Fragmentación y polarización, el escenario tras la elección en Perú
POLÍTICA. Los votantes deberán elegir en segunda vuelta entre dos figuras que representan posturas extremas. Ninguno alcanzó siquiera el 20% de los votos.
Redacción
Con el 95,7% de las actas escrutadas tras las elecciones del domingo, este martes se ratificó que el próximo presidente de Perú se definirá en la segunda vuelta a realizarse el 6 de junio.
Según la Oficina Nacional de Procesos Electorales de ese país (ONPE), el izquierdista Pedro Castillo obtiene el 19,09% de los votos, aumentando su ventaja sobre la derechista Keiko Fujimori, que se consolida en el segundo lugar con el 13,35% de los sufragios.
En tanto, el ultraderechista Rafael López avanzó a la tercera posición, con 11,68% de las preferencias, desplazando al cuarto lugar al economista Hernando de Soto, que recibió 11,64% de la votación.
De cara a la segunda vuelta, el candidato Pedro Castillo se manifestó partidario de una campaña donde primen el diálogo y las ideas: "Hablemos desde las propuestas, hablemos desde lo que uno necesita. Yo sigo sosteniendo que el Perú necesita un cambio estructural para ya no seguir polarizando al país".
Sin embargo, acto seguido aseguró sobre el balotaje que "esto es una competencia entre los ricos y los pobres, entre la opulencia y el mendigo Lázaro, y veo también una lucha entre el patrón y el peón, entre el amo y el esclavo".
El mal menor
Los resultados de las elecciones del domingo dejan a los peruanos frente a un dilema difícil de resolver. Los dos candidatos que pasaron a segunda vuelta representan a sectores políticos extremos y para muchos ciudadanos el balotaje será para elegir al mal menor.
"No quisiera que gane Keiko", dijo a Efe Claudia, de 24 años, quien admitió que frente a las dos opciones se vería forzada a elegir a la hija del expresidente Alberto Fujimori. "No es algo que yo quisiera. No quisiera ser como Cuba o Venezuela, una dictadura total", agregó.
"Entre izquierda extremista y Keiko, que es un poco de derecha, considero que el mal mejor sería Keiko, por el hecho de que si vamos por la izquierda tenemos ya el resultado con los hermanos venezolanos que emigran a Lima", señaló a la misma agencia Jason Asanjo (24 años).
Fragmentación
Lo ocurrido en los comicios peruanos es motivo de análisis en Chile, que se encamina a unas presidenciales con un importante número de figuras disputando un espacio en la papeleta.
Además del clima de polarización que marcó la campaña peruana y que se mantendrá a juzgar por los dos nombres que seguirán en competencia, otro rasgo característico del proceso ha sido la fragmentación del electorado. Compitieron 18 candidatos, ninguno alcanzó el 20% y el más votado ni siquiera figuraba entre los favoritos.
El analista y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Francisco José Covarrubias, aseguró en T13 Radio que hay similitudes con el proceso chileno. A su juicio, la polarización política "es algo que nos suena conocido". También destacó la fragmentación de las fuerzas en el Parlamento "que hace prácticamente muy difícil de gobernar hacia adelante y que también estamos viviendo en Chile desde el fin del binominal y que pone una gran señal de interrogación respecto a la viabilidad futura para gobernar".
Por su parte, el analista internacional y académico de la Universidad de Chile, Gilberto Aranda, explicó a Emol que si bien los sistemas políticos de ambos países son diferentes, en los últimos años se ha producido un "efecto espejo".
"Muchas cosas que pasan acá primero, después se replican allá y viceversa. Por ejemplo, el fenómeno de la farandulización de la política pasó antes en Perú que en Chile, y hoy ha ido crecientemente ganando fuerza", argumentó. "El estallido social de Chile tuvo una réplica un año después muy fuerte en Perú con sus propias razones", concluyó Aranda.