"No podemos insistir en un
Parlamentario regional desmenuza el panorama político del pacto gobernante, luego de la polémica votación por el retiro del 10% de los fondos de pensiones. Analiza la situación sanitaria de la provincia de Quillota y hace hincapié en mejorar protocolos de búsqueda.
La aprobación del proyecto del retiro del 10% de los fondos previsionales ha golpeado duro a Chile Vamos. La votación de la iniciativa, abiertamente rechazada por el Ejecutivo, pero apoyada por parlamentarios oficialistas, puso en entredicho la unidad del pacto gobernante y ha tenido varias repercusiones, la primera de las cuales fue la renuncia de Hernán Larraín Matte a la presidencia de Evópoli, quien buscaba una oxigenación dentro del conglomerado.
Para el diputado por el Distrito 6, Pablo Kast (Evópoli), la crisis no es tan grave en cuanto a la relación entre los parlamentarios de la coalición, sino que ha sido problemática a nivel de mando. "La verdad es que hay muchas cosas en las cuales seguimos teniendo una buena relación, una comunión de principios con la gran mayoría de los diputados de Chile Vamos. En estas diferencias que ha habido de votación, creo que lo que ha ocurrido es poca sintonía o capacidad de coordinación por parte de las directivas, sobre todo aquellos partidos que no han podido alinear a su gente para ciertas posturas que son derivadas de sus principios. Por eso la crisis ha sido interpretada como algo muy generalizado, pero en mi opinión esto tenía mucho que ver con los presidentes Mario Desbordes (RN) y Jacqueline van Rysselberghe (UDI), que hace muchos meses no tenían un diálogo, y eso redundaba en que tampoco había diálogo con el presidente de Evópoli o el del PRI", sostiene el legislador regional.
FALTA DE COORDINACIÓN
- La renuncia del expresidente de su colectivo, Hernán Larraín Matte, sumada a la serie de reuniones que ha tenido el conglomerado en las últimas semanas, ¿ha ayudado a limar asperezas y tener más cohesionado a Chile Vamos? ¿Qué evaluación hace del manejo de esta crisis por parte del Gobierno?
- Sin duda que los movimientos que hubo en La Moneda también tuvieron que ver con las cúpulas y en ese sentido, había una falta de fluidez en términos de coordinación, ponernos de acuerdo, hacer un trabajo más en equipo entre el Gobierno y las bancadas, y eso, en gran parte, era responsabilidad de los presidentes, que no tenían la posibilidad de unificar sus sectores en las posiciones del Ejecutivo. Por eso encuentro tan noble y valioso el hecho de que los principales coordinadores de Evópoli -el expresidente Hernán Larraín Matte y el exministro del Interior, Gonzalo Blumel- hayan puesto a disposición sus cargos para mejorar y recomponer, y en un acto muy republicano y generoso con Chile, dar un paso al costado para que nuevas personas puedan hacer el esfuerzo y ver si resulta una nueva etapa de coordinación.
- En una entrevista con este diario, el senador Francisco Chahuán sostuvo que Chile Vamos "es una coalición que, en la práctica, no existe, porque no tiene incidencia en los debates políticos, económicos y sociales, no tiene capacidad de diálogo al interior de la propia coalición". ¿Comparte dicha visión?
- Creo que hay partidos que tienen principios bien claros. Nosotros hemos sido siempre coherentes con lo que hemos dicho, con lo que hemos votado y nuestros actos, y siempre hemos estado muy dispuestos al diálogo: de hecho, la forma de trabajar de Gonzalo Blumel ha sido reconocida, incluso, por los partidos de oposición. Acá el gran problema ha sido que los partidos, sobre todo Renovación Nacional, no ha sido capaz de construir una cierta línea de principios que los caractericen a ellos como un partido unitario, homogéneo; dentro de ellos mismos hay visiones radicalmente opuestas y eso se ha notado en la gran mayoría de las votaciones. Entonces, creo que lo que dice el senador Chahuán se ha traducido en que la coordinación en Chile Vamos se ha vuelto dificultosa, pero es básicamente porque los mismos partidos, especialmente RN, no han podido ordenar a su gente.