"Después de perder en la ida, quedamos con la moral muy alta para el partido en Viña"
Transcurría el minuto 90 de la final de ida que disputaban Everton y Colo Colo en el estadio Monumental el 28 de mayo del 2008, cuando un inesperado suceso parecía remecer el ambiente que ya se encontraba tenso. El cuadro albo ganaba 1-0 y un balonazo desde fuera del área del volante Gonzalo Fierro tomó un efecto inesperado y se coló en un ángulo del pórtico evertoniano que, tal como hoy, custodiaba Johnny Herrera.
Era un 2-0 que hizo que muchos hinchas albos creyeran que la tarea estaba conseguida e incluso celebraban por anticipado un pentacampeonato que tendría una virtual coronación en Sausalito, días después. Al otro lado, el cuerpo técnico comandado por Nelson Acosta contaba con una dura misión: restablecer la moral de un camarín que se fue con un profundo sentimiento de injusticia desde el coliseo de Macul.
A esas alturas, resonaban en la mente del preparador físico evertoniano Ítalo Traverso, estrecho colaborador del estratega de origen uruguayo, las palabras que había expresado a la dirigencia oro y cielo, a la que señaló que prefería tener una final con el Cacique a una frente a Ñublense, quien terminó cayendo en las semifinales.
"Lo prefería porque habíamos tenido finales frente a ellos en Unión Española, en la Copa Chile 1993 y les habíamos ganado, posteriormente una final con Cobreloa, que también ganamos, y por eso les dije que no había nada mejor que ganarle a un equipo grande en una final", manifiesta al teléfono, agregando que después del duelo de ida la confianza persistía ya que "fue muy injusto ese 2-0 por como los habíamos enfrentado, pero por lo mismo quedamos con la moral muy alta para lo que venía en Viña".
- ¿Cómo se levantó al camarín después de una derrota que, para muchos, sentenciaba a Everton en el campeonato?
- No sé si nos afectó tanto el haber perdido ese primer partido porque fue un resultado muy mentiroso e hicimos un muy buen pleito. Por lo mismo, pensábamos que teníamos herramientas para dar vuelta el marcador, o al menos, para llevar la final a penales en nuestra casa. Y eso último lo practicamos mucho entre partido y partido porque lo veíamos como una posibilidad. Eso lo teníamos muy claro porque teníamos una cantidad de jugadores líderes dentro de la cancha que eran muy importantes, y que habían tenido recorrido y títulos. Manejaban bien al equipo, pero nunca pensamos que sería sencillo.
- ¿Ni siquiera en la motivación de los jugadores?
- Es que hubo un liderazgo de Nelson que fue muy importante, daba unas arengas tremendas en el camarín, incluso después de que terminó ese primer partido frente a Colo Colo. Y terminó siendo clave. Eso nos dejó mentalizados para sacar adelante, o por lo menos, dar batalla. Ese fue nuestro foco y lo que se trabajó. Lo que sí estaba seguro, era que afrontaríamos el partido en Viña con unas ganas tremendas, con mucha seguridad. En el calentamiento previo a ese partido había tanta ebullición que a mí me costó mucho dirigirlos. Había llovido mucho, tuvimos que calentar en un costado detrás de un arco, muy reducido. La ansiedad que tenían llevaba a pensar que se querían comer la cancha. Yo lo comparo con la previa a cuando jugamos con la Selección Chilena en Italia, el '98. Ocurrió lo mismo. Eso daba confianza.
- Ahí salen los liderazgos a flote.
- Claro, ahí nadie estaba callado. Incluso esto alcanzaba a los más introvertidos, como Jaime Riveros, que es conocido por ser muy silente. Hasta él estaba hablando y empujando al grupo, lo que es decir mucho. Eso fue, sin dudas, un aliciente tremendo.
- Imagino que esas mismas ansias permeaban el ambiente en la semana previa, para dar vuelta la llave y también para tapar bocas de algunos triunfalistas del otro lado. Recuerdo que habían poleras del supuesto pentacampeonato...
- Sí, pero nosotros estábamos un poco más ajenos a lo que venía en la contingencia. Fue una semana muy anormal en la que no sabíamos si se jugaba, si se reprogramaba, además había llovido mucho. No estábamos tan pendientes de que Colo Colo estuviese sacando la champaña. Estábamos preocupados de llegar en buena forma a ese partido.
Mitos y claves
Mucho se ha dicho respecto a la definición jugada en Sausalito en donde se terminó bajando la cuarta estrella para Everton, después de ganar 3-0. Entre esos entretelones, están las instrucciones dadas por el calvo estratega oro y cielo a algunos jugadores del elenco viñamarino. Una de las más trascendentes fue la supuesta "marca personal", dura y al límite, a la figura colocolina Lucas Barrios por parte del central auriazul Cristián Oviedo, rumor que Traverso se apura en desmentir.
"A Oviedo no había necesidad de darle instrucciones de que marcara con toda fuerza o incluso con situaciones antirreglamentarias a otro jugador. Él siempre marcó así. No hubo una situación así. Es más, Nelson siempre se preocupó de que se alternaran las marcas, para no comerse tarjetas amarillas", comentó Traverso.
- ¿Cree usted que ese ímpetu que mostró todo el equipo fue determinante a la hora de pasar?
- Vimos un camarín proactivo, con muchas ganas y mucha moral. Nelson no sólo era un gran motivador sino que también tenía historial favorable dentro de lo técnico y lo táctico. Tuvimos jugadores claves en tres sectores del campo de juego. A un Johnny Herrera que siendo hincha de Universidad de Chile tenía a su gran rival que era Colo Colo, a Jaime Riveros y a Ezequiel Miralles que configuraron una columna vertebral tremenda. Y no puedo restar méritos al resto tampoco, porque estaba Juan Luis González, que era un líder positivo en mitad de cancha, estaba también Leandro Delgado que demostraba una personalidad diferente en cancha y fuera de ella. No es fácil responder a esas situaciones y ellos pudieron hacerlo.
- Además, Acosta tenía el cartel de hacer buenos partidos a los equipos "grandes" y tenía que responder ante ese peso...
- Ese campeonato se caracterizó porque tuvimos un rendimiento muy disparejo sobre todo cuando comenzó la liguilla. Jugamos con Audax y empezamos perdiendo 3-0 en casa. Después de haber dado vuelta ese resultado ganando 4-1 en Santiago, nos despertó un poco y ahí se generó la convicción de que estábamos para más. La fase siguiente fue más cómoda, aunque no podemos decir que fue más fácil frente a la "U", ganando de visita y teniendo el resultado más asegurado. Si nos íbamos a la historia, nos habíamos enfrentado con Colo Colo y siempre los eliminábamos. El haber podido enfrentarnos a esos clubes, siempre tenía una motivación mucho mayor y así mismo sentimos esa final.
"No sé si nos afectó tanto el haber perdido ese primer partido, porque fue un resultado muy mentiroso e hicimos un muy buen pleito". "Hubo un liderazgo de Nelson que fue muy importante, daba unas arengas tremendas en el camarín, incluso después de que terminó ese primer partido frente a Colo Colo".
"Para los diez años ni me llamaron"
Una celebración que coincidió con la de los 109 años del cuadro oro y cielo, la cual también incluyó una junta de los protagonistas del recordado partido ante Colo Colo disputado en Viña del Mar. No obstante, el preparador físico asegura que "para eso, ni me llamaron", pero también afirma que "no es algo que me haya molestado, pero sentí que por lo menos me hubiese gustado el reconocimiento de haberme llamado. Pero igualmente me siento muy partícipe de ese campeonato. Me sentí apoyadísimo por Nelson, como su segundo a bordo".
12 años pasarán desde la obtención del último título nacional de Everton de Viña del Mar, frente a Colo Colo.
2-0 fue el marcador del partido de ida en el estadio Nacional con goles de Barrios y Fierro para los albos
3 de junio se jugó la vuelta reprogramada por duelo tras fallecimiento del General José Bernales.