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Franja electoral contrarreloj para multitud de candidatos

Ad portas de las elecciones de convencionales constituyentes el próximo 10 y 11 de abril, expertos comunicacionales analizan el desigual contexto de la campaña en la pantalla chica, así como los controversiales casos que han surgido desde algunas postulaciones.
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Exactamente a las 20:45 horas, se detienen los noticieros u otros programas, y en cadena nacional se inicia la franja electoral correspondiente a los candidatos a convencionales constituyentes que redactarán por dos años la nueva Constitución del país. El primer segmento, conformado por los postulantes indígenas, parece un collage de nombres: muchos de ellos solo tienen uno o dos segundos para aparecer en pantalla, por lo que es dificultoso ver quiénes son. Más todavía conocer sus posturas políticas.

Lo mismo se repite en el de los independientes. Allí hay varios candidatos que comparten tiempo para poder hablar más. De estas agrupaciones, una de las más notorias es la "Lista del Pueblo", la cual se enfoca en mostrar mensajes que señalan: "libertad a los presos políticos de la revuelta".

A diferencia de lo anterior, en los segmentos de los partidos se percibe la mayor disponibilidad de tiempo, con candidatos que alcanzar a expresar aunque sea un breve párrafo con sus ideas. También se caracterizan por las apariciones de dirigentes políticos o presidenciables, como Pamela Jiles y Joaquín Lavín, rostros que explicitan su apoyo a las correspondientes postulaciones. Finalmente, tras alrededor de 25 minutos, la franja concluye y cada canal vuelve a la transmisión regular.

Mensajes de un segundo de duración

Para el periodista y docente de la Escuela de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) Claudio Elórtegui, es necesario replantear cómo se realiza este segmento televisivo, actualizándolo a los intereses y las exigencias de la ciudadanía.

Observa también que la franja no ha cambiado mucho en su lógica partidista desde los años noventa, incluyendo el ecosistema comunicacional, las dinámicas de las votaciones -de obligatorias a voluntarias- y una ciudadanía menos activa. Además, menciona lo insostenible que se ha mostrado la organización del alto número de candidaturas y pactos con la distribución del tiempo, y hace ver que en la elección de constituyentes existen 79 listas distintas.

"Evidentemente, quien tiene más tiempo, presentaría una ventaja para exponer contenido persuasivo más elaborado. Pero como aquello no está siendo bien aprovechado por las coaliciones, que tienden a homologarse, mimetizar su origen político y caer en lugares comunes que saturan a la ciudadanía, la franja en sí se hace irrelevante. En tanto, los que tienen segundos a disposición, no pueden sino marcar un nombre y numeración con la letra de la lista y alguna identificación visual", señala.

En esa línea, el director de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Santiago (USACh), René Jara, plantea que el grueso del sistema de tandas de propaganda se realizó en otro contexto, regido por el sistema parlamentario binominal. Además, añade "las redes sociales ofrecen un espacio para la expresión de estas voces, no obstante, su alcance es mucho más masivo y menos extenso que el de los medios de comunicación tradicionales"

"Por las características particulares de este período de campaña, lo que se observa es que buena parte de los trabajos electorales han invertido crecientemente en este ámbito. Sin embargo, lo que se nota desde hace un tiempo en Chile es un uso aún muy cauteloso de las redes sociales, replicando las dinámicas de campaña ya presentes en medios tradicionales. Hay en general poca innovación", lamenta.

Por otra parte, el analista y doctor en Comunicación Organizacional Felipe Vergara, académico de la Universidad Andrés Bello (UNAB), postula que el objetivo de la franja electoral no es el de captar votos, sino de reforzar los ya obtenidos. Esto, debido al acotado tiempo disponible para entregar propuestas. En ese sentido, respalda las palabras de Jara en cuanto a las redes sociales, afirmando que son una muy buena opción para difundir ideas y propuestas, en la medida que su uso sea estratégico.

"Qué significa eso, que se trabaje eficientemente, que se aprovechen las herramientas que entregan las RR.SS. para llegar al elector deseado y no perder tiempo ni recursos en grupos que simplemente no apoyan sus propuestas. Eso no sólo genera una pérdida de recursos, sino también molestia y hasta un efecto boomerang que puede ser peor", explica.

Decisión de voto

Sobre la incidencia de la publicidad en los votos de la ciudadanía, para Claudio Elortegui -quien representó a UCVTV (ahora TV+) en el debate televisivo entre Sebastián Piñera y Eduardo Frei el 2009- la franja sí tiene un grado de influencia. No obstante, "la dispersión de opciones que se hace evidente en el proceso constitucional, con más de mil candidatos, generará que esa influencia sea mínima". No obstante, una excepción de eso son los presidenciables que aparecen en los spots, quienes poseen una presencia significativa por todo el período a costa de los constituyentes.

"Ahora bien, esto puede cambiar si la candidatura constituyente tiene un importante posicionamiento previo, como lo puede presentar una figura apreciada del espectáculo, un ex deportista o

el elevado número de candidatos no sólo incide en la distribución del tiempo en la franja electoral, sino en el grado en que los potenciales electores recuerdan sus planteamientos.

Diego Olguín Bustamate

reportajes@mercuriovalpo.cl