En busca de los planos perdidos
El nuevo anuncio sobre la estación Valencia de Quilpué hace inevitable recordar las variadas promesas sobre esa importante obra. Las comparaciones son odiosas, pero no está de más recordar que a horas del anuncio para Quilpué y La Calera, en Santiago se informaba la apertura de la estación Laguna Sur, Línea 5 del Metro.
¿Se habrán extraviado los planos de la estación Valencia de Quilpué? Pregunta pertinente, pues la construcción o reconstrucción de esa estación de Merval se viene anunciando desde el año 2004, cuando se informó del cierre de ese punto de detención de los trenes con el fin de renovarlo, de acuerdo a la importancia que adquiriera con el tiempo ese sector de la comuna.
Se prometió la estación para 2010, para 2012, para 2019 y ahora, viernes pasado, se informa que en 2021 estarán listos los planos de la ingeniería de detalle, necesarios, recién, para "dentrar a picar", como dicen los "maestros chasquilla".
Por eso, con tantos anuncios, con el paso de varios presidentes y ministros, es posible que se hayan hechos y pagado algunos planos que, siendo mal pensados, suponemos se han extraviados en los insondables cajones de la burocracia.
El anuncio de las obras tras la ingeniería de detalles -el demonio está en los detalles, dicen- fue formulado el viernes pasado por la ministra de Transportes, Gloria Hutt, en el lugar donde se emplazará la postergada estación. Hubo exposición de imágenes de la futura obra y anuncios sobre inversiones regionales de la Empresa de Ferrocarriles del Estado, EFE, por US$450 millones, incluyendo la extensión de Merval hasta La Calera para el año 2027.
Al rito de los anuncios - no hablemos de ceremonia pues los anuncios oficiales se han convertido en una liturgia -, no asistió el alcalde Quilpué, Mauricio Viñambre, molesto y con razón por tantas postergaciones de una obra necesaria para su comuna en circunstancias que los recursos públicos son generosos y veloces en otros lugares. Las comparaciones son odiosas y tienen aroma de envidia, pero en todo caso no está de más recordar que a horas del anuncio para Quilpué y La Calera, en Santiago se informaba la apertura de la estación Laguna Sur, Línea 5 del Metro, continuando así con la reconstrucción de las decenas de paradas víctimas de los "talibanes" en octubre pasado.
Volviendo a la extensión de Merval desde Limache a La Calera, el presidente de EFE, Pedro Pablo Errázuriz, dijo que también se deben hacer estudios de ingeniería y obtener permisos ambientales. Es posible que en 1863, cuando comenzaron a correr los trenes entre Valparaíso y Santiago, que pasaban desde Limache a La Calera, no se haya ni siquiera pensando en calificaciones ambientales. Bueno, ahora son necesarias para el paso de trenes eléctricos que no contaminan como aquellos de postal, a carbón, pero no pueden ser un freno cuando en el tramo hay una experiencia acumulada de más de 150 años. Hacer estas reflexiones, quizás irreverentes, son inevitables y expresan una realidad sobre la inequidad territorial que tiene muchos frentes que van desde el gasto hasta esperas eternas que, finalmente, hacen mirar con dudas el rito religioso de los anuncios.