¿Hablemos de cooperativas?
La última licitación para parques y jardines de Valparaíso ($ 1.296 millones por dos años) no fue aceptada por ocho miembros del Concejo. Cuando el actual alcalde porteño llegó con su discurso de renovación y apego por la generosa historia cooperativista territorial porteña, muchos creyeron que detrás de sus palabras sólo podía venir algo bueno. Craso error.
Consignaba El Mercurio de Valparaíso, con fecha jueves 6 de enero de 1887, una pionera iniciativa de "varios jóvenes de este puerto" referida a la conformación de una sociedad anónima en la que "los accionistas serán los mismos consumidores y obtendrán por consiguiente las utilidades que esta clase de negocios deja". Su primer giro fue el de sastrería.
A fines de febrero de ese mismo año se constituía en la notaría Pastene la Sociedad Cooperativa de Consumo "La Valparaíso". En julio de 1887 le seguiría "La Esmeralda". Tal sería el inicio de la historia del cooperativismo chileno, dando pie a una rica tradición, que incluiría a destacados cooperativistas como Latorre, Condell, Uribe, De la Barra, Montt, Van Buren, Urmeneta, Cumming y Deformes, entre otros.
Su rol de corrector de fallas de mercado, estabilizador de la economía, de fiero combate a la desigualdad y de aprovechamiento de las economías de escala, dio pie a sus dos más exitosos modelos nacionales: la lechera Colún y la pisquera Capel, existiendo hoy unas mil en Chile y 130 sólo en esta Región.
Por ende, cuando el actual alcalde porteño llegó con su discurso de renovación y apego por la generosa historia cooperativista territorial porteña, muchos creyeron que detrás de sus palabras sólo podía venir algo bueno. Craso error.
Así, una vez finalizado el contrato municipal con la empresa que prestaba servicios de aseo durante la gestión de Jorge Castro, Sharp impulsó la creación de la cooperativa Renacer Patrimonial, compuesta por gran parte de los antiguos empleados, y la cual se ganó la nueva licitación en 2017. Llegó a tener 250 empleados y pese a la pulcritud de su trabajo, lamentablemente se vio politizada con la designación del excandidato humanista a concejal por Valparaíso Misael Baeza, como su flamante presidente del consejo de administración (según carta de los encargados de la cooperativa, José Domingo Flores y Alejandro Godoy, al contralor regional Víctor Hugo Merino, el 27 de mayo, Baeza fue destituido en la asamblea general del 7 de marzo por "mala administración, desorden administrativo y contable, y abuso de poder").
Cuento corto, los mismos trabajadores intentaron hablar con el alcalde, quien no los recibió, por lo que acudieron al Concejo Municipal denunciando compra de facturas para rebajar IVA (hay un muy ilustrativo audio dando vueltas en Facebook), el uso de bonos de gobierno para pago de aguinaldos, el no pago de imposiciones y suma precariedad en la implementación.
En ese preciso minuto tocaba un nuevo llamado a licitación, en el cual la oferta de Renacer Patrimonial fue declarada inadmisible por haber presentado una boleta de garantía por $200 mil pesos con fecha anterior al plazo solicitado. Tras descartar a Blume Arquitectura y Paisaje por una inconsistencia, se llamó a votar con la santiaguina Prymave como única oferente. Sólo el alcalde y la concejala Araya votaron por su aprobación. Zúñiga se abstuvo.
Por mientras, y si a alguien en el municipio le interesa, 65 trabajadores porteños se quedaron sin sus sueldos.