A casi un mes de inicio de cuarentenas, preocupa lento impacto de la medida
COVID-19. Aunque seremi (s) de Salud habla de que "la curva se ha mantenido relativamente estable", el avance de incidencias, movilidad y bajos testeos preocupa a expertos.
Este viernes, a las 22 horas, se cumplen cuatro semanas desde que se inició el confinamiento colectivo en Viña del Mar y Valparaíso, y hoy ocurre lo mismo en la comuna de San Antonio. Desde el 12 de junio, fecha en que comenzó en las dos comunas del Gran Valparaíso, se han emitido siete informes epidemiológicos y lo que se ve a simple vista es que los casos siguen aumentando, aunque durante el último tiempo eso se ha ralentizado en comparación a unas semanas atrás.
De acuerdo a la tabla que muestra los casos activos sólo de los últimos siete informes epidemiológicos, se puede ver cómo a partir del N° 27, que tenía corte al 18 de junio, hay un aumento explosivo de los contagios, debido a los 32 mil casos a nivel nacional que se sumaron a las cifras oficiales, pero en los informes siguientes y hasta el 27 de junio los números en las seis comunas en confinamiento no bajaron mucho, e incluso en Viña del Mar y Quillota se incrementaron de manera importante.
En los últimos dos informes, el 30 y el 31, cuyas fechas de corte son el 30 de junio y el 4 de julio, se puede notar que no hay grandes aumentos o disminuciones en las seis comunas en cuarentena.
¿Es suficiente?
Lo anterior, considerando el impacto social y económico en la región, deja en la mesa la siguiente pregunta: ¿Ha sido lo suficientemente efectiva la cuarentena en estas comunas?
El seremi (s) de Salud, Jaime Jamett, dijo que "la curva se ha mantenido relativamente estable en los últimos cuatro informes, presentando leves alzas o disminuciones entre uno y otro. En todas las comunas que están en cuarentena en la Región de Valparaíso los contagios se han reducido respecto de la situación inicial, es decir, la fuerza con la que esa curva venía ascendiendo se ha detenido y, en algunas de ellas, como la comuna de San Antonio, los indicadores han mostrado una leve mejoría", aunque llamó a la cautela, especialmente con las comunas que llevan menos tiempo en confinamiento, como San Felipe, Los Andes y Quillota. "En aquellas comunas en que están hace poco tiempo con la medida, todavía no es posible evaluar esta condición", señaló.
Sobre por qué no se observa un impacto tan grande, considerando el tiempo que ha pasado y el efecto de las cuarentenas en otras áreas, como la económica y social, el seremi expuso que "el efecto más profundo de las cuarentenas está al principio y luego se empieza a aumentar la movilidad de las comunas, y eso se refleja también en la incidencia de los casos activos. Por lo tanto, el efecto esperado de una reducción inmediata de los casos es más bien una curva lenta y sostenida de reducción".
Sin resultados esperados
Al respecto, la enfermera de Gestión de las Clínicas de la Universidad Viña del Mar y especialista en epidemiología, Darma López, dijo que "esta cuarentena, por la gran conurbanización de la región, no está teniendo los resultados esperados epidemiológicamente".
Dijo que "lo que ha disminuido son el número de exámenes, la capacidad de testeo para esta región, pues se requiere un mínimo de 2 mil exámenes diarios. También lo que no se ha hecho bien es la trazabilidad, pues tenemos muchos casos que no han sido notificados y, por ende, no han sido aislados ni protegidos sus entornos. Para hacerse un PCR se requieren dos condiciones: la orden médica y que el médico ingrese la petición de PCR a Epivigila, y si no cumple las dos condiciones no le pueden hacer el examen, y esta plataforma se cae frecuentemente, se están poniendo trabas al acceso para que todas las personas se hagan el examen. Entonces, estamos viendo sólo la punta del iceberg. El cambio frecuente de definiciones no contribuye a un seguimiento adecuado y el ingreso a las residencias sanitarias está muy centralizado y poco operativo".
"no funciona"
El epidemiólogo Aníbal Vivaceta, con experiencia en el combate al ébola en África, analizó la evolución de las tasas de incidencia acumulada desde el comienzo de la pandemia hasta ahora y, sobre eso, sostuvo que "las cifras siguen creciendo aproximadamente al ritmo que venían haciéndolo antes. Hay una mínima tendencia, ni siquiera estabilizada, a crecer un pelo más lento, tal vez, pero los datos son pocos. Esto sigue creciendo, hay una mínima curvatura, pero es demasiado poco y no marca una tendencia".
De acuerdo a su análisis, el confinamiento colectivo "no funciona porque se sigue extendiendo el virus y, eventualmente, puedes empeorar la situación de la gente. Hay una necesidad de ocultarse como sintomático para poder salir a trabajar y, lo segundo, es que caen las redes de apoyo y si los más vulnerables son los adultos mayores y muchos de ellos viven solos, tienen enfermedades crónicas y son pobres, al tener sistemas de confinamiento se baja la posibilidad de apoyarlos y terminan sufriendo mucho más. Para quienes tienen una pensión de $50 mil no hay cuidadores y pueden morirse de otra cosa. A los más vulnerables se les perjudica más. Por otro lado, se encierra a todo el mundo en las casas, pero la mayor cantidad de contagios son en las casas".
En tanto, el presidente regional de la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM), Daniel Morales, afirmó que "la cuarentena es una medida dura, desde el punto de vista sanitario y social, y a uno le gustaría que sus efectos fueran mucho más rápidos y más efectivos y eficientes, pero donde hay una gran cantidad de personas, movilidad social y un porcentaje importante de personas que no toman conciencia del verdadero concepto de confinamiento, cualquier baja es algo positivo".
"Esta cuarentena no está teniendo los resultados esperados epidemiológicamente".
Darma López, Enfermera Gestión Clínicas UVM y especialista en epidemiología
"Esto sigue creciendo, hay una mínima curvatura, pero es demasiado poco y no marca una tendencia".
Aníbal Vivaceta, Epidemiólogo