Buscan solución a conflictos generados por campamento gitano de Belloto Norte
Vecinos del sector piden a autoridades tomar medidas ante inseguridad que viven a diario por incivilidades de algunos miembros del asentamiento. Alcaldesa Valeria Melipillán espera conseguir un terreno con mejores condiciones para su traslado.
Un conflicto complejo y con muchas aristas que resolver es el que viven en la actualidad vecinos de Belloto Norte debido a las conductas disruptivas de un grupo de gitanos que emplazaron su campamento entre las avenidas Aviador Acevedo y El Trabajador.
Riñas, violencia y consumo de drogas son solo algunas de las situaciones a las que a diario se ven enfrentadas las familias que habitan en el sector, las que hace bastante tiempo reclaman y solicitan una solución urgente a este problema.
Al consultarle sobre el caso a la alcaldesa de Quilpué, Valeria Melipillán, precisó que efectivamente esta comunidad de gitanos llegó hace cerca de dos años en los cuales "no se realizó una intervención de los organismos municipales o gubernamentales frente al malestar que se generó con los vecinos debido a las conductas disruptivas de un grupo de la comunidad asociadas al consumo de drogas inhalantes y donde es muy visible la vulneración a los derechos de niños, niñas y mujeres que viven en condiciones muy precarias, sin acceso a saneamiento básico, lo que causa preocupación e inseguridad en la población aledaña".
Agregó que "cuando asumimos en julio de inmediato solicitamos a la dirección de Desarrollo Humano generar un plan de trabajo con los vecinos y la comunidad rom para avanzar en la solución del conflicto".
De esta forma, ya se realizó un catastro y una caracterización de las personas que habitan en el asentamiento y, desde el punto de vista legal, "se puso un recurso de protección frente a una niña muy pequeña que estaba en vulneración de derechos, a la que se la llevó a una residencia", contó la alcaldesa.
Asimismo, se vinculó el tema con el área de Salud y Educación de la Corporación Municipal de Quilpué y, en las últimas dos semanas, "se está desarrollando un trabajo con más autoridades, buscando más actores para generar una acción integram; esto porque el problema es complejo, nosotros no queremos encasillar a la comunidad rom, porque hay muchas comunidades gitanas que se adaptan bien al entorno al que viven; de hecho dentro de esta comunidad de Belloto Norte hay dos grupos, uno más adaptado y el otro que no ha logrado adaptarse al entorno", apuntó Melipillán.
TERRENO
Ya se generó una mesa de trabajo con la Delegación Provincial de Marga Marga, las policías y se quiere sumar a la Defensoría de la Niñez y al Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) para llevar a cabo un plan integral, donde una de sus principales acciones "es trasladar a la comunidad gitana a un sector donde tengan mejores condiciones y con eso descomprimir la tensión con vecinos", detalló la máxima autoridad comunal, no sin dejar de indicar que es una meta difícil, puesto que en la ciudad no existen muchos terrenos disponibles.
SEGURIDAD
Por su parte, José Frías, vecino de Belloto Norte y quien vive a diario los conflictos que se generan debido a la comunidad gitana, indicó que "este no es un problema de racismo, y esto lo queremos dejar bien en claro; aquí es un problema de respeto y derechos, nosotros los respetamos, pero ellos no a nosotros, y lamentablemente nuestra calidad de vida se ha visto afectada enormemente. Este era un barrio tranquilo, donde viven muchos adultos mayores que ahora están intranquilos porque dentro del campamento gitano se producen peleas, a veces cortan el tránsito, incluso han entrado a varias casas exigiendo que les den agua o comida".
Añadió que existe un hacinamiento en el lugar, donde se ve a los niños en malas condiciones, descalzos y a veces desnudos. Detalló que incluso hace unas semanas "atacaron el consultorio del sector porque no los atendían con la prisa que ellos querían, agrediendo a una funcionaria (…) y la guinda del postre fue que amenazaron con incendiar una bomba de bencina cercana".
Por lo anterior, según contó Frías, "creemos que la solución a corto plazo es buscar lo más pronto posible un terreno de Bienes Nacionales o del municipio, que no quede muy cerca de otra población, y luego cerrar el actual espacio que están habitando". q&b