Cartas
Polémica consulta caturra
El Diario informa que la Corporación Santiago Wanderers pretende hacer una consulta virtual entre sus socios para "fijar una postura oficial" respecto al plebiscito constitucional. No sé qué se pretende con eso. Lo que no tengo dudas es que se logra desviar la atención, nuestras energías y pensamientos de lo que realmente nos importa como wanderinos: que a nuestro querido club le vaya bien y se consolide en Primera División.
Como antiguo socio del club, deseo señalar que uno de los aspectos más importantes en lo que a mí respecta es que Wanderers tiene la tradición de ser una institución transversal, con todo tipo de socios e hinchas. Personas que tenemos diversos modos de pensar, de sentir, de creer, que pertenecemos a diversos credos y culturas, de diversas actividades y profesiones, que podemos sufragar de diversos modos y opinar con plena libertad según lo que le hace sentido a cada cual. Y que además de respetarnos en la diversidad, nos une nuestro amor al club y a Valparaíso.
Esa "consulta virtual a los socios" sólo conducirá a generar tensiones y divisiones, que es lo que menos necesitamos.
Estamos en una época de pandemia, con altos niveles de estrés y con necesidades urgentes de diverso tipo por parte de la ciudadanía porteña. En lugar de generar división debemos seguir aunándonos en colaborar para generar alivio, solidaridad y buenas ondas.
Conmino a mi amigo Mario Oyer, presidente corporativo, y a sus dirigentes de manera pública, a desechar esta odiosa y dañina iniciativa que sólo conduciría a generar odiosidades y divisiones en un momento en que la enorme mayoría de socios e hinchas deseamos evitar.
Nathan Novik
Responsabilidades
El Estado de Chile es el culpable de todo. Esa fue, más o menos, la consigna el 18 de octubre. Todos conocemos en qué derivó, el estallido social.
Con Enap, empresa estatal, pasa lo mismo, responsabilizándola de los días más severos de la contaminación por aire. Ni el Estado y tampoco Enap son seres vivos, estos son dirigidos por hombres y mujeres que toman decisiones que afectan, de una u otra forma, a la población.
En el caso de Enap, se debería conocer quién o quiénes aprobaron la importación de este crudo, quién autoriza el empleo del químico formaldehído (puesto que al usarlo ya se conoce las posibles consecuencias) y quién no informa debidamente a la autoridad ambiental de su aplicación.
Es fácil culpar a la estatal como si tuviera vida propia. Sin embargo, quienes la dirigen tienen la primera palabra. El Estado de Chile puede tener muchos defectos, pero es dirigida por políticos y ejecutadas sus acciones por empleados fiscales. Ni el Estado y tampoco Enap son responsables. Estos, como la gente afectada, solo pagan las torpezas.
Octavio Quiroz
Monitoreo del gasto público
Realmente, felicito a la Dirección de Presupuestos (Dipres) y a la Subsecretaria de Evaluación Social (SES) por el monitoreo y seguimiento de 687 programas de la oferta pública. Este logro merece un amplio reconocimiento, pues hay un genuino esfuerzo de coordinación de ambas entidades públicas. Es un verdadero logro, ya que por restricciones operativas y por costumbre -el Estado funciona en silos-, compartir información y utilizar criterios comunes es una excepción y no la regla.
El monitoreo sirve esencialmente para dos cosas. Por un lado, contribuye a una rendición de cuentas a la ciudadanía. Cerca de un 25% de los programas no tienen criterios de focalización adecuados, por lo que no hay certeza si están llegando a quienes debieran. Casi la mitad de los programas tienen una cobertura adecuada de sus beneficiarios potenciales, pero hay una proporción importante con baja cobertura, otros con sobrecobertura y una proporción no despreciable de programas en los que ni siquiera se sabe el nivel de cobertura.
Por otra parte, el monitoreo favorece el aprendizaje y la mejora del desempeño, así como una más adecuada toma de decisiones sobre los pasos a seguir, que en algunos casos puede ser la mejora de diversos aspectos, el rediseño o bien reasignación de los recursos públicos. Alrededor de 100 programas pasaron a revisión de su diseño y resultados esperados a partir del monitoreo efectuado.
Hoy más que nunca, el monitoreo y evaluación del gasto público es fundamental. Estamos en un periodo de mayores demandas sociales, emergencia sanitaria y menor crecimiento, por lo que debemos responder con mayor ahínco a un objetivo de transparencia con los contribuyentes y al propósito de efectividad y equidad para los cuales fueron formulados los programas públicos.
Ignacio Irarrázaval Centro de Políticas Públicas UC
Presupuesto
El ministro Ignacio Briones hace unos meses anunció la elaboración de un presupuesto 2021 base cero, debido a la pandemia sanitaria y crisis económica en que estamos.
Esta acción, absolutamente indispensable, es parecida al análisis y eliminación del costo de no calidad que se identifica en los sistemas de gestión de calidad. Hacienda ya ha estado mostrando centenas de programas financiados con recursos fiscales y que sus resultados son malos. Si agregamos aquellos programas cuya prioridad es menor a las necesidades urgentes actuales, estamos hablando de enormes sumas de recursos.
En mi opinión, esta reasignación debe ser de no menos al 20% del total del presupuesto fiscal. Si lo estimamos de US$ 80.000 millones, hay US$ 16.000 millones factibles de reasignar, sin mucho dolor. No podemos aceptar que políticos con la menor aprobación se opongan a esta reasignación. Si se oponen, solicito al ministro que se haga una lista de todos los programas a reasignar y se vote por separado para saber cuánto es el monto y los programas a reasignar y saber qué parlamentarios se oponen a esta razonable e indispensable reasignación.
Jorge Porter Taschkewitz
Sal de mar
Por años he consumido sal de mar por sus bondades. Al principio la conseguía en sus lugares de origen y luego en el comercio establecido.
Cuando vi la sal de mar en supermercados, envasada por una industria nacional, no dude en adquirirla pensando que estaba contribuyendo con los esforzados compatriotas de Cáhuil o Lo Valdivia, pero al leer el etiquetado, con asombro descubrí que era importada de un país hermano de Sudamérica.
No entiendo y desconozco el motivo por qué esta gran industria no prefiere y envasa nuestro producto nacional, ayudando así a nuestros esforzados compatriotas.
Luis Toledo Valdés