Mensajes claros que llegan desde El Salto
El desarrollo de un polo focalizado en la innovación ha transformado un tradicional barrio industrial viñamarino. El promotor de El Salto, Fernando Reitz, advierte que "la gente tiene incertidumbre hasta que no esté bien definida la estabilidad, la seguridad y la tranquilidad. Lamentablemente, se ha ido mucho capital".
Mientras sigue el tira y afloja por los terrenos que ocupaban las petroleras en Las Salinas, en silencio y con definiciones claras avanza en otro extremo de Viña del Mar el Distrito de Innovación V21.
Es el nuevo destino que se está dando al tradicional barrio industrial de El Salto, que se ha convertido en un múltiple centro de actividades donde se concentran empresas favorecidas por un espacio de 200 hectáreas con privilegiada conectividad.
El gran promotor de esta iniciativa es el ingeniero Fernando Reitz, presidente de la Corporación para el Barrio Industrial El Salto, quien es además director del Grupo Dhelos, una inmobiliaria que levantó el polo empresarial constituido por tres torres. Allí han centrado sus actividades más de 200 empresas junto a entidades públicas, las que ya el próximo año sumarán unos 3 mil trabajadores.
Reitz puntualiza que no se trata de desarrollar una ciudad empresarial, sino que un ecosistema compuesto por instituciones educacionales, del sector público y del privado, con énfasis en actividades intensivas en conocimiento, innovación y emprendimiento.
Destaca un punto importante: la retención de talentos locales. La pérdida de ese capital humano es una realidad que se advierte hace años por la falta de oportunidades y de iniciativas que permitan el desarrollo de esos talentos formados en universidades locales y para los cuales el espacio pareciera estar solo en la gran capital.
Precisando su proyecto, Reitz describe el Distrito como "un espacio geográfico que concentra talento y la especialización para generar innovación con impacto global; un lugar de interacción entre las empresas privadas, las instituciones públicas, las universidades y la sociedad civil, un modelo que incorpora trabajo en equipo, colaboración e intercambio de ideas, buscando atraer talento e innovación a la ciudad". El modelo ha resultado exitoso en Barcelona, donde un distrito transformó un barrio industrial, captando casi 9 mil empresas y generando 50 mil plazas de trabajo.
Avanzando en el proyecto, ahora viene un parque tecnológico -ParcTec- con participación de empresas y universidades focalizadas en la investigación, para lo cual se reciclará el histórico edificio de Oxiquim.
¿Cómo continuará el desarrollo de esta iniciativa trascendental en medio de los complejos tiempos políticos que vive el país? Reitz no elude el tema y advierte que "la gente tiene incertidumbre hasta que no esté bien definida la estabilidad, la seguridad y la tranquilidad. Lamentablemente, se ha ido mucho capital".
El dirigente espera tanto del nuevo Presidente como de la Convención Constitucional "estabilidad, seguridad y reglas claras… tranquilidad y paz para poder trabajar". Mensajes claros, sensatos, que llegan desde El Salto y que exigen atención en medio del delirio electoral.