LA REGIÓN MÁS TRANSPARENTE Sobreviviente Designado
POR DON MILTON POR DON MILTON
Si algo debiésemos destacar del seremi de Salud, Francisco Álvarez Román (Santiago, 1986), es, primero, su timing para que le tocaran las peores crisis de la historia de la Región cuando él estaba a cargo; y, segundo, su eximia capacidad e histrionismo para que sus intervenciones públicas terminasen convertidas en memes. Botones de muestra: 1) el día en que se tapó la cara con ambas manos luego de que lo escupieran cobardemente y le tiraran monedas en Quintero durante el desastre medioambiental del año 2018; 2) posando con lentes especiales para avistar el eclipse total solar de 2019; 3) fiscalizando con gorra sanitaria algún punto equis de la Región, de preferencia heladerías; y 4) intentando surfear olas en alguna playa del litoral con un traje un tanto ajustado.
Militante de Renovación Nacional, químico farmacéutico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, autodefinido en Twitter como "colocolino, institutano y surfista", Álvarez ha sido, sin lugar a dudas, uno de los grandes referentes y hallazgos (tanto por sus virtudes como por sus defectos) de este aguachento Gobierno Regional del intendente Martínez, al cual llegó como recomendado del senador Chahuán.
Primero, seamos justos, cabe destacar la capacidad de resiliencia adquirida, luego de haber sufrido cual punching ball de boxeador mexicano los duros primeros meses de aterrizaje en la escena política, instancia en la cual incluso llegó a ser destituido por diez días tras una supuesta falta de horas académicas en su currículum, además de basureado una y otra vez por los alcaldes de la zona por casi cualquier motivo.
Segundo, también es destacable su inteligente deschahuanización del último tiempo, tras la que ha mostrado no ser una mera herramienta de terceros, sino más que una promesa después de la crisis del covid-19 en la que debe ser la pesadilla más horrorosa de un seremi de Salud en la historia sanitaria de la región y el país.
Tercero, y si de loas se trata, salvó con honores y sin muchos llantos, luego de haber estado internado en estado grave afectado por el covid-19, cuestión agravada por su condición de asmático, período en el que fue reemplazado de forma más que correcta por el exseremi Jaime Jamett.
Es más, con toda seguridad Álvarez debe haber dado las mejores frases y citas para la galería después de su salida de urgencias ("Tuve que aprender a comer, hablar y sonreír"; "Dios me dio una segunda oportunidad") y hasta se dio el lujo de pasarle un parte al Presidente Piñera por no usar mascarilla en Cachagua.
Ahora, vamos a las críticas constructivas, que de eso se trata finalmente todo esto: para dejar de ser el "seremi Panchito", como es cariñosamente conocido en la zona, es menester desprenderse de la ingenuidad y la obsecuencia propia del actual gabinete regional, y aprender a aletear solito.
Asimismo, y citando al "Zafrada", es necesario mejorar su "hablamiento" y dejar de lado (al menos, de forma privada) su sentir oficialista para ejercer con mayor propiedad sus opiniones políticas, sociales e intelectuales, que no tienen mucho que envidiarle a nadie y menos en esta Región.
Si bien ha sabido sacarles partido a los memes, que lo han catapultado en su popularidad, debe entender que futuras ambiciones (¿una diputación, quizás?) exigirán pantalones largos.
Cual Kiefer Sutherland en la serie "Sobreviviente designado" de Netflix, "seremi Panchito" pareciera estar siempre en el lugar y la hora incorrectas. Ahora, ello no tiene por qué ser un demérito. Al contrario, Tom Kirkman (el ingenuote personaje interpretado por Sutherland) hasta terminó a cargo de la Casa Blanca.