Planes comunales de seguridad pública
El municipio de Viña del Mar inició el proceso para definir medidas que ayuden a enfrentar los problemas que plantea la delincuencia. Pese a que son obligatorios desde el año 2016, los Planes Comunales de Seguridad Pública aún no logran ser los instrumentos capaces de dar solución a las preocupaciones de los vecinos en este ámbito.
Instaurados el año 2016 como instrumentos de planificación obligatorios en cada municipio, los Planes Comunales de Seguridad Pública tienen la misión de fijar las orientaciones y medidas que cada administración consistorial adoptará para prevenir hechos delictuales, junto con definir las formas de elegir a los integrantes del Consejo Comunal de Seguridad Pública (CCSP). Antes que una instancia burocrática, tanto los planes como los consejos buscan enfrentar el problema de la delincuencia -y todas sus derivadas en la compleja trama de las comunas- desde la realidad de los barrios y, por ello, de ser bien desarrollados, son los elementos más representativos que tiene la autoridad para enfrentar problemas como el comercio ambulante, la violencia intrafamiliar, el cuidado de las zonas comerciales y el cúmulo de dificultades que alientan la sensación de inseguridad en la población.
Sin embargo, la relación entre los municipios y la seguridad pública no es aún todo lo virtuosa que necesita la comunidad. En parte porque los municipios se sienten carentes de las herramientas adecuadas para enfrentar los delitos que provocan conmoción pública, en parte también porque los requerimientos por más medidas -policías, seguridad ciudadana, cámaras de vigilancia, luminarias- son una abultada carga en los presupuestos de cada gestión consistorial. Hay casos en que el cuestionamiento es más de fondo. Un ejemplo de ello fue lo que ocurrió en Valparaíso durante los días del estallido social de octubre de 2019, cuando el propio alcalde dudaba en entregar una condena clara ante hechos que afectaban la seguridad pública de los ciudadanos. En marzo de este año, Valparaíso actualizó su Plan Comunal de Seguridad Pública, una clara señal de que, al menos en el papel, la autoridad comunal tendrá lineamientos claros sobre cómo proceder en caso de que esta situación se repita.
Esta semana, Viña del Mar inició el proceso de diagnóstico para dar con un plan de seguridad definitivo que permita actualizar el vigente, una tarea que intentó completar sin éxito la administración de Virginia Reginato, cuya propuesta fue rechazada en uno de los últimos concejos municipales de su periodo. En una reunión con la actual administración, los vecinos mencionaron que sus preocupaciones giran en torno a delitos como el robo con violencia, las incivilidades y la violencia intrafamiliar. La nueva directora de seguridad, Amal Kdiemati, dijo que este año tendrán listo el diagnóstico que permitirá avanzar en la planificación definitiva de acciones y propuestas que luego van a requerir financiamiento. Será importante ver qué nuevos mecanismos de seguridad aportará este plan, aunque le será imposible soslayar el atraso con el cual será implementado. Otro ejemplo de que los municipios y la seguridad no logran un acuerdo virtuoso.