Valparaíso, deterioro y voluntad política
Estudio de la Fundación Piensa precisa los factores que inciden en el deterioro de Valparaíso y postula fórmulas para frenarlo. Frente al evidente decaimiento, advierten que "el gran desafío de las autoridades está en articular instancias de colaboración público-privadas para cumplir objetivos compartidos que van en beneficio de los porteños.
Valparaíso ha perdido protagonismo. Mientras presenta un estancamiento poblacional, otras comunas del Gran Valparaíso experimentan crecimiento y ofrecen oportunidades laborales, seguridad y equipamiento urbano, ventajas que no se presentan en la Ciudad Puerto. Un estudio de la Fundación Piensa, a cargo de Ignacio Aravena, ingeniero y magíster en Planificación Urbana, y Maximiliano Duarte, abogado y magíster en Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, llega a esas conclusiones.
Advierten los expertos que la fuerza económica se ha desplazado hacia el norte y que Viña del Mar se ha convertido en capital regional de facto. Agregan que "la apuesta para reactivar la ciudad ha estado enfrascada en el fortalecimiento de la actividad portuaria, que ya no goza de la misma competitividad de antaño debido a la irrupción y crecimiento de San Antonio".
Postulan los analistas una estrategia de desarrollo "en términos de densificar la ciudad, diversificar la matriz productiva y generar mayor conectividad entre los medios de transporte". Con todo, destacan que la ciudad tiene atributos importantes, como contar con tres de las mejores universidades del país, clústeres de innovación y de negocios, a lo que se suma el atractivo cultural y turístico.
Frente al evidente deterioro advierten que "el gran desafío de las autoridades está en articular instancias de colaboración público-privadas para cumplir objetivos compartidos que van en beneficio de los porteños…Ya es tiempo de entender que estamos todos arriba del mismo barco. O remamos juntos o nos hundimos".
Alertan que "muchos porteños que sienten un profundo arraigo por su ciudad -fortaleza sin duda- deberán emigrar para alcanzar mejores condiciones de vida. Eso es una tragedia".
Además de la limitada o precaria oferta laboral, tampoco hay oferta habitacional y los proyectos planteados en diversos puntos son frenados por muy buenas razones. Se pierden trabajo, inversión y nuevos vecinos. Observan los expertos segregación entre un plan de la ciudad mal aprovechado y algunos cerros con vivienda precarias, contrastando ello con otras comunas del Gran Valparaíso, donde se advierte mayor homogeneidad.
Proponen los investigadores la densificación equilibrada del centro urbano, desarrollando alternativas que atraigan al comercio, oficinas y nuevos habitantes. Hay plena urbanización y conectividad, un capital que no se puede dejar que se siga cayendo a pedazos.
El punto de los nuevos habitantes es importante, incluso de mayores ingresos; revitalizarían el comercio generando nuevas demandas de bienes y servicios.
De este estudio, como ocurre con otros diagnósticos sobre Valparaíso, se concluye que es urgente una colaboración estrecha público-privada, sin desconfianzas ni consignas. ¿Existe voluntad política para enfrentar ese desafío?