El pasado viernes 3 de septiembre, en el Concejo Municipal de Viña del Mar, y tal como lo tituló este Diario, la alcaldesa Macarena Ripamonti sufrió su primer revés político en su gestión, al rechazarse el trato directo a la empresa Ingesmart S.A.; revés no solo porque la alcaldesa tiene mayoría en el Concejo (cinco votos de diez y su sufragio dirime los empates), sino porque en la campaña electoral la jefa comunal se comprometió a dar una solución al problema de seguridad pública que afecta a la ciudad, más aún con 36 cámaras de televigilancia sin funcionar.

Los primeros problemas se vivieron cuando los concejales del Partido Comunista le anunciaron privadamente a la alcaldesa que no podrían secundarla en la votación, debido a que ellos eran muy críticos de los tratos directos y, como acuerdo de partido, no lo podrían aprobar y se inclinaban por el rechazo. No obstante, comenzaron las negociaciones de última hora que llegaron a ser llevadas a la cúpula del PC local, que intercedió y logró moderar la posición de sus concejales, pasando su voto de rechazo a la abstención. Quien tomó un rol protagónico en la votación fue el concejal René Lues. Desde el gabinete de Ripamonti dicen que aún no perdona que lo hayan vetado para presidir la Comisión de Finanzas -y las respectivas licitaciones-, pero además el canoso concejal DC (quien durante las últimas semanas fue "asesorado" por un exconcejal de la UDI muy conocedor de estos procesos) logró convencer a su par socialista Sandro Puebla, provocando la sorpresa del segundo piso de calle Arlegui 615, ya que daban por seguro el voto de "Lucho Wiscacho", asumiendo el acuerdo de comisiones y haberle permitido continuar en la Comisión Festival.

Otro dato que nos ha llamado la atención es el proceso de "reciclaje" de varios miembros de la derecha, especialmente la UDI. En el caso de la Corfo y en el marco de un programa específico de reactivación financiado por el Gobierno Regional, su director, Juan Fernando Acuña, contrató a Ana María Novion, excandidata a concejala por San Antonio el año 2016. De igual manera, y por intermedio del ahora seremi de Desarrollo Social, Luis Alberto Rodríguez, se contrató a Claudio Rodríguez, quien es además muy cercano a la exdirectora de Desarrollo Comunitario de Viña del Mar, Paulina Vidal.

Otro nombre que también llegó al edificio Olivari, ubicado en calle Errázuriz 1178, pero esta vez en el piso octavo, del añoso edificio de 1961, en la sede de Sercotec, es Karla Montt, quien se desempeñó en los municipios de Valparaíso y Casablanca como encargada de turismo, pero terminó siendo desvinculada por las administraciones del Frente Amplio.

por gabriela chomer

Cuando Alexande Solzhenitsyn escribió Archipiélago Gulag (publicado recién en 1973) no solo buscaba mostrar al mundo las atrocidades de dos de los genocidas más brutales del siglo XX -Hitler y Stalin-, sino especialmente formular una pregunta desprovista de venganza y rencor. Solzhenitsyn, un escritor que luchó en el frente ruso contra los nazis, fue encarcelado y puesto en un campo de concentración por sus propios camaradas de la extinta URSS. Contrajo cáncer y experimentó los más terribles padecimientos que puede sufrir un ser humano. Sin embargo, en aquel escenario infausto se hizo la pregunta más difícil, honesta y necesaria de todas: ¿había contribuido él de alguna forma a su catástrofe vital? Y, si la respuesta era positiva, ¿cómo?

Las últimas semanas hemos sido testigos de un auténtico deterioro institucional. Primero, el "blindaje" de un grupo de convencionales (54) a un juez partícipe de su ideología, frente a la amenaza de sus superiores de incoar una investigación disciplinaria por dichos inapropiados en contra del Poder Judicial. Luego, las críticas destempladas de ciertos personajes y conglomerados contra el Banco Central (BC) y el Servicio Electoral (Servel). A continuación, la petición de $1.773 millones adicionales por parte de la Convención Constitucional a la Secretaría General de la Presidencia para financiar el aumento de asignaciones de cada convencional. Finalmente, la renuncia de un convencional a la vicepresidencia de la asamblea después de reconocer que hizo campaña y obtuvo el escaño faltando a la verdad sobre una enfermedad letal que en realidad no padecía.

De los eventos mencionados, el más grave -puesto que amenaza la estabilidad de las instituciones- es la crítica injustificada y desmesurada contra el BC y el Servel. Si bien ninguna institución pública y autoridad está exenta del escrutinio ciudadano, los actores políticos deben enderezar sus objeciones con prudencia y moderación, especialmente si se trata de órganos autónomos e independientes que son esenciales para el correcto funcionamiento del sistema democrático y el Estado de derecho. Llama la atención que las críticas más duras provengan de sectores legos en materia económica y electoral, al punto de desconocer las funciones más elementales que desempeñan, por expreso mandato de la Constitución, el Banco Central y el Servicio Electoral.

Del mismo modo que Solzhenitsyn, cabe preguntarse: ¿cuánto hemos contribuido a pintar este cuadro de decadencia social y deterioro institucional? La CC arribó con la promesa de nuevos aires, de un recambio generacional y la no repetición de viejas prácticas de la política, cuestión que está muy lejos de concretarse. Sin embargo, la responsabilidad es también nuestra.

Como observó Platón hace 2400 años, el riesgo de desentenderse de la Política es ser gobernado por los menos capaces.

por fernán rioseco

académico filosofía uv