Luces rojas en las vías del Merval
Cambios administrativos en el servicio ferroviario local desatan críticas y se reiteran demandas por la extensión de los recorridos. Pedro Pablo Errázuriz justifica las medidas como un esfuerzo para sumar experiencias de los diversos servicios dependientes de EFE, que controla, además de Merval, sistemas de trenes locales en Santiago y Concepción.
Fuertes críticas de parte de consejeros regionales ha recibido el anunciado proceso de reestructuración administrativa de Merval, el que, afirman, sería un paso atrás en la descentralización al restar funciones a la operación local.
El presidente de EFE, Pedro Pablo Errázuriz, en declaraciones publicadas en este Diario el domingo pasado, sostiene que Merval no pierde autonomía. "Todo lo contrario, creo que va a ganar. Va tener para las cosas que son esenciales para el servicio mucho más tiempo y más dedicación", sostiene. Insiste en que el proceso "es descentralizar con fuerza en todas aquellas cosas que son críticas para la operación y unificar en todas las cosas que son comunes y que permiten hacer más eficiente el sistema y con una mejor cobertura y un mejor procedimiento".
Con esta afirmación, Errázuriz justifica las medidas como un esfuerzo para sumar experiencias de los diversos servicios dependientes de la Empresa Ferrocarriles del Estado (EFE), que controla, además de Merval, redes de trenes locales en Santiago y Concepción.
Pero Manuel Murillo (PPD), presidente del Consejo Regional, afirma que Merval "a pesar de que es muy bueno, no tiene la capacidad ni las herramientas para poder tomar decisiones en lo que la región necesita, especialmente en las nuevas líneas que hemos discutido por tanto tiempo, como la extensión Limache-La Calera". Eso es cierto y el temor es que con la nueva estructura las decisiones se alejen aún más de la región, prolongándolas por años, como la citada extensión y el impresentable caso de la Estación Valencia.
El consejero Manuel Millones, ex UDI, defiende la autonomía de Merval y recuerda que "ha tenido varios aciertos en términos tecnológicos para mejorar el servicio, pero EFE o el ministerio (de Transportes) no ha otorgado el financiamiento para reponer y ampliar la frecuencias de los carros; el mejoramiento del sistema eléctrico o fondos para reponer o mejorar las estaciones".
Francisco Bartolucci, presidente del directorio de Merval rechaza las críticas afirmando que "no perdemos autonomía en nada de lo que son nuestros procesos internos, y en los integrados también tenemos participación".
Lo cierto es que la medida de reorganización administrativa aparece como un retroceso dentro de la tan necesaria descentralización del país. Peligrosa señal, luz roja en medio de las vías. Por otro lado, la concentración en las decisiones podría ser un avance hacia una estructura burocrática de grandes dimensiones como fue la fenecida Empresa de los Ferrocarriles del Estado.
La inquietud de los consejeros regionales es legítima y merece atención cuando está en juego un proceso nacional de descentralización y, en concreto, un servicio de transporte público reconocido por su eficiencia, pero lento ante la demanda por la extensión de sus servicios.