El hidrógeno verde recala en Quintero
Planta productora contribuiría a sanear la generación eléctrica en el área, avanzando en la descabornización. El proyecto se suma a otros en gran escala que se anuncian para el litoral norte enfocados a la producción de amoníaco verde, evitando la contaminación que genera ese importante insumo de la actividad minera.
Más que el monto de la inversión, 30 millones de dólares, la importancia del proyecto reside en su condición precursora: generar hidrógeno verde en Quintero. La iniciativa está siendo desarrollada por GNL Quintero, Enagás y Acciona Energía y se basa en una planta de electrólisis que produciría el mencionado combustible a partir de agua y electricidad renovable. Esta planta será ubicada en el actual terminal de gasificación de GNL en Quintero y su producción está enfocada a las demandas de hidrógeno verde de la zona central del país y en especial a las necesidades de las plantas de generación energética radicadas en ese mismo sector. Antonio Bacigalupo, gerente general de GNL Quintero, sostiene en ese sentido que "para afrontar el desafío de la descarbonización ponemos a disposición nuestra experiencia y conocimiento operacional".
Destacando la proyección de la iniciativa, José de las Heras, ejecutivo de Enagás, afirmó que "este proyecto supone dar un paso más en nuestra apuesta por los gases renovables como vector energético del futuro".
José Escobar, director general para Sudamérica de la empresa española Acciona Energía, afirmó que este proyecto se puede convertir en "punta de lanza del despegue de la producción de hidrógeno verde en Chile".
Un poco más al norte, en Tocopilla, la empresa francesa Engie ingresó una Declaración de Impacto Ambiental para desarrollar también un centro de producción del innovador combustible, que estaría operando en 2025. Este emprendimiento considera una inversión de 49 millones de dólares para desarrollar luego otro en gran escala también en la Región de Antofagasta, enfocado a la producción de amoníaco verde, que sustituye al tradicional, que es contaminante y se utiliza en la minería. Este proyecto significaría una reducción anual de 30.000 toneladas equivalentes de CO/2, informa el CEO de Enaex, productor de ese insumo minero.
Ambas iniciativas aparecen como un avance importante en la descontaminación, especialmente considerando zonas de alto daño ambiental, como es el área Quintero-Puchuncaví. Con todo, es fundamental acotar el impacto ambiental de los procesos mismos de producción que, si bien muestran un beneficio general, deben ser transparentados desde su origen. La larga y penosa experiencia del área señalada se debe tomar en cuenta para no repetir los mismos errores que se han cometido en el pasado y que periódicamente se siguen produciendo, como son los escurrimientos de carbón en la bahía de Quintero.
El pleno aprovechamiento del hidrógeno verde como nueva fuente de energía, junto con ser un avance para todos los procesos productivos como la minería y la generación eléctrica, no puede tener externalidades que, finalmente, tienen un costo humano como el registrado en el castigado sector Quintero-Puchuncaví.