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También proyecta que el Presidente que gane la próxima elección va a tener muchos problemas para idear su programa, porque no conocerá el diseño institucional en el que descansará su gobierno, toda vez que éste será discutido por la convención constitucional, y recién a mediados de 2022 ese Mandatario tendrá certeza respecto a las nuevas reglas del juego. "Por lo tanto, se genera ahí un espacio de incertidumbre que a la larga puede ser pernicioso para la administración que entre en marzo del año 2022".

En el mismo sentido se pronuncia el analista político y académico de la Universidad Andrés Bello, Felipe Vergara, quien hacer ver que este año "va a ser tanto o más atípico que el 2020. La pandemia seguirá, al menos durante el primer semestre, y tendremos un gran número de elecciones todas marcadas de mayor o menor forma por la nueva Constitución, y en ese escenario todo puede pasar". Le parece evidente que la convención constituyente va a incidir fuertemente en la agenda de los candidatos presidenciales "y ello debiera dañar más a la derecha que al resto. Los temas constitucionales siempre han sido incómodos para ChileVamos y la traslada a una época muy oscura de la historia de Chile".

Posibilidades de la derecha

Los analistas también examinan las posibilidades electorales de la derecha, que volvió al poder por primera vez en medio siglo en 2010 con Sebastián Piñera y se repitió en 2018, aun cuando experimenta una estrepitosa pérdida de apoyo. ¿Existe alguna posibilidad de que se mantenga en La Moneda, en ese escenario y tras los hechos de octubre de 2019? ¿De qué dependerá?

Para Felipe Vergara el escenario está muy abierto, independientemente de la baja aprobación que tiene el Presidente, lo que "en nada le quita posibilidades a la derecha de mantenerse en el poder". Recuerda que la expresidenta Bachelet, en su primer gobierno, no pudo entregarle la banda a Frei, pese a la alta popularidad que tenía. En este caso, dice, por sobre el gobierno, están los candidatos y en la derecha hay varios, y alguno con vasta experiencia en campaña. "Si como Chile Vamos se logran unir bajo un candidato, es probable que puedan mantenerse en el poder".

El académico de la Universidad de Talca, doctor en Ciencia Política, hace ver que si se observan las encuestas de opinión y se constata que Lavín y Matthei son competitivos tanto en un escenario de primera como en segunda vuelta, y por otra parte que en el polo de izquierda, con el Frente Amplio, el Partido Comunista y el Partido Humanista, por lo menos hay dos figuras con alto apoyo popular -Jadue y Jiles- "en ese contexto de candidaturas polarizadas la centroderecha y sus candidatos, corren con ventaja". Eso porque considera mucho más natural que los sectores moderados voten por ejemplo a Lavín, "porque su estrategia política ha sido de aproximación constante a los electores moderados, a que lo hagan, y que sea creíble, Jadue o Jiles".

En consecuencia, plantea, si no emerge una candidatura competitiva de centroizquierda, a partir de las colectividades que integran Unidad Constituyente, "el camino para que la centroderecha se quede con la próxima elección presidencial está bastante avanzado. Y podríamos llegar a la tremenda paradoja de tener un gobierno con el 7% de aprobación, pero que sea capaz de ganar una próxima elección, dando una inédita continuidad a la centroderecha a cargo del Gobierno".

Eso, complementa, depende de la o las candidaturas que aparezcan desde el centro o de la centroizquierda, de cuán civilizado sea el proceso para escoger el candidato de centroderecha -"sabemos que las primarias dejan muchos heridos en el camino"- y de la madurez de la coalición. Porque cualquiera sea el candidato que llegue a noviembre, para ganar necesita el apoyo unánime del conglomerado. "Por lo tanto, el segundo factor determinante es la disciplina de Chile Vamos ante la primaria".

Y en tercer lugar depende en su opinión de la fuerza y la capacidad de los candidatos de izquierda para aproximarse a los electores moderados o de centro. "A un comunista como Jadue le es muy difícil llegar a esos electores. Es casi antinatural para un elector moderado votar por Jadue. Y es más antinatural que un elector moderado con cierto grado de identificación en el eje partidario en alguno de los pactos en competencia, vote por Jiles, ya que ella representa lo opuesto. Es decir, una candidatura que está más cercana al populismo que a algo establecido".

¿la derecha con un solo candidato?

En cuanto a si el oficialismo enfrentará las presidenciales con un solo candidato, al académico de la UNAB, doctor en Comunicación Organizacional, le parece que a estas alturas es un misterio con dos aspectos a dilucidar: "Por un lado, si Lavín participase de unas primarias internas de la UDI con Matthei o se retirara del partido y fuera directo a la papeleta. En su caso, la situación es compleja, si va a primaria es posible que pierda frente a la alcaldesa de Providencia; pero si va directo, tiene mayores posibilidades de llegar a la presidencia que Matthei, particularmente por el tipo de votante que hay en una primaria respecto de una presidencial. Sin embargo, independiente de eso, habrá primarias legales en Chile Vamos, de ahí saldrá un candidato, pero dudo que José Antonio Kast se sume a ellas y Lavín, como dije, está en veremos".

Mauricio Morales piensa que si la derecha quiere reeditar un triunfo electoral, debe competir sí o sí con un solo candidato. "Si bien es cierto que al frente va a tener tres eventuales candidatos en la primera vuelta, eso no puede ser motivo para que la centroderecha abdique de una primaria y que sus candidatos avancen directamente a una primera vuelta. La señal de disciplina y de un cronograma suficiente como para que el candidato o candidata tenga los apoyos necesarios para seguir avanzando en la carrera presidencial, dependen de que se proceda con una primaria. No por el hecho de que al frente haya desorden tienen que perder la oportunidad de reelegirse en el poder".

Opina que ir a una primera vuelta con más de un candidato "sería un tanto suicida si es que en la próxima elección uno de los factores que van a considerar los electores al momento de emitir su sufragio, refiere al orden que represente cada una de las coaliciones. Y hoy, la centroderecha en una situación crítica, con un gobierno del 7%, exhibe mayores niveles de orden, por lo tanto es la oportunidad para que logren elegir a un solo candidato y que todos los partidos se coloquen detrás de él para ganar esas elecciones de noviembre".

Los grandes desafíos de unidad constituyente

Los analistas coinciden en el sentido de urgencia que demanda el posicionamiento de una figura competitiva del pacto Unidad Constituyente -partidos por la Democracia, Radical, Socialista, Demócrata Cristiano, Progresista y Ciudadanos- de cara a la presidencial de noviembre. ¿Peligra salir tercera si no lo logra?

"Hoy por hoy, los partidos de la Unidad Constituyente arriesgan quedar terceros en la primera vuelta porque ninguna de sus figuras ha sido capaz siquiera de aparecer como competitivo en una eventual elección presidencial. Su gran problema es que los plazos se van acortando y el 4 de julio ya son las elecciones primarias", expone Mauricio Morales.

Argumenta que si el sector compite con candidatos débiles, "no hay ninguna razón para pensar que el ganador de esa primaria será una candidatura fuerte y capaz de movilizar las históricas bases de esa centroizquierda. Y ese riesgo de llegar tercero está latente porque las candidaturas de izquierda son fuertes".

Pero, añade, este escenario es viable "si y sólo si las candidaturas de izquierda logran someterse a una primaria y sacar a un candidato único. El riesgo de la Unidad Constituyente de llegar tercera, depende también del grado de coordinación de la izquierda. Si va con un candidato débil y la izquierda va con dos candidatos, es probable que llegue segunda y pueda avanzar a segunda vuelta. Pero si la izquierda va unida tras un solo candidato la situación se pone más peligrosa. Unidad Constituyente hoy no depende de sí misma para ganar, y esa es la situación más compleja que enfrenta un pacto a esas alturas del partido".

Felipe Vergara también visualiza aquí una carrera contra el tiempo. Piensa que la centro izquierda debe trabajar rápido en las internas de sus respectivos partidos para pasar pronto a la siguiente fase. "Ello debiera ayudar a evitar conflictos y si trabaja eficientemente podría salir fortalecida; sin embargo, hay que consignar que la oposición no ha sabido aprovechar las infinitas oportunidades que le dio este gobierno para unirse y actuar como bloque. Puede ser un tema de pugnas de poder, de egos u otro componente, pero no deja de sorprender que ante un gobierno tan débil como el actual, la coalición opositora no tenga hasta hoy, candidatos perfilados en lo alto de las encuestas", sostiene.

Señala que hay buenos nombres, personajes conocidos y que han mostrado experiencia en temas políticos, pero no basta con eso. "Aún se observa una cierta orfandad dentro del sector y la falta de liderazgos que puedan convocar a todas y todos, como es el caso de Bachelet y Lagos. Ambos siguen siendo tan potentes que inconscientemente no dan espacio a nuevos rostros y en política las comparaciones son odiosas", cosa que a su parecer no ocurre hoy en la derecha con el exiguo respaldo que exhibe.

El nuevo orden del frente amplio

Con respecto al Frente Amplio, que ha sufrido deserciones y exhibe un reordenamiento en sus filas, además de un bullado acercamiento al Partido Comunista, el analista de la Universidad de Talca plantea que ese referente ya no existe como se conoció en 2017, con 20 diputados y un senador.

"Ha sufrido deserciones, han salido partidos completos como el Liberal, y ahora creo yo, esas señales más que de desorden son de orden. Ahora el Frente Amplio va a poder pactar de manera natural con el PC consolidando un polo de izquierda que en el caso de nuestro país no se veía desde el FRAP o la Unidad Popular", remarca.

Por lo tanto, complementa, "si bien este proceso ha significado un desangramiento interno del bloque, ahora sí se puede formar una alianza natural con el PC y es por eso que muy probablemente ambos compitan juntos de aquí en adelante, presentando incluso un solo candidato".

En ese escenario, observa Mauricio Morales, "el problema para el PC no es el Frente Amplio, sino Pamela Jiles, si ella insiste en la ruta de presentarse de manera autónoma a primera vuelta. La invitación que tiene que hacer el PC es la de hacer una gran primaria con el PH y el Frente Amplio para ver cuál va a ser la candidata o el candidato que va a competir en primera vuelta. Creo que si la izquierda no toma esa decisión, consolida la idea de que tiene vocación de oposición en vez de vocación de Gobierno", argumenta.

Felipe Vergara, por su parte, recalca que hoy no ve candidatos dentro del FA, pues los nombres con más respaldo son Jadue y Jiles, ambos fuera de ese conglomerado. "Quizás, levanten un candidato para ir a la primaria, pero asumiendo que no tiene posibilidades. El FA está muy disminuido, la salida del partido Liberal y de dos diputados ex RD les ha pegado fuerte. Tendrán que sumarse a la opción que ofrece el PC y el Partido Humanista, lo que podría traer nuevos quiebres y deserciones en el FA. Se jugaron por una opción política que no se condice con lo que fueron sus orígenes e ideales. Eso al final termina dañando". 2

Pamela jiles, única candidatura fuera de pacto posicionada en las encuestas

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Sobre las figuras que por ahora se plantean por fuera de los pactos tradicionales en las presidenciales, la única posicionada en las encuestas de opinión es Pamela Jiles, quien marca tanto para las primarias de un eventual pacto de centroizquierda como para la primera vuelta, indica Mauricio Morales. Por lo tanto, observa, se constituye en la mejor herramienta de presión que tiene hoy el Partido Humanista para exigir a aquellos partidos que quieran hacer pacto con ellos, cuotas de poder relevantes, "lo que podría traducirse en que, dependiendo de la cantidad de cupos que le cedan para las próximas elecciones locales y nacionales, el PH acepte llevar a Jiles a primarias, o que incluso acepte bajarla". "Si Jiles pensara en el partido, da la sensación de que sería la mejor decisión porque difícilmente gane una elección. Pero conociendo el fuerte componente personalista de su candidatura, es más esperable que su intención sea llegar hasta el final, independiente de la oferta que le hagan desde otros partidos de izquierda. Esa diría yo que es la única candidatura fuera de pacto, que podría incidir en el resultado final", analiza el académico de la Universidad de Talca. Felipe Vergara no le ve reales posibilidades a una figura que vaya por fuera de los pactos. "Las condiciones políticas no están dadas en ese sentido y con ello me refiero a que los niveles de participación siguen siendo muy bajos como para que las cosas cambien de forma tan radical y en ese escenario, el abanico se reduce a lo existente y con márgenes bastante acotados", resume. 2