Cartas
Retiro de fondos
Y pensar que hasta hace sólo meses el poder retirar parte, ni hablar del total, de los fondos de pensiones de las AFP, incluso teniendo razones muy atendibles, como deudas impagables y/o enfermedades catastróficas, etcétera, era imposible. La negativa se escuchaba de Arica a Tierra del Fuego fuerte y claro.
Pero hace unos días todo cambió, ocurrió lo impensado, y ahora los chilenos pueden retirar hasta el 10% de sus fondos previsionales. ¿Será el único o vendrán otros?
A prepararse para más sorpresas. No sería raro ver entre las promesas de futuras campañas electorales que alguien promoviera nuevos retiros de fondos de pensiones con frases como "ve que no pasó nada, nada se derrumbó, ahora vamos por el 25%".
A propósito de las próximas Fiestas Patrias y las cuecas, "no hay primera sin segunda y sin tercera...". Y no es chiste, porque si hay muchos que reiteradamente, una, dos, tres y más veces, infringen las reglas de la cuarentena, so pena de castigos y multas, imagínese ahora si es para retirar más platita. Más claro echarle agua.
Luis Enrique Soler Milla
Permisos
Si todos cumplen la cuarentena de dos salidas de sus residencias, de tres horas máximo cada una, que exageradamente nos imponen las autoridades sanitarias, la economía, la producción, los recursos, los empleos se nos vienen al suelo e incluso a los subterráneos y la cloaca.
Es necesario hacer excepciones con los prestadores de bienes y servicios como comerciantes de locales, oficinas de profesionales, que deben rigurosamente cumplir como todos con la postura de mascarilla lavado de manos, distancia social, número de personas en lugares de encuentro, para atender a los que necesitan comprar determinados productos o recibir servicios ahora ya, sin esperar los días que tardan las compras online.
Se están salvando vidas, pero las exageraciones sanitarias de dos salidas de tres horas por semana a todos, producirá una existencia miserable y pobreza a muchos si no se distingue entre dejar horario libre al que ofrece bienes y servicios con mantener la cuarentena a quien requiere esos bienes y servicios.
Los cuidados del sacristán mataron al señor cura, decía un viejo proverbio.
Julio Eduardo Parra Bartet
Pandemia y consecuencias
Estamos encerrados pidiendo permiso para salir dos veces a la semana: niños, jóvenes, personas maduras, adultos mayores, ¡todos estamos encerrados en nuestra casas como delincuentes tras las rejas! ¡No tenemos trabajo! ¡Muchas personas no tienen dinero para comprar comida, remedios! Los niños se están enfermando física y mentalmente. El daño psicológico de todos, grandes y chicos (estrés postraumático), se verá en 5, 10 o 15 años más, cuando ya no tenga remedio. Y la gente no dice nada. ¡No entiendo! No dice nada contra esos que ocultaron información y que permitieron que la pandemia llegara a Europa, de ahí a América del Norte y del Sur y a África, que al parecer a nadie le importa.
Y desde el inicio, los mismos que enviaron el coronavirus al mundo, ahora están vendiendo los insumos médicos para curar la enfermedad que ellos mismos originaron. ¡Tienen que responder!
¿Hasta cuándo miramos para el lado echándole la culpa a las personas que no guardan las medidas sanitarias o infringen la cuarentena y al culpable original ni siquiera se lo nombra, es tabú, nadie se atreve, tienen miedo. El mismo miedo que encontré recorriendo la Población Vergara, en Viña del Mar, en noviembre de 2019, para juntar firmas para pedir paz y tranquilidad en nuestra ex Ciudad Bella, vandalizada por narcodelincuentes que se hacían pasar por personas protestando por sus legítimos derechos desde el 18 de octubre de 2019, hasta que empezó la pandemia llegada desde China.
Marianela Cartagena Muñoz
Inquietudes
En propaganda, el comunismo chino, a través de sus medios, empresas y embajadores, está gastando enormes recursos para limpiar su imagen. En Chile, el embajador comunista, Xu Bu, dice "no a la nueva guerra fría", pero el trato y lenguaje a opositores deja en claro que su ideología totalitaria (como la condenó el Parlamento Europeo el 19 de septiembre de 2019) lo consume. Se arroga la representación del pueblo chino sometido por el yugo opresor del PCCH. Él puede decir en Chile lo que quiera, pero en su país no se puede.
Por la violencia decretada se imponen en Hong Kong, en Xinjiang contra los uigures musulmanes, en toda China contra los que practican Falung Dafa y en el Tibet contra el pueblo tibetano. Matan soldados de la India, amenazan a Taiwán, el virus es chino comunista y creo que la viróloga que se les escapó va a desnudar una verdad inimaginable.
Los productos chinos se iniciaron explotando a su pueblo. ¿Qué sueldos pagan? ¿Qué previsión tienen? ¿Qué sistemas de calidad, de trazabilidad de productos, de laboratorios, de respeto al ambiente, a la seguridad de las personas, al uso de la energía, etc., pueden mostrar? ¿Cuántos partidos políticos tienen? ¿Cuántos medios independientes tienen?
Jorge Porter T.
Dosis de optimismo
No necesitamos que cada mañana se nos trate como delincuentes por salir a trabajar o por salir a comprar, puesto que esta es una cuarentena con permisos. No somos iguales a los fiesteros o a los que han sido sorprendidos varias veces en las calles sin motivo.
Tanta prédica a que no salgamos o que guardemos distancia, no es a la mayoría cumplidora a la que nos sirve.
No se trata de festinar o hacer humor con esta peste, pero una dosis de optimismo y alegría se agradecerían, por ejemplo, esos nonagenarios que se recuperaron o la iniciativa de enviar cartas a los hospitalizados, decorar las mascarillas, ayudar a las ollas comunes o llamar telefónicamente vía plataforma a los que sabemos que están solos, pues la necesidad de hablar que algunos tienen hay que intentar satisfacerla, es combatir la soledad.
Yo celebro cuando se anuncia que estamos en las últimas pruebas para que tengamos lista la vacuna. Son posiblemente puras mentiras o propaganda, pero mantiene la esperanza; mejor eso que nada.
Rodrigo Larraín Sociólogo y académico Universidad Central de Chile
La Araucanía
A raíz de los hechos de la Araucanía la oposición ha condenado la "violencia estatal". Fieles a su filosofía, solucionan poco o nada, pero todo lo estatizan.
José Luis Hernández Vidal