"La gente pide que se vayan los mexicanos, pero entonces quién se queda en Everton"
A Pablo Diez le cuesta mucho aguantar los fines de semana sin realizar su ritual futbolístico en Sausalito. El profesor de la Escuela de Negocios de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso sufre sin poder ver desde las gradas los partidos de Everton.
Por eso el ingeniero comercial revela que el año pasado un par de veces se instaló en un cerro aledaño al estadio para tratar de observar los partidos de su equipo, que en tiempos de pandemia está obligado a jugar sin público.
"La verdad es que veía como el treinta por ciento de la cancha, más bien escuchaba los gritos de los jugadores, sobre todos los de Johnny Herrera", relata el también coautor del libro "Historia de Everton 1909-2009".
Pese a que el fútbol es una pasión para el académico, su formación profesional le permite analizar al club oro y cielo desde el punto de vista económico.
"Everton se ve saludable financieramente en el último periodo, lo que es una buena noticia tanto para los sostenedores del club como para los hinchas, porque en la medida que la institución tenga sustento financiero esto le da mejores perspectivas de largo plazo, aunque tampoco hay que engañarse, porque en esto se incluyen ingresos extraordinarios por el CDF, es un asunto meramente tributario. Estas son devoluciones de retiros previos y los retiros son a cargo de las utilidades del CDF", dice Diez.
- Pero esos recursos por la licitación de la transmisión televisiva de los partidos no son permanentes.
- Efectivamente estos ingresos del CDF son transitorios, van a pasar quince años para que venga la siguiente licitación. El fútbol es una industria estructuralmente deficitaria, no es Everton la única institución del fútbol chileno que logra números azules sólo por los ingresos extraordinarios del CDF. Esta actividad se vuelve rentable en la medida que logran una buena venta de jugadores al extranjero, Blanco y Negro tuvo reparto de utilidades durante dos o tres años seguidos pero fue con el boom que vivió después de que salieron subcampeones de la Copa Sudamericana 2006; en Azul Azul pasó algo parecido, tuvo una racha de números a favor en lo financiero que vino aparejado con ese gran equipo de Sampaoli que ganó la Sudamericana y vendió un lote de futbolistas al extranjero. Si logras combinar las ventas de jugadores con los montos que recibes por llegar a instancias definitivas de torneos continentales te va bien, pero si no tienes ni lo uno ni lo otro, como Everton, de qué manera te mantienes. Este negocio tiene que potenciar el reclutamiento de jugadores, las divisiones menores, son asuntos que los mexicanos de Everton vienen trabajando, le han dado impulso a eso, pero los resultados no son a corto plazo sino a mediano plazo.
- ¿Cuánta es la paciencia que pueden tener los inversionistas en un club de fútbol, sobre todo si no están ligados afectivamente, como pasa en el caso de Everton?
- Yo no soy inversionista, pero por lo que entiendo del tema y lo que leo en la prensa de negocios, presumo que los mexicanos están conscientes de lo que implica la decisión que tomaron al venirse a Chile. Los resultados no son de corto plazo. En realidad abrigo esa esperanza. De todos modos los clubes necesitan sostenedores, la gente pide que se vayan los mexicanos pero entonces quién se queda. Creo que la jugada de ellos no es tanto la venta de futbolistas al extranjero sino nutrir a los clubes que tienen en México de los cracks que pueden sacar de las divisiones inferiores en Reñaca Alto. También se apuesta por consolidar a algunos que llegan desde afuera, como pasó en su momento con Maxi Cerato o Dilan Zúñiga, que fueron a la Primera División de México a equipos que le pertenecen al Grupo Pachuca. Posiblemente su mirada no esté fijada en la ganancia económica, la rentabilidad o pérdida que tenga Everton, tal vez están apostando por un semillero para fortalecer a los equipos mexicanos que dentro del Grupo tienen prioridad para ellos y eso es una realidad que tenemos que aceptar en Viña del Mar. La prioridad para Pachuca no es Everton. Obviamente me gustaría que fuera, pero hay que ver dónde ellos tienen sus inversiones más cuantiosas y dónde están sus afectos. No digo que no le tengan afecto a Everton, pero lo principal lo tienen en su tierra madre.
- ¿Qué otro aspecto de los estados financieros de la sociedad anónima evertoniana le llamaron la atención?
- Los mexicanos asumieron a mediados del 2016, coincidiendo con el retorno a Primera División, si haces un corte en ese momento en términos de resultados económicos, utilidades versus pérdidas, el saldo es prácticamente cero. Hay que considerar en todo caso los ingresos por la licitación del CDF. Con la administración anterior, que estaba a cargo de Bloise, Rossi y Martínez, las pérdidas son de más de un millón de dólares al año, al tipo de cambio de la fecha se acerca a los dos millones de dólares. Esas pérdidas fueron sostenidas por ellos, mediante los aumentos de capital lograron sostener al club todos esos años. Los mexicanos, en tanto, lograron reducir el déficit. La licitación del CDF fue de dos millones de dólares para cada club, es el equivalente a un año de pérdidas con la anterior administración, pero llevan casi cinco años y han sido capaces de reducir drásticamente el déficit financiero. En términos deportivos no todas las campañas han sido buenas, pero el equipo se mantiene en Primera División. Económicamente los números avalan que el desempeño es mejor. Hay un mérito en eso, sobre todo del equipo gerencial comandado por Carlos Oliver.
- Hay un mérito en mejorar los estados financieros, pero Everton es un club de fútbol y con Bloise, Rossi y Martínez ganaron un título.
- Es cierto, lograron sacar al equipo campeón, lo que se les agradece. Pero después de eso se les acabó la bencina. Aunque tienes razón, lo que quedan son los títulos, el Audax Italiano está pegado en Primera desde 1996, Palestino desde 1990 en Primera, mientras que el Everton ha sido un ascensor. La diferencia es que el Audax no ha sacado títulos, Palestino tampoco, y el Everton tiene uno. Con todas las pellejerías del ascensor, tiene un título.
- Usted es hincha y socio, cómo evalúa en términos deportivos la gestión del Grupo Pachuca.
- Empezaron bien y se fueron quedando. Pero sigo teniendo fe que nos van a dar una impronta deportiva con mejor rumbo respecto a las anteriores administraciones. Tienen un mejor nivel de contactos, estructuran los planteles de forma más armónica, se preocupan por las divisiones inferiores.
-¿No lo complica que en el directorio haya solo mexicanos y no presencia de gente histórica de Everton?
- No me complica, porque los que tuvieron dinero para comprar el club fueron ellos, son los inversionistas, legalmente tienen todas las atribuciones para poner los cinco directores. Hay un tema eso sí en la memoria, donde se muestra que las remuneraciones de los directores tienen un valor casi equivalente al del equipo gerencial. Everton tiene varios gerentes, hay un gerente general, un gerente comercial, hay otro de seguridad y operaciones, y ellos trabajan el mes completo, en cambio los directores tienen cuatro o cinco reuniones al año. Es un movimiento financiero que les permite tener ingresos personales como directores, a cuenta de una compañía donde prácticamente no hay utilidades. El costo de la dieta de los directores es alto y eso provoca que casi no haya utilidades. Tal vez si los socios fueran viñamarinos diríamos que esa cifra es escandalosa y pediríamos que la bajaran, pero ahí el club tendría utilidades. Esto lo veo como una forma en que los inversionistas recuperan su inversión, algo están recibiendo a través de la dieta. También hay un tema de imagen cuando no existen evertonianos en el directorio, puede herir susceptibilidades, puede no ser bien percibido por parte de la hinchada.
"Las remuneraciones de los directores tienen un valor casi equivalente al del equipo gerencial. Everton tiene varios gerentes y ellos trabajan el mes completo".