Derechos humanos de adultos mayores
El caso de un "hogar" clandestino que albergaba a 15 personas de la tercera edad muestra el abandono de ese creciente grupo etario. La atención a los mayores exige una política integral, sin descuidar lo afectivo. Es un hecho, por ejemplo, que hay muy pocos geriatras, en circunstancias que las especialidades médicas logran exitosamente prolongar la existencia.
"Estaban totalmente solos, no había nadie que los cuidara". Así describe Jorge Cafena, director de Seguridad de Viña del Mar, la crítica situación en que se encontraba un grupo de 15 adultos mayores residentes en un "hogar de ancianos" ilegal situado en pleno centro.
En verdad la palabra "hogar" es demasiado generosa para calificar a ese recinto, más allá de las condiciones de ilegalidad en que funcionaba. Hogar supone mucho más que un techo, supone cariño, cuidado, atención, especialmente cuando se trata de personas de la tercera edad.
La existencia de este recinto fue detectada debido a denuncias de vecinos que llamaron a Carabineros ante gritos de los residentes. Para acceder al inmueble, de buena calidad, calle Dos Norte, a metros de Los Castaños, se recurrió a Bomberos. La cuidadora, apareció posteriormente. Había salido de compras…
Este grave caso fue abordado por la autoridad de Salud que determinó el traslado de dos de los 15 ancianos a hospitales de Quintero y Limache, donde quedaron en buenas condiciones. Y todo esto en medio de la pandemia. La tarea ahora es ubicar a familiares para que asuman sus responsabilidades.
No es primer caso, informa Cafena. Este año se han descubierto "hogares" funcionando ilegalmente en Jardín del Mar y en Los Pinos.
Esta situación es la punta del iceberg. Una realidad que afecta a un importante grupo de adultos mayores albergados en recintos de acogida que no reúnen condiciones para su atención. Hay familias que se separan así de sus parientes de la tercera edad, pues no tienen capacidad o voluntad para atenderlos.
Se debe reconocer que existen establecimientos calificados para acoger a personas mayores, públicos, muy pocos, y numerosos privados de condición comercial. Destacan, además, otros bien atendidos por religiosas como las Hermanitas de los Pobres, histórico de Viña del Mar.
El problema de la atención a los mayores exige una política integral que considere desde vivienda hasta salud, sin descuidar lo afectivo. Es un hecho, por ejemplo, que hay muy pocos geriatras, en circunstancias que muchas especialidades médicas logran exitosamente prolongar la existencia, pero esa prolongación de la vida tiene escasa atención focalizada.
Dentro de la situación de los adultos mayores está presente el tema económico, las bajas pensiones y el alto costo de los medicamentos, pero lo económico puede tener solución con diversos apoyos y ajustes presupuestarios.
Mucho más complejo, más profundo, es despertar el ánimo, la voluntad de la sociedad de asumir integralmente la responsabilidad que significa un creciente grupo de personas que no pueden quedar en el abandono entregadas a su suerte en establecimientos donde la rentabilidad se impone sobre la dignidad y se olvidan, sistemáticamente, los derechos humanos.