Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Servicios
  • Espectáculos

Perspectivas económicas: ¿qué podemos esperar del nuevo año?

E-mail Compartir

Los sectores más afectados por la pandemia, como el comercio, el turismo y el transporte aéreo, podrán tener un año de recuperación sólo considerando una evolución sanitaria positiva y una convención social adecuada a nuestros tiempos, donde la sociedad chilena toda se reencuentre".

Terminando ya el año 2020, un año complejo en lo social y económico para nuestro país y en especial para nuestra región, debemos pensar en qué nos deparará el nuevo año. Debemos aguardarlo con mucha esperanza y confiando en que nos traerá mejores cosas y grandes desafíos.

Para poder hacer un análisis proyectivo es necesario contextualizar las apreciaciones y visiones que se expondrán, debido a que estamos en un contexto social y ambiental complejo, considerando lo que se inició con el estallido social en octubre 2019 y la llegada de la pandemia mundial en marzo 2020, dos hechos que han condicionado la vida cotidiana de las personas y el desarrollo económico, ya que llevó a la protección de negocios y posteriormente en confinamiento disminuyó la actividad económica en general, lo que derivó en una disminución de los ingresos familiares (producto principalmente de la pérdida de empleo) y por ende en una baja del consumo, y se ralentizó la economía, cerrándose locales comerciales y de restauración principalmente, como también la casi nula actividad turística. Todo ello llevó a incorporar un concepto que era resistido por muchos actores de las organizaciones, como lo es el teletrabajo, que emergió como alternativa para enfrentar la crisis covid-19, pero hoy podemos decir que llegó para quedarse.

Partamos con una salvedad: las proyecciones que se puedan realizar estarán influenciados por dos aspectos relevantes, a saber: la evolución de la pandemia y la evolución de la situación política del país. Estos dos factores incidirán en el repunte de la economía el año próximo.

En lo económico, a pesar de las cifras del IPoM del último trimestre 2020, en donde se señala que la economía chilena retrocedería en el año 2020 entre un 5,75% y un 6,25%, las proyecciones a nivel nacional son esperanzadoras, ya que debería darse un rebote y la economía debería crecer entre un 4,5% y 5,5% durante este año, aunque hay optimistas que consideran que el crecimiento sería superior al 5,5%. Todo ello, dependiendo de la evolución de la pandemia y que podamos pasar de fase 2 hacia adelante durante el primer semestre, más aún que las primeras vacunas llegaron a Chile antes de lo esperado y que abre un espacio a proyecciones más optimistas. También estas proyecciones estarán influenciadas por la contingencia política y social, principalmente con un año de elecciones comunales, regionales y nacionales, adicionando la elección de los constituyentes, que permitirá dar una clara señal de confianza en esta convención, que debería terminar con una gran convención nacional, en donde todos nos sintamos representados.

Este escenario más optimista enfrenta riesgos importantes, asociados a la incertidumbre por la que se verá afectada la economía mundial, por lo que se debe hacer con cautela y se debe estar atento a los indicadores económicos y su evolución. Como también a la incertidumbre internacional, ya que siendo Chile un país exportador, las expectativas estarán condicionadas a lo que ocurra con nuestros socios comerciales a nivel mundial.

Según el Banco Central la economía chilena anotaría un crecimiento a un ritmo entre 5,5% y 6,5%, pero advierte que "la economía transita por un proceso de recuperación que enfrenta tanto los desafíos de la evolución de la pandemia como de la situación política tras la crisis social iniciada hace poco más de un año", y de empeorar la situación patrimonial del sector privado "aumenta la vulnerabilidad ante la materialización de escenarios negativos, los que podrían comprometer de forma significativa la recuperación de la economía y tener consecuencias severas sobre el bienestar de las familias y la viabilidad de muchas empresas".

Ahora bien, los sectores más afectados por la pandemia, como lo son el comercio, el turismo y el transporte aéreo, podrán tener un año 2021 de recuperación, sólo considerando una evolución positiva de la pandemia y una convención social adecuada a nuestros tiempos en donde la sociedad chilena toda se reencuentre.

Sin embargo, debemos ser conscientes que la crisis social y de la pandemia tendrán efectos más a largo plazo y, por ende, los efectos serán de lenta recuperación; los costos de esta crisis los están pagando las personas sea por la pérdida de sus empleos con la consiguiente disminución de ingresos, cierre y quiebra de pequeños emprendimientos y negocios. Debemos recuperar la producción, a través de la inversión productiva que permita relanzar una economía que ha sufrido, en especial las PyMEs que son las que generan mayor cantidad de empleo. Para ello es fundamental que el capital se vuelva a poner al servicio de la sociedad a través de una inyección de este en inversiones que permitan generar nuevos empleos y con ello ingresos para las familias que puedan consumir responsablemente y con ello relanzar el ciclo virtuoso de la economía en donde la inversión genere renta a través de recuperar el consumo.

A nivel regional, la situación puede ser menos prometedora, ya que su economía se basa en el comercio, la restauración, los servicios y el turismo, sectores que seguirán dependiendo de la evolución de la pandemia primordialmente. Por lo tanto, si la vacuna permite mitigar los efectos nocivos del covid, estos sectores podrán volver a reabrir sus puertas y servicios que permitan disminuir el desempleo y ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas.

Los desafíos para el 2021 estarán sustentados en una nueva sociedad que ha aprendido de todo lo acontecido desde octubre 2019, en donde la sociedad civil ha mostrado sus principales expectativas y problemas que es urgente buscar soluciones durables que permitan generar un nuevo contrato social para una convivencia social acorde a los nuevos tiempos. Además, la pandemia nos ha mostrado la vulnerabilidad del ser humano y nos ha permitido pensar que la vida es más que el trabajo y la búsqueda de logros materiales, sino debe armonizarse con espacios de distracción, vida en común y que no se necesitan tantos bienes para ser feliz. Sin perjuicio de aquello, considero que podemos esperar una mejora en los niveles de desempleo, sin volver a cifras como las que estábamos acostumbrados, ya que el cambio en el mercado del trabajo nos llevará a mantener la flexibilidad laboral y el teletrabajo. 2

Doctor en Ciencias Económicas y de Gestión Universidad Católica de Lovaina. Profesor de la Escuela de Comercio, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

"