
Se recaudaron $ 34.703.593.204, cantidad que superó sobradamente a los $ 32.851.738.341 reunidos en la jornada de 2018.
Así también se superaron las dudas sobre su realización después de una postergación y en medio de un ambiente nacional e internacional crispado que mira con temor el futuro.
La realización, además, venció dificultades materiales ya que no se podía hacer contribuciones presenciales en oficinas bancarias, como tampoco se realizaron actos masivos como aquellos tradicionales del Estadio Nacional y del Teatro Teletón, que por la presentación en vivo de destacados artistas eran un "gancho" más para los aportes. Ahora se mostraban recintos vacíos.
La Teletón 2020 se jugó por la tecnología. Los animadores y artistas se ubicaron a distancia, en puntos diversos incluyendo sus casas. Así voces y rostros se trasladaban por ciberespacio para llegar hasta el público, ocasionalmente a través de la televisión abierta, y permanentemente mediante plataformas digitales.
El propio Mario Kreutzberger, don Francisco, el gran impulsor de la iniciativa, aparecía desde su casa "al natural", hasta con canas, coordinando la jornada y llamando a la solidaridad.
Como en ocasiones anteriores se advirtió el peso de aportes de grandes empresas y organizaciones, pero el detalle pormenorizado permite apreciar la fuerza de las contribuciones individuales que se podían realizar a distancia.
Pero dejando de lado el éxito de la jornada y la importancia de la labor de rehabilitación que realiza la Fundación Teletón en sus centros a lo largo del país, uno de ellos en Valparaíso, hay que destacar la expresión de solidaridad que encierra la continuidad de esta obra.
Así como en los últimos meses hemos visto destrucción y manifestaciones de odio e intolerancia, el éxito de esta Teletón 2020 nos presenta una realidad nacional sana, dispuesta a colaborar y sensible ante el dolor.
Pasado ya la jornada de "urgencia y de emergencia" de que hablaba Don Francisco, hay que trabajar por mantener este ánimo solidario y empático, superando diferencias, zancadillas y descalificaciones que hacen perder el rumbo.
Tenemos una larga de tradición de entrega y servicio, caso concreto de nuestros bomberos, tradición que es necesario mantener viva, tal como ocurre con la Teletón, que ha logrado reafirmar con fuerza su condición convocante llevando optimismo no solo a quienes sirve con sus prestaciones, sino que a todo un país inquieto por el presente y por el futuro.