Redacción/Efe

El gobierno argentino tambalea después de una jugada extrema del kirchnerismo en que cinco ministros, incluyendo el del Interior, pusieron sus cargos a disposición del presidente del país, Alberto Fernández, tras la contundente derrota electoral del oficialismo en las elecciones primarias legislativas del domingo, lo que desató una crisis sin precedentes.

La jornada de ayer partió complicada para Fernández, tras el anuncio público del titular del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, quien dirigió una carta al jefe del Estado expresando los motivos de su decisión de renunciar.

"Escuchando sus palabras del domingo por la noche, donde planteó la necesidad de interpretar el veredicto que ha expresado el pueblo argentino, he considerado que la mejor manera de colaborar con esa tarea es poniendo mi renuncia a su disposición", señaló el político que dio el puntapié inicial a la catastrófica jornada.

Tras el pedido del ministro del Interior, comenzaron a confirmarse en un efecto dominó nuevas renuncias en el seno del gabinete presidencial, todas del sector peronista que representa la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, dentro del gobierno.

Según el titular desertor de la cartera de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, los pedidos de renuncia se comunicaron desde el lunes de manera verbal.

Ese día "hablamos con el presidente y de una manera u otra todos los ministros presentamos la renuncia", aseguró Ferraresi en diálogo con Radio con Vos, en donde trató de manera imposible de restar importancia a los anuncios que desataron una "crisis institucional sin precedentes", según medios locales.

"Lo que hay que decir es que uno la renuncia la tiene firmada a partir del día que asume, la renovación de nuestra gestión es día a día. Algunos lo hicieron por escrito, otros lo hicimos de palabra, pero todos los ministros tuvieron la actitud de comunicarle al presidente que disponía del espacio nuestro si así lo consideraba", aseveró.

En resumen, los ministros que pusieron su cargo a disposición del presidente son el titular del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro; el de Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza; el de Medioambiente, Juan Cabandié; el de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi y el de Cultura, Tristán Bauer; todos considerados del ala kirchnerista.

Crisis institucional

Al cierre de esta edición, el presidente estaba en la Casa Rosada en una reunión de emergencia con Santiago Cafiero, su jefe de gabinete, entre rumores de su salida del gobierno, y al menos cinco ministros que no habían renunciado, según el diario La Nación, y todavía se desconocía si el presidente aceptará o no estas renuncias.

"Mi total e incondicional apoyo al presidente Alberto Fernández por todo lo que representó como la síntesis de lo que votó el pueblo en 2019", defendió el ministro del Trabajo, Claudio Moroni. "Es demencial lo que están haciendo. Es una irresponsabilidad", arremetió en referencia el sector kirchnerista.

En tanto, la exdiputada argentina, Elisa Carrió, fue más drástica y acusó que el "intento de vaciar" el gabinete "por parte de un vicepresidente es un golpe de Estado".

"Un vicepresidente no le puede indicar al presidente a quién saca, sea derrotado o sea victorioso. El presidente tiene que ejercer sus funciones institucionales y resistir", aseguró y zanjó que si un mandatario no puede "decidir" quienes son sus ministros "es un presidente caído".

Además de las salidas ministeriales, también presentó su renuncia la secretaria de Comercio Interior, Paula Español; el presidente de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani y la titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social, Fernanda Raverta, entre otros.

Las primeras elecciones con Fernández como mandatario eran asumidas como un plebiscito a su mandato, marcado por la gestión de la pandemia y la continuidad de la recesión que comenzó en 2018. Además, eran clave para la oposición de cara a las elecciones presidenciales de 2023.

Según el conteo provisional, las listas de precandidatos a diputados del oficialista Frente de Todos fueron las más votadas solo en 7 de las 24 jurisdicciones, frente a las 14 en las que el opositor Juntos por el Cambio fue la fuerza más popular, en tanto el gobierno con sus propuestas para el Senado lideró en apenas 2 de las 8 provincias en juego.

El próximo 14 de noviembre se renovarán 127 de los 257 escaños de diputados y 24 de los 72 del Senado, dominado por el oficialismo.

"Mi incondicional apoyo al presidente. Es demencial lo que están haciendo, es irresponsabilidad".

Claudio Moroni, Ministro del Trabajo

"El intento de vaciar el gabinete por parte de un vicepresidente es un golpe de Estado".

Elisa Carrió, Exdiputada argentina

La tensión en la península de Corea se elevó después de que el Norte lanzó "a modo de prueba" dos misiles balísticos, días después de haber probado un nuevo proyectil de crucero, lo que el Sur respondió disparando un misil desde un submarino, tras lo que anunció que desarrolla un misil de crucero supersónico.

Pionyang lanzó ayer al mediodía dos proyectiles desde Yangdeok (a 70 kilómetros de la capital norcoreana), en la provincia de Pyongan del Sur, según el Estado Mayor Conjunto (JCS) de Corea del Sur.

Los proyectiles volaron unos 800 kilómetros y alcanzaron una altitud máxima de 60 kilómetros antes de caer al Mar del Este (nombre que recibe el Mar de Japón en las dos Coreas), añadió el JCS, que continuaba analizando las características del ensayo y de los proyectiles empleados.

La última vez que el régimen disparó un misil balístico fue a fines de marzo, cuando probó lo que pareció ser una nueva versión de su proyectil KN-23, capaz de trazar trayectorias muy difíciles de interceptar. Estos lanzamientos son penados por Naciones Unidas.

Seúl responde

Pocas horas después y en un gesto poco habitual, Seúl anunció que acababa de lanzar un misil balístico desde un submarino (SLBM), una prueba realizada en el condado costero de Taean (unos 100 kilómetros al suroeste de Seúl), en aparente respuesta al test norcoreano y que presenció el presidente surcoreano, Moon Jae-in.

La prueba se realizó con éxito desde un submarino clase Dosan Ahn Chang-ho, el modelo de sumergible más reciente de la marina surcoreana.

La oficina presidencial se limitó a decir en un comunicado que el proyectil voló la distancia esperada y golpeó "con precisión" el objetivo marcado.

Aunque Moon aseguró que la prueba no se realizó como respuesta al test norcoreano, lanzó una advertencia: "en cualquier caso, nuestra capacidad mejorada de misiles puede ser un elemento disuasorio certero para las provocaciones de Corea del Norte".

En este contexto, Efe aseguró que fuentes militares filtraron que esta no es la primera prueba exitosa que Seúl realiza de un SLBM, dado que ya habría concretado un primer ensayo hace dos semanas.

Escalada en la región

Los lanzamientos de ayer estuvieron precedidos por el test norcoreano del fin de semana de un nuevo tipo de misil de crucero de largo alcance.

Corea del Sur anunció que está desarrollando un misil de crucero supersónico que "posee mayor velocidad que otros misiles existentes, lo que hace que los navíos enemigos lo tengan muy difícil para responder, lo que mejora la capacidad de supervivencia del misil y su poder destructivo", explicó el Ministerio de Defensa Nacional.

"Se espera que el misil supersónico se convierta en un elemento clave que pueda responder con más efectividad a las fuerzas que se aproximen a las aguas territoriales nacionales", aseguró.

Esta escalada ocurre mientras el diálogo sobre desnuclearización sigue estancado desde la fracasada cumbre de Hanói de 2019, en la que EE.UU. no aceptó la oferta norcoreana de desarme y se negó a levantar sanciones.