Lucy Briceño: La primera dama de la cueca porteña celebra sus 90 años
MÚSICA. La multifacética artista que ha cultivado la tradición musical por más de 50 años, llegó a ser reconocida como Tesoro Humano Vivo y aún sigue cantando.
Noventa años cumplió ayer Lucinda Gioconda Briceño Riquelme, más conocida como Lucy Briceño o la "tía Lucy", una de las principales cultoras de la cueca porteña gracias a una trayectoria de más 50 años dedicada a este ritmo, y que le valió el reconocimiento de Tesoro Humano Vivo el 2017 y ser llamada la Reina de la Cueca porteña.
Nacida y criada en Valparaíso, su padre fue Manuel Briceño, un hombre proveniente del cerro Ramaditas, y su madre Margarita Riquelme, oriunda del puerto de Antofagasta. Fueron ellos los que atisbaron en su hija de 8 años un talento prematuro para el baile.
En 1966 Lucy Briceño, junto a su pareja Armando Hernández, ganó el concurso nacional "Chile Múltiple" en el Casino de Viña del Mar. Fue el momento que "más me quedó grabado" recordó ayer en plena celebración cuando se dio un tiempo de conversar con este Diario, pues salió Campeona Nacional de Cueca: "Fue muy bonito, es lo más agradable que yo he recibido en mi vida".
El galardón incluía la posibilidad de integrarse en el elenco de artistas estables del Casino por las próximas temporadas. De esta manera conoció a figuras del folclor internacionales y del país en sus recorridos por Chile, Perú y Argentina.
Reina de la cueca
Fue así como una joven Lucy Briceño empezó a acercarse de a poco al canto en las reuniones que tenía con amigos y familiares. Interpretaba rancheras en el Rincón Mexicano, local ubicado en la esquina de Morris con Colon, en donde a principios de los '70 ganó un concurso de canto, iniciando así su carrera de cantante. Primero se sumó a Los Sureños con un repertorio compuesto de tonadas, música mexicana y cueca.
La tensión social y política que había en los primeros años de dictadura acabó rápidamente con la vida nocturna del Puerto, lo cual atrasó el despegue de la carrera de Lucy como intérprete. Entrando a la década de los '80, los compañeros de la cantante se van al extranjero, por lo que rearma el grupo con músicos como Elías Zamora, Raúl Olivares y Osvaldo Gajardo, entre otros, pasando a llamarse Lucy Briceño y Los Sureños.
En 1991 sacan el primer lugar en el VI Festival de Cueca y Tonada Inédita. Alberto Rey, interesado por la actuación del conjunto, lleva a sus integrantes a grabar a Sony Music en Santiago, dando origen a un disco que sería lanzado como el primero de Los Paleteados del Puerto.
Legado en vida
En su carrera musical, Lucy Briceño ha participado a lo largo de su vida en varios eventos relacionados con el folclor, partiendo con los encuentros en la histórica cuna de música popular como es La Isla de La Fantasía, y siempre marcando presencia en los lugares más importantes de la cueca en Valparaíso, convirtiéndose en una de las principales promotoras de los espacios donde se cultivan los géneros musicales del vals peruano, bolero y cueca.
Uno de ellos es el Rincón de las Guitarras, un restaurante y peña folclórica porteño en que la intérprete ha concurrido habitualmente para realizar sus presentaciones. El dueño del lugar, Jaime Morales, explicó que gran parte de la temática del recito se debe a Lucy.
"No es sólo una cantante no más del local. Tiene una amistad con mi padre de 45 años y la verdad es que es un emblema importante, un bastión fundamental del local. Desde un principio, cuando nace el Rincón de las Guitarras, ella impulsó a mis padres a que fuera un local típico de cueca, folclor, tango, bolero y vals peruano. Motivó a mis padres a que sea algo típico porteño", comentó Morales, rememorando que ella "nos dio esperanzas cuando no existían en un principio".
Para él es la tía Lucy, porque "ella ha suplido la carencia nosotros de tías naturales", y la describió como "un espectáculo, tiene un ángel, un encanto, una facha (...). Es increíble, nunca la vas a ver con un aro que no le combine con los zapatos, siempre bien compuesta". "Siempre con una talla a flor de labio, es simpatiquísima, generalmente almorzamos juntos y soy de los que se ríe de todo, es muy rápida de mente para ese humor que tiene ella", acota.
Morales distingue el aporte que ha dejado la artista en la región y el país: "Yo creo que va a dejar un legado bohemio, no el del asalto y la pelea que vivimos en Valparaíso, sino el de la bohemia antigua, de la cueca típica sobre todo. También el legado de la simpatía de poder darles cabida a los jóvenes, el de compartir una mesa con quien sea. Como eran los viejos de antes que te enseñaban las canciones, los cantantes, los mejores acompañantes. Nos va a dejar la transversalidad musical, que pudo transmitirnos nuestras raíces y que el folclor nos pertenece a todas y a todos".
Tesoro humano vivo
Hace tres años que Lucy pasó a ser considerada Tesoro Humano Vivo por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. La seremi del ramo, Constance Harvey, manifestó que "hemos reconocido en varias oportunidades la relevancia que tiene Lucy Briceño como parte de nuestro patrimonio inmaterial y, de manera particular, hemos trabajado para que este importante legado se pueda proyectar a futuro, conectando a quienes son portadores de estas tradiciones con las nuevas generaciones de músicos que en Valparaíso han sabido desarrollar su trabajo creativo, valorando el pasado".
La autoridad agradeció el trabajo y disposición de Lucy de "ser parte de las diferentes iniciativas y realmente esa vitalidad y vigencia que ha demostrado a sus 90 años, subiendo a escenarios. Es algo que, sin duda, nos motiva a todos a seguir trabajando por el arte y la cultura". Una de las últimas actividades públicas que tuvo Briceño fue en la celebración del Día de la Música que se realizó el 12 de octubre de 2019 en plaza Sotomayor.
Por ahora, la reina de la cueca porteña vive en la ciudad que la vio crecer, y la pandemia no la ha hecho perder la calma. "Me siento bien, tenemos que estar todos tranquilos por la situación que estamos viviendo", dijo; y al detenerse a pensar sobre su carrera se siente "agradecida de Dios, porque a estas alturas, con mis 90 años, aún estoy cantando, me valgo por mí misma y no estoy enferma de nada", finalizó.
"(Me siento) agradecida de Dios, porque a estas alturas, con mis 90 años, aún estoy cantando, me valgo por mí misma y no estoy enferma de nada".
Lucy Briceño, Cultora de Cueca y Tesoro Humano Vivo
"Realmente esa vitalidad y vigencia que ha demostrado a sus 90 años, subiendo a escenarios, es algo que sin duda nos motiva a todos a seguir trabajando por el arte y la cultura".
Constance Harvey, Seremi de las Culturas