La notaría Rehbein de Viña del Mar fue el lugar donde se selló ayer el retorno de Reinaldo Sánchez a Santiago Wanderers, que hoy enfrenta a Audax Italiano en Rancagua. El empresario microbusero llegó a un acuerdo con el actual controlador de la sociedad anónima caturra, Rafael González, para comprar el 60% de las acciones de la institución.

El martes pasado, en la parcela del exdirigente en La Cruz, se realizó una reunión en la que quedó claro que el Decano cambiaba de manos. Hasta el lugar llegó el actual presidente del club, donde lo esperaba Sánchez, quien estaba acompañado por su hijo Andrés, su nieto Matías, el abogado Carlos Toro y el histórico regente verde Hernán Cortés.

Las condiciones económicas que involucra la operación se especificaron en un contrato distinto al de la cesión de los papeles, el cual tiene carácter de reservado por acuerdo de las partes.

Pese a que el retorno del clan que dirigió al club entre 1992 y 2007 ya es un hecho, ayer nadie quiso referirse oficialmente a esta situación.

Trascendió que González se quedará con un porcentaje cercano al 15,78% de la propiedad de la sociedad anónima, lo que le daría derecho a designar dos directores. El abogado tendría la intención de mantener un sillón en la mesa central de la empresa.

Considerando que dos de los once directores son designados por la Corporación Wanderers (sus representantes actuales son Mario Oyer e Ignacio del Fierro), el nuevo controlador podrá designar a siete miembros del directorio.

Es muy probable que junto a Reinaldo Sánchez -que será el presidente- ingresen al cuerpo colegiado su hijo Andrés Sánchez, su nieto Matías Sánchez (hijo de Luis Sánchez, expresidente del club), Hernán Cortés y Carlos Toro. Faltarían aún dos nombres por definir.

El actual timonel del Decano se despediría este domingo de su puesto, aprovechando la ceremonia del aniversario 129° del club.

Otras ofertas

Al interior del actual directorio wanderino se mencionó mucho la frase, medio en serio y medio en broma, que "es mejor un diablo conocido que un diablo por conocer" a la hora de justificar la decisión de cederle el control de la S.A. al empresario microbusero.

El refrán hacía referencia al hecho que hubo otros dos posibles compradores de las acciones que Nicolás Ibáñez le cedió a Rafael González.

Una de ellas estaba articulada en nuestro país por el representante de jugadores Mariano Gastó, en conjunto con el exjugador y exgerente deportivo de Wanderers, Jaime Pizarro. Esta opción contaba con un socio mexicano que iba a aportar el capital y ofreció comprar la totalidad del porcentaje de propiedad de la institución que tenía en su poder el actual controlador. Incluso contactaron al entorno de Elías Figueroa para ofrecerle la presidencia del club. La respuesta del excapitán de la Roja fue que estaba dispuesto a colaborar con cualquier proyecto que significara un beneficio para el club; sin embargo, no habría aceptado liderar la empresa.

La segunda oferta también tenía un socio capitalista mexicano, que en Chile se había unido con dos accionistas minoritarios de la sociedad anónima caturra y un conocido manager de futbolistas. También pretendían adquirir todas las acciones de González, opción desechada por el abogado.

"Todo está regulado por el contrato de concesión, que se mantiene y tiene la misma fecha de término".

Mario Oyer, Presidente Corporación Wanderers

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El presidente de la Corporación Wanderers, Mario Oyer, expuso la opinión de la organización respecto a la llegada de Reinaldo Sánchez a la presidencia de la S.A., señalando que "el escenario no cambia demasiado". De acuerdo al dirigente, quien ya sostuvo una conversación con el abogado del nuevo accionista mayoritario, Carlos Toro, "solo se modifica el controlador de la sociedad anónima que administra la rama de fútbol profesional y, por supuesto, tenemos que sentarnos a conversar con él, así como lo hicimos en su momento con Nicolás Ibáñez. Todo está regulado por el contrato de concesión, que se mantiene y tiene la misma fecha de término, que es dentro de diecisiete años".

Después de más de 500 días sin público en las gradas de Sausalito, Everton volverá mañana a jugar con hinchas en el estadio frente a Melipilla.

El puntero oro y cielo, Maximiliano Cerato, festejó el retorno de la gente, situación que calificó como "una gran motivación".

"Estamos con muchas ganas, con mucha ilusión, sabiendo que va a volver el público al estadio, eso para nosotros es una gran motivación, una gran fuerza que necesitamos para poder de local, junto a ellos, ganar el partido", señala el trasandino.

De acuerdo al veloz delantero, la ilusión por llegar a lo más alto del torneo no se contrapone con la prudencia que impone el ir partido a partido.

"Desde el inicio del campeonato se me provoca en mi cabeza que quiero salir campeón, y más cuando se empieza a formar este tipo de plantel y el cuerpo técnico que tenemos. La ilusión se genera cuando tienes bien claro por lo que quieres pelear, aunque después te va llevando el partido a partido, pero esa idea está desde el principio", afirma el evertoniano.

"Cuando ves que el grupo se va haciendo más fuerte, sobre todo en los momentos difíciles, te vas ilusionando".

Maximiliano Cerato, Puntero de Everton