Director de IFOP dice que reemplazar barco es un "objetivo país"
PESCA. El Abate Molina cumple una importante labor en investigación que fue interrumpida por reparaciones.
Por primera vez en 30 años el buque Abate Molina, del Instututo de Fomento Pesquero (IFOP), debió interrumpir su crucial labor de evaluar el stock de merluza común entre las regiones de Coquimbo y Los Ríos. Por ello, el director ejecutivo de la entidad, Luis Parot, hizo un llamado al Gobierno a incluir en la Ley de Presupuesto 2022 una partida para construir una embarcación que lo reemplace.
"El Abate es esencial para la investigación pesquera que ejecuta IFOP. Pero como a todos nos pasa, cuando llegamos a viejos, empieza a fallarnos la carrocería y los sistemas. El Abate lleva 30 años operando ininterrumpidamente, con récord de casi 260 días al año de navegación, por lo que ya está obsoleto no sólo en cuanto al estándar de un buque científico moderno, sino que las fallas en sus sistemas comienzan a ser recurrentes. Este año se invertirán poco más de mil millones para mejorar su habitabilidad, pero eso permitirá sólo extender sus operaciones unos pocos años, por lo que es urgente su reemplazo", explicó Parot.
Recordó que para ello "estuvieron los fondos aprobados el año 2019-20, y fueron reasignados producto de la pandemia, pero deben ser repuestos a la brevedad". "Por eso insistiremos ante el Gobierno y el Parlamento para que se retome la decisión de encargar su construcción, se destinen fondos en el presupuesto 2022 y que ese encargo se entregue a IFOP, a través del Ministerio de Economía o de Corfo, que es de quien dependemos", acotó.
Parot comentó que "IFOP administra estas naves desde hace más de 50 años y tiene la experiencia, conoce las exigencias y tiene la flexibilidad legal y administrativa como para encargarse exitosamente de este proyecto, y de materializarlo en no más de tres años. Esto es urgente, es un objetivo país, y espero que tenga el apoyo de todos".
CUotas de captura
En el tema pesquero el conflicto es permanente entre pescadores artesanales e industriales por las cuotas de captura, lo que ha llevado a los artesanales a efectuar protestas en la avenida España, frente a caleta Portales, en varias ocasiones.
Al respecto Parort explicó que "fijar cuotas de captura es una herramienta de manejo pesquero que busca dar estabilidad y dinámica a determinadas pesquerías y, al mismo tiempo, protegerlas de la sobreexplotación". "La Ley estableció, para determinarlas, un principio precautorio que obliga a darle a los recursos una ventaja, un margen a su favor, para facilitar su recuperación, considerando el estado casi de colapso en que quedaron en la década de los 90", agregó.
"Hoy hay señales de mejoría que empiezan a ser consistentes al repetirse varios años, y que demuestran el éxito de esa decisión. La tarea que aparece es resistir la tentación y las presiones por modificarla, porque creo que faltan algunos años aún para que podamos considerar que tenemos pesquerías recuperadas a sus niveles históricos", detalló.
En cuanto a las vedas, puntualizó, "son imprescindibles en cualquier escenario de manejo pesquero, porque protegen a los recursos en sus etapas críticas como el desove o el reclutamiento. Por suerte, y gracias al esfuerzo de muchas personas, autoridades y organizaciones, las vedas se respetan casi religiosamente, muchas veces sin incluso necesidad de algún acto administrativo de la autoridad, sino por propia decisión de los pescadores al notar la presencia de muchas hembras maduras o de muchos peces pequeños, o bajo la talla mínima de captura. Eso está muy bien y merece el reconocimiento de todos".
Inquietud por huiros
Pese a ello reconoce que "nos alarma el potencial daño ambiental y ecosistémico que se está produciendo por la extracción ilegal e indiscriminada de algas pardas (comúnmente conocidas como huiros), principalmente en la zona norte de Chile. Estas algas corresponden a especies bioingenieras que sustentan una gran biodiversidad, e incluso especies de importancia para las pesquerías bentónicas artesanales".
Frente a ese escenario, subrayó que "es necesario estudiar el impacto ecosistémico de su extracción en los sistemas costeros, y es urgente avanzar en medidas de manejo, conservación y restauración de estas especies, considerando, además, el rol clave que juegan en las economías costeras y en un contexto de cambio climático. IFOP está preparando un informe y un seminario sobre este asunto, para entregar a la autoridad una propuesta de acción para su manejo y conservación".
Sobre los desafíos que vienen para el organismo, Pardo destacó que "nos gustaría que se le otorgara una mayor autonomía para asegurar que el Instituto construya y entregue su asesoría al Estado con total independencia. El hecho de que hoy tenga una clara dependencia del gobierno de turno, no ayuda a generar esas confianzas y a fortalecer la prevalencia del dato y la ciencia, por sobre las presiones políticas y/o sectoriales. Sería muy bueno para Chile, para conseguir los objetivos de conservación y sustentabilidad, que se avance y legisle en esta dirección".
Otro desafío será "conseguir posicionarse mejor ante la opinión pública y ante otros órganos del Estado".
"Nos gustaría que se le otorgara una mayor autonomía para asegurar que el Instituto construya y entregue su asesoría al Estado con total independencia".
Luis Parot, Dir. Ejecutivo de IFOP