Aullido de cisne
Visión en el sinaí
El vagabundo-ojos de iguana / pasó por aquí
& su sudor lo huelen todavía los vientos
los dioses-sangre de camello que habitan e iluminan
el corazón de estas montañas
***
Las tribus de pastores de Bersheva
aún extrañan el canto lleno de ecos de sus botas
el fogonazo de su piel / tan parecida a 1 reata de muelle
con los mismos vaivenes de 1 salivazo de arak
***
A la hora de los dátiles
los crepúsculos lentos / los fervorosos sorbos al jocoque
Agua noble le dicen en su dialecto los beduinos
& dibujan: 1 árbol con ropas colgando
1 casa con alas en la arena
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El vagabundo-ojos de iguana / pasó por aquí
& parecía uno de esos rayos que escribían sin necesidad
de olivettis-letteras & sin lápices
palabras capaces de dar cuerda al músculo azul de los
patriarcas & sus pueblos
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El vagabundo de lengua extrañísima
el cantador de cucurrucucús & ayayays
-al que seguían como a mancha de petróleo
los paracaidistas los radares israelíes-
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El de las mejillas de cactus
el de los cigarros trepadores
el bebedor de escalofríos
el explorador de labios submarinos
el que se llevaba de Salaam Aleko
hasta con el seco vozarrón de las palmeras
***
El de la calaverita sonriente
grabada a punta de arañazos
en el hueso-vida perpetua de su mochila de viaje
***
Él / que besaba la rarísima llegada de las lluvias
& se abría como sólo la tierra pocas veces
& se abría / como si en ese momento todos
nos fuéramos a morir
Adolescencia bisiesta
Trabajaba entonces con cincel de kryptonita verde
/fino & dañino/
Como pocos dientes de coyote
Como pocas ¡pocas! bolsas marsupiales
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Acariciaba mi bragueta adelante & detrás de las ventanas
Novias chinas: golpe de suerte
& estribillos de esa índole
Escalinatas de Metro: mis sonrisas
Toboganes de espuma: mis miradas
Compases de 1000 puntas / cada paso
Martillos sin 1 clavo pero lluvias muy muy lluvias
mis bolsillos
Poesía crecía en belleza
***
Dormir era 1 despertar / en sus alvéolos
Manotearse el pelo: rehiletear 1 ojo
escupir caminos para los que chingan más que salvan
los zapatos
¡Dinero gratis! ¡autopistas gratis!
¡Aventones para Monte Albán!
***
Me enamoraba de llamas
Conversaba con ciempiés
Grababa en piel de yunque el chismorreo monosílabo
que trompetean los semáforos
***
La ciudad me era tan labio / tan capullo / tan pezón
Jugaba con la doña a la pared & los orines
Hemoglobina no bajaba de ocurrente
Respirar me era tan Mark Twain / tan William Burroughs
...Burra cargada de...
***
Botella con mecha interna & hacia afuera
El desierto ¡por fin! derrotado por la voz
Mi pata de mambo: puro calcio
poniéndole semillas a la tierra
cascabeles a los botes
-disecando las baterías del adefesio--
***
Electrificando el espacio de los bailes
única & solamente con giros populares
Muy muy muy acompañado recalentado invadido de mí.
Correspondencia infra
El mar toca nuestros cuerpos
para sentir su cuerpo
Lo mismo en Manzanillo pedregoso
que en Neviot / isla de corales del desierto
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Nosotros devolvemos su sonrisa de sal
dibujando nuestros nombres & apetencias
en el caparazón de los cangrejos
que parecen buscar viejas patas de palo devoradas
por la arena
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El mar se para de cabeza
& nos canta / en el idioma más desnudo & afín
a nuestro tacto
Port Vendrés Ville ruge como atún encolerizado
en nuestros ojos
Bernard prende 1 de sus aretes verde flúor en la cabellera
alfilereada de 1 erizo
***
Los demás pescadores del Saint Joan / Fetiche II
desde sus camarones se sinceran a su modo
con éste también su mar que los filma fijamente
Ahí donde ellos se aflojan su nervioso pantalón
& sus labios no dejan de ulular
cuando ven hasta las anginas del Peñón de Gibraltar
moviéndose como dados o peces plateados
en la sombra de sus vasos de ron.
Saltapatrás y salucita
En el baldío : corazón al cuerpo:
Bajo 1 higuera azulada de oros
2 teporochos se confiesan
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Lo que sólo es posible arrancándose los güevos & los ojos
El techo de sus cuitas & esperanzas
es 1 cielo-cabellera de mujer que se derrama
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No los vislumbró la Shake-esphere
Jamás topó a esos búhos el crepuscular Petronio
Cimbraban casi quizás la misma esquina
Sorbían jiba semejante del torrente
***
¿Se habrán hecho bizco & despreciado?
La fruta ya caída no se enrama de vuelta
al solo silbido sanguíneo del delirio
Esta llama de ahora
***
Este hueco en que caben la hamaca de la luna & la soledad
hecha pedazos
Vivirá trepado en su propio lomo para siempre
Hasta el día en que se acabe el murmullo de los grillos
& el filo de otro canto nos embriague & acompañe.
El Samurái DE LOS LIBROS
* Nacido en Mixcoac, Ciudad de México (1953), bajo el nombre José Alfredo Zendejas Pineda, adoptó el de Mario Santiago y fundó junto al chileno Roberto Bolaño el movimiento infrarrealista. Definido como un "poeta peruano nacido en México", puede hallársele bajo el nombre de Ulises Lima en la novela Los detectives salvajes del propio Bolaño. Murió atropellado en 1988.
Título: "Aullido de cisne" (1996).
Autor: Mario Santiago Papasquiaro.
Editorial: Al este del paraíso.