"Terminamos logrando un torneo que es histórico e irreptible"
Radicado en su natal Bahía Blanca, Ezequiel Miralles mantiene vivo en su memoria el recuerdo de la campaña de Everton en el Apertura 2008, que culminó hace exactamente 12 años con el cuarto título del campeonato nacional en la historia de los oro y cielo.
Retirado del fútbol e incluso alejado del cargo dirigencial que ocupó en el club Liniers hace algún tiempo, el delantero hoy está iniciando el camino para convertirse en representante de jugadores. "Voy a ver si sigo ligado un poquito al fútbol", dice el exariete argentino, autor de 13 goles en la ruta hacia la última corona auriazul, antes de empezar a caminar por entre sus recuerdos.
"Creo que nosotros más allá de tener un buen entrenador y buenos jugadores, había una gran unión en el grupo. Tenía una mística especial ese camarín, se fue construyendo con el paso de los meses", sostiene Miralles.
- ¿Qué es es lo primero que se le viene a la mente de esa campaña?
- Al principio las cosas no salían en los primeros partidos, pero ya se veía que el equipo jugaba bien y como que tenía una mezcla de gente de experiencia y jóvenes, comandados por Nelson (Acosta) y por Ítalo Traverso. Las cosas se fueron dando de una manera, por ahí inesperada, pero dentro de la cancha el equipo durante todo el torneo mostró cosas interesantes. Cuando llegaron los play offs, después del partido de vuelta con Audax creo que nació otro Everton, e hizo que el equipo pensara que tenía posibilidades de llegar a la final, no digo de salir campeón, pero llegar a la final sí.
- Si bien mostraron cosas interesantes en la fase regular, terminaron quintos y para muchos el candidato absoluto era Colo Colo, que iba por el pentacampeonato.
- Sí, sin duda. Nosotros nos veíamos muy bien ya estando clasificados a los play offs, habíamos arrancado el año con el objetivo de permanecer o mantener la categoría, pero se fue armando un buen equipo, que jugaba bien alrededor de Jaime Riveros, con un arquero importante, una defensa sólida, un mediocampo también equilibrado, y adelante teníamos la suerte de que hacíamos goles. Todo eso fue sumando para que tengamos chances de llegar a los play offs, y ahí me tocó hacer una cantidad de goles importante, que decantaron por ahí en la llegada a la final y en el posterior título.
- ¿Ese partido con Audax fue quizá tan importante como la final de vuelta en Viña del Mar?
- Sin dudas, pero recuerdo ese partido de vuelta en que Nelson hizo bastantes cambios. Nelson nos dijo vamos a ganar el partido y después vemos si nos va a alcanzar. El partido arrancamos bien, ganando, creo que después nos hicieron el 2-1, y el partido estaba abierto, era difícil, con un Audax de muy buenos jugadores en aquel momento. El gol de (Cristián) Oviedo fue fundamental, nos dio un aire tremendo para ir a enfrentar la semifinal.
- Y ahí con la "U" el equipo demostró que tenía pasta para grandes cosas...
- A la "U" ya le habíamos ganado cuando empezó el torneo, y veníamos con un envión anímico y de moral enorme. Nos encontramos con un partido abierto, a la medida de nuestro juego, en algunas oportunidades de contraataque, y en lo personal tuve una noche inspirada, y prácticamente nos trajimos la clasificación de regreso a Viña, sabíamos que no la podíamos perder.
- ¿Y cómo recuerda esa final con Colo Colo, qué pasó en el camarín después de haber perdido 2-0 en el estadio Monumental?
- Fue una derrota dura, pero con tranquilidad. Me acuerdo que en el viaje de regreso a Viña vinimos muy tranquilos y pensando que se podía igualar la llave. Después de haber dado vuelta el resultado con Audax y haberle ganado a la "U" de esa manera, veíamos que se podía. Obviamente enfrente estaba Colo Colo, que venía de años de salir campeón, pero había un cierto ánimo de que se podía. La confianza estaba.
- ¿Ya en el estadio Sausalito cuáles eran las sensaciones?
- Me acuerdo que hacía un frío tremendo. Nos costó entrar en calor. Incluso recuerdo que hicimos la entrada en calor detrás del arco y nos costó entrar en partido, por supuesto concentrados, pero costó entrar en ritmo. Hacía mucho frío. Yo estaba con un dolor en el pubis enorme, jugué muy dolorido ese partido, tuve unos masajes previos y estuve a punto de infiltrarme antes de entrar a jugar, pero después con la adrenalina del partido y un montón de cosas como que te vas olvidando, pero tenía un dolor tremendo.
- Un partido inolvidable.
- Sí, creo que el primer tiempo era por lo menos para estar ganando mínimo 1-0, por todas las situaciones creadas, pero no se dio y volvimos al vestuario un poco cabizbajos porque veíamos que el partido estaba ahí para descontar, pero no se daba y con un 2-0 abajo y ya quedaban 45 minutos, se ponía cada vez más difícil el tema. Pero ni bien empezó el segundo tiempo, hice el gol yo y como que ahí empezamos otra vez a poder pensar en que se podía empatar la serie.
- ¿Es de los campeonatos más bonitos que le ha tocado vivir en su carrera?
- Sí, porque se dieron un montón de situaciones. Después de tantos años salir campeón, para un equipo que está tantos años sin ganar algo pesa, y enfrente teníamos a un equipo acostumbrado a salir campeón. Pudimos sobrellevar eso y sobreponernos a esa carga que había y terminamos logrando un campeonato que es histórico e irrepetible, vendrán otros seguramente, pero ese va a quedar en la memoria de mucha gente que incluso no había visto campeón a Everton.
"Cuando llegaron los play offs, después del partido de vuelta con Audax creo que nació otro Everton". "Después de tantos años salir campeón para un equipo que está tantos años sin ganar algo pesa, y enfrente teníamos a un equipo acostumbrado a salir campeón".
Entre el vívido recuerdo y la loca teoría de Juan Luis González
Tal como muchos de sus compañeros, Juan Luis González guarda como principal recuerdo de la campaña que derivó en el título del Apertura del 2008 el buen camarín que se armó. El "Limache" atesora con especial cariño momentos propios del día a día, desde los huevos duros, el pan amasado y las tortillas de rescoldo que se comían de vuelta de los entrenamientos en Mantagua, hasta las salidas a pescar y cazar con Cristián Canío.
Ad portas de cumplir 46 años, el exvolante cuenta que regularmente les muestra los videos de aquella campaña a sus hijos y confiesa que "son tan bonitos recuerdos que se me llegan a parar los pelos. Ver a la gente cómo lloraba, cómo disfrutaba del triunfo, y sobre todo con Colo Colo, porque todos pensaban que era el pentacampeón. Son cositas que uno ahora disfruta más".
Campeón con Cobreloa en los dos torneos del 2003 y en el Clausura del 2004, González dice que la medalla del 2008 es distinta a las otras porque incluye una corona especial. Y tiene una teoría al respecto: "Yo creo que estaba pensada para Colo Colo, no quiero pensar mal, pero las otras medallas que tengo son distintas. Son cositas que hasta el día de hoy pienso".
El exvolante oro y cielo, atrapado en los recuerdos, se emociona: "Teníamos más hambre de querer ser campeones y darle una alegría inmensa a toda la gente. Para mí es un orgullo haber quedado en la historia del fútbol en Everton".