"Frente al actual escenario no tenemos ningún registro ni experiencia de cómo va a repercutir"
"Va a ser una temporada bastante compleja, porque, efectivamente, estamos en una situación mucho más deficitaria de lo que fue el 2019, que estuvo precedida por menos años de sequía que la situación actual. Y ahora, además, los números son bastante más críticos", comenta el seremi de Agricultura, Humberto Lepe Tarragó, al analizar la crisis hídrica donde, por el momento, ni siquiera se descarta un racionamiento para el consumo humano.
"Además, debemos depurar un poco el análisis de la lluvia acumulada, porque más de la mitad fue lo que cayó en enero, que nos causó mucho daño, especialmente en la zona de San Felipe y Los Andes por la uva de mesa, pero no nos aportó para la temporada agrícola 2021-2022. Entonces, si uno depura eso estamos con un déficit sobre el 90% y, prácticamente, sin acumulación de nieve. De un escenario así no tenemos ningún registro ni experiencia de cómo va a repercutir", agregó.
- ¿Y sobre la seguridad de riego?
- Las últimas tres temporadas, lamentablemente, no hemos logrado llegar más allá de un 60% de la seguridad de riego. Lamentablemente, en ésta estimamos que va a ser del orden del 40%, o quizás más baja, dependiendo de cómo vaya comportándose el deshielo en la cordillera, aunque no hay mucha nieve. (...) Con eso vamos a tener que compartir el agua para asegurar el consumo humano, que es lo prioritario, pero también para cumplir con nuestro rol, que es producir alimentos. La agricultura se dedica a transformar el agua en alimento, que es tan esencial para la vida como el agua.
- Desde el sector señalan que van a tener que elegir a la hora de regar.
- De todas maneras. Cuando nosotros hablamos de una seguridad de riego del 50%, por ejemplo, eso significa que la mitad del tiempo no se va a recibir la cantidad o la oportunidad en que se requiere el agua. Por lo tanto, efectivamente, los agricultores antes de tener pérdidas significativas por no llegar a la cosecha, prefieren evaluar y dejar sectores sin trabajar o rebajar.
- Es decir, se verá afectada la producción.
- Si no se logra entregar el agua en la cantidad y oportunidad que se requiere, la producción va a tener un deterioro. Se afecta la calidad desde el punto de vista del tamaño, la cantidad desde el punto de vista de la producción, y hay que ver cómo esto también va a impactar en algunos precios en el mercado interno. Estábamos acostumbrados a sobrellevar este déficit hídrico en una o dos regiones del país, normalmente la Cuarta y la Quinta, pero este año hasta la Séptima la situación es bastante crítica y es muy probable que incluso lleguemos a tener casi diez regiones con declaración de emergencia agrícola por falta de agua.
- Es un escenario que no se había vivido al menos en esta magnitud.
- Exacto, porque este fenómeno de cambio climático, además de estar asociado a la falta de agua, que es lo más evidente, también acarrea cambios en el comportamiento de las temperaturas, la humedad relativa, entonces los cultivos están bastante afectados.
- Bajo estas circunstancias, ¿la región deberá poner un freno a su meta de transformarse en un polo agroindustrial?
- Pienso que nos retrasa. La región tiene un potencial de 160 mil hectáreas bajo riego, el tema que tenemos apunta a la acumulación del agua. Los proyectos están en evaluación, yo creo que la región tiene en algún momento que tener los embalses que necesita. Tenemos que incorporar el uso de aguas residuales para complementar la necesidad de agua que tiene la región y en algún momento el costo de la energía permitirá que el desalado también lleve agua a la agricultura.
- Esta situación también va a repercutir en el empleo que entrega el sector.
- Hay que recordar que cada hectárea agrícola en promedio da un empleo directo y dos a tres indirectos; por lo tanto, cada hectárea que deja de regarse repercute. Y vamos a tener el impacto también en la cantidad de productos que se exportan o comercializan. Va a depender de la seguridad de riego a la que lleguemos. Aún no termina el invierno, pero nos estamos preparando para enfrentar un escenario muy complejo.
"Si no se logra entregar el agua en la cantidad y oportunidad que se requiere, la producción va a tener un deterioro".
"Cada hectárea agrícola en promedio da un empleo directo y dos a tres indirectos (...) cada hectárea que deja de regarse repercute".