La venganza se sirve en plato frío...
Ayer, justo cuando me preparaba para almorzar, me llamó un amigo, fanático de Santiago Wanderers. Pese a que traté de explicarle que ya tenía el plato servido, me pidió que escribiera sobre el partido de hoy entre la Universidad de Chile y Wanderers, a propósito de un recuerdo que tenía de hace 25 años. Le expliqué que prefiero que las columnas sean imparciales y más contingentes, pero insistió:
-Para que entiendas, debes recordar que, el año 96, Wanderers estaba recién ascendido, después de como diez años en segunda -luego averigüé que habían sido solo cuatro. Como era tradición -prosiguió- jugaba el campeón de Primera, con el campeón de la Segunda y lo hicieron en el Estadio Sausalito. Todos esperábamos una goleada... en contra. La base del equipo era la misma del año pasado, más algunos refuerzos como Mario Vener. Sin embargo, los primeros minutos nos sorprendieron a todos. Jorge Pérez tomó el mediocampo y, con su zurda prodigiosa, comenzó a complicar a la "U". El descalabro se produjo luego de un pase en profundidad al "Diablo".
-¿Etcheverry jugó en Wanderers?
-¡No! Claudio Núñez, el que jugaba de puntero y después se fue a México.
-¡Ahhhh!
-Déjame seguir. Como era su tradición, Núñez no logró definir, pero sí consiguió un rebote en el "Súperman" Vargas, que Vener transformó en el 1-0. Por si eso fuera poco, minutos después se repitió la escena con los mismos protagonistas: Pérez metió un pase a Núñez y este centró a Vener quien, de volea, marcó el 2-0. ¡Felicidad total! El campeón de segunda, humillando al monarca de primera.
-No me acordaba que había ganado Wanderers.
-¡No! Eso es lo más triste. No ganamos ¿No has escuchado que ir ganando 2-0 es el peor resultado?
-Pensé que era peor ir perdiendo 2-0.
-Se nota que no entiendes nada de fútbol. Yo debería escribir las columnas.
-Encantado, te paso el email del director.
-Seguro que me va a pescar a mí. Bueno, después del segundo gol, echaron a Ronald Fuentes por un codazo.
-¿Ese no es el técnico de Wanderers ahora?
-¡Sí! Las vueltas de la vida. Luego de la expulsión, la "U" se fue con todo. Miguel Ángel Russo metió a Leo Rodríguez, seleccionado argentino, y se nos vino la noche. Entre el Leo, el "Cuqui" Silvani y el árbitro dieron vuelta el partido. Perdimos 4 a 2. El sueño se transformó en pesadilla-culminó.
Le agradecí el llamado, pero le expliqué que, además de tener que ir a almorzar, el partido de ahora se jugaba en el Estadio El Teniente, por lo que su recuerdo no tenía mucho sentido.
-Esa era solo la introducción -dijo después de 30 minutos.
-Ahora viene lo bueno. La revancha fue un domingo en la noche bajo un diluvio en Ñuñoa. Nos habíamos reforzado con Mario Lobo y Pedro Monzón, que tenía el mérito de ser el primer expulsado en una final del mundial.
-Vaya galardón -acoté.
-¿Puedo seguir? A los pocos minutos el árbitro sorprendió a todos echando al "Huevito" Valencia por reclamos. Desde la tribuna, parece que lo retaron, porque compensó a la "U" con un penal. Mientras los wanderinos reclamaban, Monzón aprovechó la distracción para hacer un hoyo en el punto penal. Por eso no fue casualidad que Leo Rodríguez fallara el tiro, mérito también de Rodrigo Cuevas. La felicidad duró poco. Minutos más tarde Víctor Hugo Castañeda, puso el 1-0 desde fuera del área en el ocaso del primer tiempo.
-¡Qué mal me caía "Victortugo"!
-Lo bueno vino en la segunda parte. Hasta el minuto 30 del segundo tiempo, parecía otra derrota más en Santiago, eso hasta que un centro de la "Vieja" Reinoso, complicó a Mora y se la dejó a Lobo que marcó el empate.
-Que después fue goleador en Argentina...
-¡Claro! Aquí lo miramos en menos. Pero eso no es lo importante. Al minuto 36 se produjo el milagro. Contragolpe de Wanderers, pelota profunda de la "Vieja" Reinoso a Vener, él la controló, se sacó la marca de Traverso y metió un bombazo cruzado a Sergio Vargas y a cobrar.
-Vener siempre le hizo goles a Vargas. Era como la criptonita.
-Muy divertido... sigo: la imagen de Vener celebrando con los brazos abiertos bajo la lluvia debe ser de las más imborrables que pueda tener un wanderino que vio ese partido. Tienes que recordarlo mañana. Y te regalo el título: La venganza se sirve en plato frío.
-Muchas gracias, lo voy a pensar, pero tengo que colgar, tengo que comerme mi plato de "venganza".
por WINSTON
el mercurio de valparaíso