Nueva estrategia de seguridad pública
El tercer homicidio ocurrido en el sector de subida Cumming este verano muestra que las medidas adoptadas hasta ahora han sido ineficaces. En lo que parece un "giro de timón" de sus preocupaciones municipales, el alcalde Jorge Sharp pidió a la futura ministra del Interior, Izkia Siches, un cambio en la estrategia antidelincuencia que se usa en Valparaíso.
La madrugada del domingo recién pasado, un hombre de 30 años, de nacionalidad colombiana, fue asesinado por arma blanca en la subida Cumming de Valparaíso. Los vecinos del sector encontraron el cuerpo luego de escuchar una riña en las inmediaciones. Se trata del tercer homicidio ocurrido en la llamada "zona roja" porteña durante el verano, un ejemplo patente de cómo los problemas de seguridad que tiene la ciudad no han tenido una solución efectiva, pese al reclamo insistente de los residentes, quienes se han visto forzados a acudir a tribunales, para que la Corte de Apelaciones obligue a las autoridades la aplicación de las medidas y fiscalizaciones que por ley les corresponden.
El crimen ocurrió doce días después que el tribunal de alzada ordenara al municipio de Valparaíso, la Delegación Presidencial y a Carabineros coordinar todas las acciones necesarias para mejorar las condiciones de seguridad en el entorno de la plaza Aníbal Pinto, incluida la subida Cumming. La evidencia de que dichas acciones han sido ineficaces, además de los homicidios y desórdenes permanentes, está contenida en el testimonio de los dirigentes del comercio, quienes están cansados de que sus locales sufran por la acción permanente de personas que no respetan la infraestructura pública ni privada, y que sus trabajadores vivan bajo el amedrentamiento permanente de la delincuencia. La opinión de Raúl Rojas, presidente del gremio de los locatarios nocturnos de Valparaíso, es lapidaria: "Se aumentó la dotación policial los fines de semana, pero solo jueves y viernes, dejando el sábado, después de ciertas horas, totalmente desprotegido".
La necesidad de una nueva estrategia es evidente hace años en Valparaíso y existe una responsabilidad compartida entre las autoridades vinculadas al ámbito de la seguridad pública por no haber ejercido todas las medidas a su alcance para enfrentar algunos problemas graves en la ciudad, como la proliferación de las bandas criminales que manejan el comercio ambulante y tienen participación en otros delitos de mayor calado, como robos a tiendas establecidas. La llegada de nuevas autoridades plantea a la vez una oportunidad y un desafío. El alcalde Jorge Sharp dijo que habló con la futura ministra del Interior, Izkia Siches, para exponerle la necesidad de un drástico cambio en los planes antidelincuencia que existen en la Ciudad Puerto y agregó que esperaba tener un trabajo coordinado con la futura delegada presidencial, Sofía González, y las policías. Las expectativas de que nuevas ideas puedan mejorar el actual escenario están sembradas y en el proceso será clave que el alcalde Sharp sea capaz de socializar con los habitantes de la comuna cuál es, en detalle, la nueva fórmula que tiene en mente. Esta transparencia en la acción municipal es la única forma en que los ciudadanos podrán evaluar los cambios aplicados.