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La Reina, "The crown" y 52 años de su recordada visita

La llegada de la soberana británica y su esposo el Príncipe Felipe, el jueves 14 de noviembre de 1968, revolucionó Valparaíso y Viña del Mar, donde miles de personas se aglomeraron para saludarlos.También hubo anécdotas, perros callejeros, y se instalaron algunos mitos.
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Justo cuando los cautivos de la serie "The Crown" de Netflix retomaron el trasnoche de la cuarta temporada, que abarca desde 1979 hasta 1990, y se filtró la molestia de la familia real por la forma en que trata la relación entre el Príncipe de Gales y Lady Diana Spencer, se cumplieron 52 años de la visita de la Reina Isabel II a Valparaíso, el 14 de noviembre de 1968, en el marco de la gira de una semana que ella y su esposo, el Príncipe Felipe de Edimburgo, realizaron a Chile, invitados por el Presidente Eduardo Frei.

Los conflictos y la tragedia eran una idea sin nombre "en la usina de las noches" cuando el avión de la Royal Air Force que traía la pareja real desde Brasil aterrizó en Pudahuel a las 14.27 horas del lunes 11. Tras recibir los saludos y honores de rigor, se trasladó con el Presidente al centro de Santiago y lo recorrió a bordo del Ford Galaxie 500 XL negro, descapotable, que traía la soberana británica y que se quedó en Chile a modo de regalo.

Desde el congreso hasta el clásico

Un acto de bienvenida en la Plaza de la Constitución marcó el inicio de la visita oficial, que se concentró en Santiago y Valparaíso, para concluir tras un tiempo de descanso en Pucón, durante la cual la Reina y el Príncipe se multiplicaron para asistir a un sinfín de actividades. Estuvieron, entre otros lugares, en el Congreso Nacional y en el Palacio de los Tribunales; asistieron a un almuerzo campestre con platos típicos, entre ellos pastel de choclo, y a una presentación del Cuadro Verde, además de ofrecer una recepción al Presidente y su esposa en la residencia del embajador británico.

Aparte de visitar el Grange School y el Instituto Chileno Británico, y de reunirse con la comunidad residente, la Reina estuvo en la Escuela N°139 Inglaterra junto a la Primera Dama, María Ruiz-Tagle; inauguró el Centro Anglo Chileno del Inacap, plantó un mañío en el cerro Santa Lucía y terminó la jornada junto a su esposo en el Clásico Universitario en el Estadio Nacional, no sin antes asistir a la mítica cena privada en la casa del Presidente Frei, Hindenburg 683.

"Fue un acontecimiento como pocos en la historia de las visitas oficiales de autoridades extranjeras a nuestro país" porque "rara vez una visita de Estado es recibida en las residencias particulares de los presidentes, mucho menos una monarca de estatura mundial como la Reina Isabel II", refiere el archivo histórico de la hoy Casa Museo Eduardo Frei Montalva.

La idea fue del director de Protocolo de la Presidencia, Mariano Fontecilla, como fórmula de reemplazo de otra que representaba dificultades logísticas. Asistieron, incluyendo a la pareja real y los anfitriones, sólo cinco matrimonios.

Luego de la cena y del Clásico Universitario, la Reina y el Príncipe se retiraron a descansar al Hotel Carrera, que como se sabe fue su alojamiento de emergencia luego de que a un mes de su llegada se incendiara el Palacio Cousiño, en plenas faenas de hermoseamiento para recibirlos.

En su libro Al servicio del estado. Mariano Fontecilla de Santiago Concha. Un diplomático de noble cepa, Valeria Ortiz Tello relata que el director de Protocolo decidió que se decorara con finos muebles y obras de arte europeos, para lo que "contactó a las familias más empingorotadas de Santiago, rogando que tuvieran la buena voluntad de prestar mesas, sillas, escritorios y cuadros con esas características", y así logró su cometido.

Una multitud en valparaíso

La Reina y su esposo llegaron el jueves 14 a las 11 de la mañana en un avión Andover a la Base Aérea de Quintero, procedentes de Cerrillos, y tras recibir los saludos correspondientes, se trasladaron en vehículo hasta el Arco Británico de Valparaíso, donde el alcalde Juan Rodríguez les dio la bienvenida y los declaró ciudadanos ilustres.

Luego de una caminata de unos 100 metros hasta el monumento a Lord Cochrane -durante la cual la muchedumbre que quería verla de cerca puso a prueba a los carabineros y encargados de seguridad que no instalaron cordeles de contención-, la soberana británica se dirigió en el auto descapotable hasta la Plaza Sotomayor, donde junto al Príncipe rindió homenaje a los héroes de Iquique y recorrió la cripta donde están sepultados.

la pareja real se aleja de la plaza sotomayor tras rendir homenaje a los héroes de iquique y visitar su cripta.

Rosa Zamora Cabrera

rosa.zamora@mercuriovalpo.cl