LA PELOTA NO SE MANCHA La riqueza de un sinónimo
POR WINSTON POR WINSTON
Hace una semana falleció Andrés Salcedo, reconocido locutor colombiano que se hizo famoso por sus ingeniosos apodos a los futbolistas alemanes que participan en la Bundesliga de los años 80: Karl-Heinz "Caperucita Roja" Rummenigge, Lothar "Mateito" Matthaeus, Pierre "Migajita" Littbarsky, Norbert "El Espía que vino del frío" Nachtwe fueron algunos de sus aciertos.
Pero en el ámbito nacional nuestros comentaristas no parecen quedarse atrás. No por nada Chile es país de poetas. Y nuestros dos nobeles vienen de la literatura. Es cosa de escuchar la profusión de sinónimos utilizados para las cosas más simples. Por ejemplo, lo que para la mayoría de los mortales es un árbitro y en sus orígenes era un referee, para un conocido relator es un silbante. El pasto es el engramado. La pelota es el esférico.
Asimismo, lo que para el hombre común y corriente es el marcador o resultado de un partido, en las transmisiones del fútbol es el "guarismo", un término bastante rebuscado, más aun pensando que la prestigiosa RAE define el término como: "Expresión de cantidad compuesta de dos o más cifras".
En esta misma línea, escuchamos constantemente que en vez de decir que un futbolista cierra un espacio para que no pase otro, el relator opta por decir "obtura", palabra que seguramente se la copió a algún fotógrafo en algún eterno viaje a El Salvador.
Uno de los lugares donde más "obturan" los jugadores es el área, bautizada por otro cronista como "La dictadura de los espacios". En ese lugar sagrado, los defensas suelen sacar la pelota con precisión o, mejor dicho, "quirúrgicamente" que es otro de los términos que se ha popularizado en este último tiempo. Lo mismo con el "pase filtrado", un pase preciso que pasa entremedio de la defensa, burlando las marcas y dejando en una posición de ventaja al delantero.
No cualquiera tiene la habilidad para dar un "pase filtrado", solo algunos virtuosos, aquellos que, como dicen los relatores, tienen "buen pie" y, en algunos casos, una "zurda educada". Es curioso, nunca he escuchado referirse a una "diestra educada", no sé si habrá algo político de por medio, pero debo reconocer que más de una noche he soñado con un zapato de fútbol izquierdo, con un libro y saludando con cortesía a todo el mundo. No tengo otra manera de imaginarme una "zurda educada". Otro término que se ha puesto de moda es el jugador "revulsivo", aquel que es distinto al resto y, como señala la RAE, genera cambios bruscos en el resto.
La larga lista de términos siúticos o rebuscados termina, vaya paradoja, con la expresión: "Donde nace la vida" para tener que evitar decir en pantalla que a un jugador le llegó un pelotazo en los testículos o, peor aún, que golpeó sus "cocos".
En fin, si hay algo que no le podemos reprochar a los relatores es falta de imaginación. Si Bob Dylan recibió el Nobel de Literatura, por qué no podrían recibirlos nuestros comentaristas algún día.