Alerta en la educación técnico-profesional
Los estudiantes de ese nivel no han podido realizar talleres de práctica esenciales en su formación para la actividad laboral futura. La gravedad del problema se puede graficar en números: de 38 semanas de clases consideradas en el calendario escolar, los alumnos han perdido 31 sin aprendizaje práctico.
En muchos niveles de la educación, desde básica a universitaria, se ha logrado avanzar pese a las necesarias restricciones propias de la pandemia mediante clases online. No es lo mismo. Lo tradicionalmente presencial logra el mayor impacto entre los estudiantes. Además, los sistemas virtuales no están al alcance de todos por razones que van desde lo económico hasta lo técnico.
Pero esta falta de clases presenciales es gravísima para los estudiantes del nivel técnico profesional de tercero y cuarto medio, en total 13.727 alumnos, que representan un 31,9% del total de ese rango en la Región de Valparaíso.
Debido al cierre de las aulas se han visto privados de la realización de talleres de práctica, el nervio mismo de su formación, pues en esa actividad asumen la realidad y los desafíos concretos de sus futuros trabajos.
La gravedad del problema es reconocida por Patricia Colarte, seremi de Educación. Afirma que "la educación técnico-profesional es prioridad para el Gobierno, sin duda la suspensión de clases presenciales producto de la pandemia para esta modalidad ha causado un fuerte impacto para los alumnos que han visto impedido ejercer sus actividades de práctica y el desafío de dar continuidad para el aprendizajes ha sido mayor".
La delicada situación se puede graficar en números, pues de un total de 38 semanas de clases considerado en el calendario escolar, los alumnos del mencionado nivel han perdido 31 sin aprendizaje práctico. Totalizando a nivel nacional, los estudiantes de los dos últimos cursos de su formación escolar han perdido casi la mitad de horas de su preparación específica.
Ilustrativo en esta carencia es el caso de los estudiantes de gastronomía, de alta matrícula, quienes no han tenido el 76,5% de horas prácticas, actividad fundamental en ese rubro.
La seremi de Educación informa que los establecimientos técnico-profesionales de la región podrán ahora retomar sus clases y horas prácticas "en un proceso seguro, gradual y voluntario".
La seguridad sanitaria es esencial, pero también es fundamental la calidad en la entrega en la docencia práctica, base para el éxito de los futuros egresados como trabajadores o emprendedores.
Hay que recuperar el tiempo perdido, la vocación y la motivación de los alumnos, evitando que las largas pausas en el proceso docente signifiquen frustración o deserción para terminar ingresando al mundo del trabajo sin mayor preparación.
Se insiste en que la meta para los jóvenes no está solo en la universidad, sino que también está en la formación técnico-profesional, que ahora nos alerta con una carencia que debe ser abordada quizás modificando programas, pero también entregando medios materiales que permitan suplir la brecha docente de tantas semanas sin clases.