Asociación "Salvemos Las Torpederas" busca rescatar Playa Ancha
PATRIMONIO. Nacida en 2015, la entidad se plantea la misión de revitalizar el patrimonio cultural de la ciudad.
Fresia Ponce Escobar llegó a Playa Ancha en 2015, tras 45 años trabajando como profesora de educación general básica en su natal Puente Alto, desde los 19. "Yo no soy porteña, soy porteñista", dice Fresia, haciendo énfasis en la belleza del Puerto. Fue encargada de la Oficina del Adulto Mayor en la comuna de Puente Alto, consiguiendo 300 pases liberados para ellos en el año 96; y asesora de gabinete en la Gobernación Provincial de Cordillera (Pte. Alto, Pirque y San José de Maipo). Le encanta el trabajo comunitario, pero su pasión es la pedagogía.
Desde la votación de diciembre de 2020, Fresia Ponce es la presidenta de la Asociación "Salvemos Las Torpederas y el Patrimonio del Borde Costero de Playa Ancha", que, en siete años y con casi ochenta miembros -la mayoría de ellos jubilados-, se ha encargado de restaurar, rejuvenecer y rescatar espacios públicos dentro del cerro Playa Ancha, como son la Escala Altamirano Cementerio (renombrada Escalera Patrimonial) y el mural de María Martnet en la subida Leopoldo Carvallo, frente al estadio Elías Figueroa.
Pero la agrupación de vecinos y vecinas también desarrolla rutas de trabajo, caminatas, cuyo objetivo es mostrar el valor patrimonial desde el sector, en las que participan autoridades de las facultades académicas del territorio; actividades pedagógicas en las que se hace hincapié en el cuidado medioambiental a través del diálogo -como conversatorios académicos- y de acciones -limpiezas comunitarias-; y actividades culturales, donde participan bandas musicales, rodas de samba, muralistas y escritores, por nombrar algunos.
Eclosión comunitaria
"Nuestra génesis está en el año 2014. Fuimos parte de un trabajo de vinculación con el medio de la UPLA y nos transformamos como asociación en el año 2016", explica. El trabajo que realizaron entonces las 15 personas que se conocieron en la actividad universitaria fue el de limpiar los balnearios de forma colaborativa. El nombre que les identifica lo tomaron de la playa que intentaban rescatar de las inclemencias del mal tiempo (en agosto de 2016 Las Torpederas sufrió con las marejadas) y de la falta de respeto comunitaria (traducida en rayados y basura).
"Empezamos a crecer un poco más, y nos pusimos a armar las rutas patrimoniales. Sumamos a los estudiantes, a los alumnos de la Escuela Diego Portales, de la Escuela Pacífico, les íbamos contando todo lo que la ruta iba mostrando, los íconos de esa ruta, y al llegar a la playa conversábamos con ellos", relata Fresia. Ahí hicieron el primer mural que está bajo el restaurante de Las Torpederas, diseñado por la naciente asociación y las oleadas de alumnos; y pintado por el artista local Carlos Villamar. Hasta el día de hoy, el mural permanece impecable y sin rayados.
A partir de ese punto, la asociación empezó a conectar con instituciones como el Museo Marítimo, el Instituto de Geografía de la PUCV, la Liga Marítima, el Patrimonio Marítimo, por nombrar algunas. "Creemos mucho en la autogestión, o en la cogestión", declara Fresia. "No andamos golpeando puertas y pidiendo, partimos por nosotros. Cuánto podemos poner nosotros, cuánto podemos pedirles a los otros. Partimos de la convicción de que, sumando voluntades, inteligencias, sueños, creatividad, vamos a hacer de este Valparaíso un lugar más bello, más lindo y más digno".
Porfiada esperanza
Una de las luchas más encarnizadas que sostiene Fresia actualmente es con los rayados callejeros. El grafiti, icónica expresión plástica de la cultura del hip hop, aparece no bien terminan de restaurar un mural. "Se está desmanchando los grafitis y detrás de nosotros van haciendo los grafitis, pero nosotros no nos vamos a quedar, no vamos a bajar los brazos", espetó Fresia con determinación. "Estamos plantando árboles en una plaza, y se roban los árboles, no vamos a bajar los brazos; pusimos unas banquitas, se robaron una banca. No vamos a bajar los brazos", exclama.
"Si supiéramos que mañana se termina el mundo, hoy día plantaríamos un árbol. Ese es nuestro estilo de trabajo, porque si no, nos habríamos ido al otro día de terminar de limpiar la playa hace seis, o siete años, nos habríamos ido a la casa. Y no, aquí estamos, con porfiada esperanza, que esto va a resultar", declara la presidenta apasionadamente.
"Si supiéramos que mañana se termina el mundo, hoy día plantaríamos un árbol. Ese es nuestro estilo de trabajo"
Fresia Ponce Escobar, Presidenta Asociación, "Salvemos Las Torpederas"
80 voluntarios trabajan hoy en día en la asociación, la mayoría son jubilados, pero también hay jóvenes.