La Lista del Pueblo y los independientes
En paralelo al quiebre interno, el movimiento busca que se permita a candidatos sin partido formar listas en la próxima elección al Congreso.
Quedará la duda de cuánto sabía Cristián Cuevas sobre el quiebre interno que vive la Lista del Pueblo al momento de lanzar su candidatura presidencial en Quintero. Cuando fue consultado por los reveses que había sufrido su designación, Cuevas criticó suavemente lo que llamó "cambio en las reglas del juego" y luego afirmó ser respetuoso de las dificultades de la agrupación. "He conversado con ambos entornos de la Lista del Pueblo y su coordinación. Nunca ha habido un cuestionamiento a mi persona, sino más bien son cuestiones internas", respondió al ser consultado por la verdadera "quitada de piso" que le hicieron pocos días antes los voceros y líderes históricos de la agrupación, quienes en vez de apoyar públicamente la designación que hizo el colectivo en su elección presidencial interna -Cuevas ganó por 43 votos a favor y con 30 abstenciones-, y pese a tener la confirmación del propio Tribunal Calificador de Elecciones de la Lista, prefirieron descartar cualquier compromiso de apoyo con el exdirigente sindical, quien tiene en su trayectoria política pasos por los partidos Socialista, Comunista y Convergencia Social.
Antes de la tormenta que vive debido a la cuestión presidencial -que incluso tuvo al alcalde Jorge Sharp como incipiente precandidato-, la Lista del Pueblo había sufrido las tensiones propias de un conjunto de personas que busca formalizar en el espacio político su apabullante éxito en la elección para la Convención Constitucional, donde quedaron instalados como la cuarta fuerza política, con 24 escaños, cuatro de ellos elegidos en los distritos 6 y 7. ¿Cómo transformarse en un partido si el discurso original eleva a los independientes como los únicos dignos depositarios de la fe y el voto de la ciudadanía? ¿Cómo alcanzar nuevos nichos de poder político sin contar con una orgánica capaz de coordinar esfuerzos y resolver controversias? El hallazgo de que algunos de sus candidatos a la Convención cursaron como gastos electorales servicios hechos por sus propios familiares -hermanos, hijos, tíos, cónyuges- vino a demostrar que los controles internos de blancura son igual de permeables que aquellos tan criticados en los partidos tradicionales.
Sin embargo, el elemento donde queda más en evidencia el torbellino interno que vive es el surgimiento de una "Lista del pueblo en resistencia", un grupo por ahora anónimo que defiende tenazmente la candidatura de Cristián Cuevas y acusa prácticas abusivas a los dirigentes fundadores que mantienen el control del movimiento. El último capítulo de esta pugna interna ocurrió ayer y partió temprano con una carta del grupo disidente, en la que reitera sus críticas a las cúpulas y llama a una refundación del colectivo. La respuesta llegó después del almuerzo, cuando la estructura formal de la LDP publicó una nueva convocatoria presidencial con tres candidatos, sin tomar en cuenta a Cristián Cuevas. Dado este escenario, es importante que los parlamentarios analicen con moderación y distancia el proyecto de ley que permitiría listas de independientes en la próxima elección de noviembre y cuyo principal impulsor es la Lista del Pueblo. El riesgo de atomizar las fuerzas parlamentarias y darle inestabilidad a la pertenencia política en un periodo crítico como será la próxima legislatura es demasiado alto.