Flor Arbulú

Para quienes conocen Limache saben que conviven dos lugares muy diferentes entre sí. Uno es Limache viejo, que es más inorgánico en su loteo, y el otro es el sector llamado San Francisco, que nació de un plano ideado por el ingeniero Ricardo Caruana, a quien se le solicitó esta planificación debido a la inminente llegada del ferrocarril.

Y si bien el español fue esencial en la historia de esta comuna, lo cierto es que poco se conoce de él. Por ello, la organización Caminatas en Limache, como una forma de unirse a las celebraciones del Día del Patrimonio, organizó el conversatorio "¿Quién fue el poeta que diseño San Francisco de Limache? Conoce la vida y obra de Ricardo Caruana", que se llevará a cabo mañana (11 horas) por el canal de YouTube del organismo y en el que participarán el arquitecto Alberto Gurovich, el geógrafo Luis Álvarez y el historiador Fernando Venegas, con la conducción de la periodista Aulikki Pollak.

Gran impulso

Venegas sostiene que el involucramiento de Caruana en la localidad fue debido a Ramón de la Cerda, dueño de la hacienda situada al norte del estero que ciñe la ciudad. "Contrató a este ingeniero español, quien genera este plano que se comenzó a vender en Valparaíso (...) y se vendió en poco tiempo una gran cantidad de quintas como con dos fines: industrial -en Limache hubo una fábrica de jarcias, de papel, de cerveza y tuvo una maestranza que se construyó a raíz de la Guerra del Pacífico-, y también quintas de agrado".

"Es ahí donde comienzan a hacerse estas construcciones que van a convertir a San Francisco en una suerte de balneario campestre", agrega, sobre todo considerando que una de las partes esenciales de lo ideado por el español era la concurrencia de áreas verdes, como sucede con el Parque Brasil y la arboleada que distingue a la Avda. Urmeneta, entre otros.

El historiador también encontró antecedentes de Ricardo Caruana en la construcción del hospital de Quillota, mientras que el arquitecto Alberto Gurovich entrega otros antecedentes, como que "Caruana llega acá porque lo trae Meiggs", dice refiriéndose al estadounidense Henry Meiggs, que, en otros proyectos, concretó la construcción del ferrocarril que unió Quillota con Santiago.

Y añade: "Meiggs manda a Caruana a Mendoza para ver la posibilidad del ferrocarril entre Mendoza y Santiago. Eso nadie lo sabe, porque no quedó escrito, pero Caruana está en Mendoza justo cuando hay un terremoto y hay que reconstruir la ciudad, y el plan de Mendoza es el plan de Limache (...) a otra escala".

De esta manera, en opinión del arquitecto, "Limache termina siendo una especie de laboratorio, un laboratorio de urbanización en el sentido más pleno del término. O sea, una ciudad que está muy claro en el texto de Benjamín Vicuña Mackenna ("Valparaíso a Santiago en tren"), en que él dice que hay dos lugares de interés, o sea, que se adelantan a su tiempo, que tienen una modernidad notable, y que son Limache y La Calera".

Conocer el territorio

Con todos estos antecedentes, en marzo se presentaron los antecedentes para conseguir que el Consejo de Monumentos nombrara a la localidad como Zona Típica y así evitar que se rompa con toda esta historia que nos lleva a 1856, por lo menos, y que tiene a los vecinos en pie de guerra contra la construcción de un edificio de 10 pisos.

"No importa que se construya, pero hay un problema que tiene que ver con el diseño, por un lado. Y por otro lado, hay situaciones que se olvidan, que se ocultan y que se pierden, porque finalmente desaparecen. (...) Tiene que ver con nuestra identidad, tiene que ver incluso con el respeto a nosotros mismos, sobre lo que es el espacio colectivo", reflexiona.

Por lo mismo, considera que es necesario conocer la historia de Caruana, aunque para él "lo más dramático de todo es que en España nadie lo conoce, (...) ni siquiera se puede hablar con la familia hoy día en España, porque está prohibido que te den datos sobre el domicilio". Algo que se repite en Chile, porque salvo los especialistas, pocos saben quién era este ingeniero y la importancia que tiene para la comuna. Tanto el arquitecto como el historiador coindicen en que en este aspecto hay un problema educacional.

"Creo que el problema está en una cosa mucho más profunda que es quién define los programas y los contenidos de los programas. Me llama la atención que uno conversa con el común de los mortales -y no quiero decir los profesores de historia ni los de urbanismo-, a los cuales les importa nada el lugar por donde van transitando. (...) Hay una pérdida de calidad del medio, del goce de estar observando algo y de reunirse en un espacio", asegura Alberto Gurovich.

Fernando Venegas acota: "La educación está muy planteada desde lo nacional. Está enfocada especialmente a la construcción de una identidad nacional, a que los niños se sientan chilenos. La educación es muy funcional, desde ese punto de vista, a los intereses del Estado", a lo que se suma "que esa valorización de lo nacional no solo se plantea en términos de lo que se enseña en las aulas, sino también en la construcción de lo público y que, de hecho, lo que hemos visto ahora que la ciudadanía ha ido cuestionando, (siendo) la expresión más radical cuando la gente bota las estatuas".

"Pero tú te encuentras que en todas las ciudades, todos los pueblos, hay una calle que se llama Prat, otra que se llama O'Higgins, Carrera", continúa. Y detalla: "En San Francisco de Limache le cambiaron los nombres a las calles hacia el 1900, y cuando le cambian el nombre le ponen arriba la Guerra del Pacífico, todos los héroes de la Guerra del Pacífico. La calle Riquelme se pone sobre la de Ricardo Caruana, por ejemplo".

"Creo que lo que vamos a hacer ahora es tratar de recobrar el diálogo con el diseño de una ciudad que está hecha por un creador que tiene una experiencia personal, que él va a trabajar en ciudades españolas, donde hay hasta el día de hoy una tremenda jardinería, y con el manejo de estructuras que acá no existen prácticamente, que son las áreas verdes internas. Y de alguna manera, él lo que está haciendo es un modo de vida", finaliza el arquitecto.

"Lo más dramático de todo es que en España nadie lo conoce, (…) ni siquiera se puede hablar con la familia hoy día en España, porque está prohibido que te den datos sobre el domicilio".

Alberto Gurovich, Arquitecto

"En San Francisco de Limache le cambiaron los nombres a las calles hacia el 1900. (...) La calle Riquelme se pone sobre la de Ricardo Caruana".

Fernando Venegas, Historiador

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