Una historia desconocida (3)
De la Bitácora del AOG "Beagle", martes 9. dic.1978:
A las 14:30 se iza el pabellón de combate en el palo mayor y un pabellón nacional en el palo de popa, asegurando la firmeza de las drizas. Una vez efectuado esto, se transmitió el siguiente mensaje dirigido a la autoridad marítima del Perú, a través de las frecuencias asignadas para ello y, adicionalmente, en frecuencias interamericanas y en frecuencia internacional de socorro marítimo de 500 khz, con el propósito de asegurar su difusión y adecuada recepción.
Del: Petrolero Beagle - Armada de Chile al: Costera Callao - Autoridad Marítima del Perú.
Texto:
Petrolero Beagle Armada de Chile, navegando al momento en posición L:16 grados 32 min Sur y G: 71 grados 28 min W, con rumbo 105 grados y 11 nudos de velocidad, cambia su destino Valparaíso por Arica, con nuevo ETA 210400 Dic. Estoy siendo seguido por el Destructor Ferré de la Marina de Guerra del Perú. Navego haciendo uso de Paso Inocente, con conocimiento y autorización correspondiente de las autoridades peruanas.
Se constató, al iniciar la transmisión del mensaje, en forma simultánea y en diferentes frecuencias, que éstas fueron interferidas con la clara intención de bloquearlas mientras se esperaba la confirmación de la recepción del mensaje enviado.
A las 14:45 horas se gobernó al rumbo 105°, que nos llevaría al puerto de Arica. El DDG "Ferré" llamó por canal 16 en distintas ocasiones, pero nos mantuvimos en silencio, sin responder. A bordo esperaba confirmación de recepción del mensaje enviado a la autoridad marítima peruana acerca del cambio de nuestro plan de navegación.
A las 15:07 horas, la motonave española "Pontevedra", navegando desde el canal de Panamá hacia Valparaíso, nos confirmó la recepción del mensaje y su retransmisión a las autoridades marítimas peruanas.
Con esa importante confirmación, se llamó al DDG "Ferré" solicitando comunicación personal con su comandante. Esta fue contestada de inmediato y le informé del cambio de puerto de recalada a Arica, en lugar de Valparaíso, lo que había sido debidamente informado a la autoridad marítima peruana. Solo se recibió un escueto "Buen Viaje", el que fue agradecido apropiadamente.
A las 16:22 horas trincamos el zafarrancho general de combate, con la profunda satisfacción de haber comprobado que, tanto oficiales como gente de mar del AOG 54 "Beagle", estuvimos dispuestos a defender lo que la Armada y la Patria hubieran esperado de nosotros.
A las 00:15 horas del 20 de diciembre, recalamos sobre las máquinas a seis millas de Arica, para recibir a bordo al capitán Sergio Jarpa y al teniente Alfredo Andonaegui, comandante y segundo comandante del buque, que fueran expulsados de Perú por presuntas e inexistentes actividades de inteligencia.
Entregué el mando al capitán Jarpa, según lo dispuesto por el CJA, y bajo su recuperada responsabilidad, el buque continuó su navegación a Guayacán para entregar el cargamento de combustible adquirido en Perú, y luego dirigirse a Valparaíso, puerto base, donde recalamos el 24 de diciembre a las 23:05 horas.
La gran mayoría de la dotación pudo desembarcar y celebrar en familia la Nochebuena, a lo que se agregaba la tranquilidad del reciente acuerdo entre Chile y Argentina de aceptar la mediación papal por el diferendo austral de las islas del Beagle, que nos tuvo al borde de una guerra de imprevisibles consecuencias.
De los hechos aquí narrados no hay muchos que conozcan su detalle, tanto dentro de nuestra Armada como fuera de ella.
La detención en Perú del comandante y del segundo comandante del AOG 54 "Beagle", acusados de participar en actividades de inteligencia, que no fueron comprobadas, y su posterior expulsión, dejó al buque sin sus oficiales responsables más calificados, lo que determinó la decisión del comandante en jefe de la Armada de enviarme con la expresa misión de traer el buque de vuelta a la Patria y de no aceptar ninguna intromisión de autoridades peruanas en dicha actividad.
Como se explicó al comienzo de esta narración, entonces se vivía una muy tensa situación con Argentina, que Perú trató de aprovechar para sus propios fines en su relación con nuestro país.
Los hechos aquí expuestos no son todo lo completo que yo hubiese querido, he narrado básicamente recuerdos personales, e intercambio de experiencias con aquellos que participamos en lo que allí ocurrió.
Para terminar, solo deseo expresar que la experiencia descrita, fue una de las más críticas vividas en mi larga carrera como oficial de marina, y que siento el profundo orgullo de haber compartido dichas vivencias con un selecto grupo de hombres, marinos como yo, dispuestos a cualquier sacrificio con tal de mantener vivo el juramento a nuestra bandera, y por la vigencia de los valores permanentes de nuestra Armada.
¡Para mí fue un honor y privilegio haber sido su comandante en los difíciles y complejos momentos que vivimos!
* tercera parte y final de artículo publicado en la edición número 982 (volumen 138, año cxxxvi) de la revista de marina editada por la academia de guerra naval
shogun
por hugo bruna greene
Oficial de Marina (en retiro) Piloto Naval y Mando a flote