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PORTEÑOS PATIPERROS De Playa Ancha a Vancouver, sin escalas

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Estudió su enseñanza básica en el colegio La Salle de Valparaíso y, posteriormente, la enseñanza media en el colegio Santo Domingo de Guzmán, también del Puerto. Luego, entre 2003 y 2007, estudió Ingeniería Comercial en la Universidad de Valparaíso. Sin embargo, siempre Sebastián Mancilla (Instagram:@seba.mancilla0305) supo que debía perfeccionar el inglés, ya que ello le facilitaría el acceso a distintos trabajos y le abriría las "puertas del mundo".

"Trabajé en el Banco de Chile de Valparaíso y Viña del Mar como ejecutivo de cuentas. Pero, por mis ganas de mejorar mi inglés, el año 2010 partí a Vancouver, Canadá. Escogí esa ciudad porque, de acuerdo a lo que leía, siempre estaba dentro de las cinco ciudades con mejor calidad de vida del mundo de acuerdo al ranking de la revista The Economist.

Trabajo y estudio

A pesar de que se financió personalmente esta travesía, el año que estuvo en Norteamérica debió compatibilizar estudios y trabajo. "Estudiaba en las mañanas inglés en una escuela privada ubicada en el downtown y, por las tardes, trabajaba en un restaurante con temática de deportes. Luego, por ser el primer estudiante chileno en la escuela de idiomas, fui becado con el 50% del arancel. Así me pude mantener hasta 2011. Era agotador pero entretenido".

Volvió a Chile, donde trabajó en distintos lugares y comprobó nuevamente la importancia de seguir mejorando el "idioma universal". Así, a finales del 2015 retornó a la misma ciudad del oeste canadiense y de allí no se ha movido. Actualmente, se desempeña como director de marketing de Latinoamérica de CCEL (Canadian College of English Language), college privado con más de 30 años de experiencia en el perfeccionamiento de inglés para alumnos de diferentes partes del mundo. Por lo mismo, y porque debe captar estudiantes de distintas latitudes, le ha correspondido viajar a reuniones y ferias de turismo educativo a través de 14 países en Latinoamérica y Europa, con un énfasis en México, donde ha visitado 20 estados.

-¿Por qué te decidiste a estudiar inglés en Canadá?

-Por muchas razones. Canadá, por ejemplo, tiene una sociedad multicultural que está acostumbrada a escuchar y a enseñar a personas o a estudiantes que estén mejorando su nivel de inglés. Existe una paciencia para intentar entender un acento diferente y poder corregir si hay una palabra mal pronunciada. Además, Canadá históricamente ha sido un país proinmigración y posee ciudades muy cosmopolitas. Otro punto favorable es que el inglés canadiense es mucho más fácil de entender y pronunciar, lo que ayuda a obtener un inglés mucho más profesional o natural en un corto tiempo.

-En cuanto a los costos, ¿cuánto cuesta estudiar inglés en Vancouver o en Canadá en general, si se compara con otros destinos como Estados Unidos, Nueva Zelandia, Reino Unido o Australia?

-En general, es mucho más barato estudiar en Canadá, porque el dólar canadiense tiene un cambio mucho más favorable al peso chileno. Hoy, un dólar canadiense equivale a 630 pesos chilenos. Si lo llevamos a un caso concreto, por dos mil dólares canadienses, o sea, unos 1,3 millones de pesos, un estudiante puede ir por un mes a Canadá y pagarse sus estudios, estadía y alimentación (sin considerar pasaje aéreo). Sin embargo, lo óptimo, a mi juicio, es estudiar al menos seis meses de inglés, para obtener un nivel intermedio alto.

-¿Qué diferencia a Vancouver de otras ciudades de Canadá?

-En realidad, son muchas las diferencias, pero una de ellas muy importante es el clima. Es la ciudad canadiense con el mejor clima, sin ninguna duda, porque su invierno no es tan severo como en otras zonas de Canadá, lo que va íntimamente relacionado con el estado anímico de las personas, lo que permite que las personas que llegan de Latinoamérica se puedan aclimatar fácilmente. Es muy diferente estar en un invierno con cero grados a uno con -20°, como ocurre en Montreal, Toronto o Calgary.

Integración racial

-Otro aspecto que llama la atención es la integración de razas, un tema muy de moda en nuestro país.

-Eso es real. Allá se produce una convivencia de razas que resulta muy interesante. Al año 2016, de acuerdo a estadísticas, había casi 2,5 millones de personas en la zona metropolitana de Vancouver, y de acuerdo a los grupos raciales, en ese momento, casi un 50% era de origen europeo; un 23% del Este de Asia y un 12% del Sur de Asia, y en el caso de Latinoamérica, era de sólo un 1,4%. En definitiva, para alguien de Chile o de Latinoamérica que quiere conocer otras culturas, Vancouver es un lugar muy indicado también.

-¿Qué hay acerca del deporte y la vida al aire libre? ¿Cómo has vivido eso?

-Vancouver es una ciudad fascinante, ya que mezcla la modernidad de nuevos proyectos inmobiliarios con la naturaleza. Por ello, es muy normal que en un día una persona, tras el término de su jornada laboral, se desplace a una montaña a practicar ski o hacer snowboard usando el transporte público, algo que en Chile, a pesar de ser un país de montañas con distintos centros de ski de renombre internacional, sería imposible realizar. Durante abril o mayo, debido a las temperaturas y a que todavía la ciudad se mantiene con clima primaveral, uno puede estar por la mañana en la nieve y, por la tarde, disfrutando de las playas, haciendo bicicleta, jugando tenis o trotando. Esas son las ventajas que puede ofrecer Vancouver.

-¿Es una ciudad segura?

-Obviamente, el aspecto de la seguridad siempre pasa a ser clave, especialmente para personas que viajan solas a otro país, por motivo de estudios, turismo o trabajo. En términos generales, tanto Canadá en general, como Vancouver en particular, son zonas muy seguras, lo que permite, por ejemplo, que personas solas puedan realizar deportes o simplemente caminar sin ningún temor a ser asaltadas. Otro aspecto para considerar es que posee una adecuada distribución de los ingresos, donde el sueldo mínimo es de 15,10 dólares canadienses por hora ($9.513 por hora) y las personas no perciben menos de 1,5 millones de pesos mensuales (a 40 horas laborales semanales), lo que permite que no exista tanta necesidad de cometer delitos asociados a la falta de dinero. Adicionalmente, el sistema judicial trabaja con leyes que son bastante duras con quienes no cumplen el marco jurídico, lo que efectivamente desincentiva las acciones de quienes buscan "saltarse la ley". Ahora, como en todos lados y países, hay delitos, pero afortunadamente están bajo control o en zonas muy acotadas.