Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Servicios
  • Espectáculos

Las debilidades y desafíos del gobierno de Gabriel Boric a un mes de su instalación

POLÍTICA. Los analistas Axel Callís y Cristóbal Bellolio aseguran que priman errores que se deben a la inexperiencia, pero también a ministros que sobrevaloran sus propias capacidades; y hay que estar a la espera de la Convención.
E-mail Compartir

Sebastián Mejías O.

Aunque el primer mes de este nuevo gobierno de Gabriel Boric pasó rápido, llevando a la tentación de hacer valoraciones apresuradas o proyectar los próximos cuatros años en base a estas primeras semanas de la coalición Apruebo Dignidad en La Moneda, el sociólogo y analista político Axel Callís asegura que "nadie puede hacer una evaluación proyectiva con solo un mes y que, a lo más, se puede decir que hay rastros o rasgos de ciertas cosas".

Por ejemplo, que este gobierno ha mostrado algunas señales de tener una apertura muy sensible a la comunidad y que tanto el Presidente como los Ministros, hasta ahora, "han hablado bastante sobre la conexión con la ciudadanía, que fue el aprendizaje que dejó el segundo gobierno de Sebastián Piñera: la necesidad de estar conectados con la sociedad, porque eso te da la sensibilidad necesaria para poder gobernar".

Claro que Callís sabe que "esa sensibilidad no tiene nada que ver con la efectividad para gobernar y manejar la agenda, que ha sido el gran déficit que ha mostrado este gobierno". Hasta al momento, éste "no ha podido controlar o incidir en la agenda pública y política. Recién, con el proyecto alternativo al quinto retiro, el gobierno logró hacer que se converse de algo propuesto por él", reflexiona Callís. Todo lo anterior, a su juicio, "ha sido contragolpear o responder a acciones o autogoles propinados por sus propios ministros".

Es que algunos secretarios de Estado, especialmente los más jóvenes según apunta el analista, "sobrevaloraron sus propias capacidades y no entienden que presidir una organización no gubernamental o gremial es distinto a ser parte de un gobierno, con implicancias políticas y sociales". "Es decir, las palabras que uno pueda dar desde la libertad de las redes sociales, cuando uno está en un cargo de gobierno, son completamente distintas en términos de significación y de impacto", añade.

En cuanto a la sensación general, Callís proyecta que este primer año "va a ser muy difícil porque el gobierno no solamente compite consigo mismo, sino también con la Convención Constitucional, con la crisis económica y el orden público". O sea, a decir de este analista, "la única buena noticia que tiene el gobierno es que la oposición está completamente desarticulada".

Más difícil con guitarra

Algo parecido piensa el analista Cristóbal Bellolio, quien dice que "la derecha representada especialmente por el mundo empresarial está, por ahora, fuera de juego y con muchas dificultades para comprender lo que está ocurriendo, además de estar padeciendo a la Convención".

Con respecto al nuevo gobierno, Bellolio sostiene que no hay nada definitivo, pero tampoco nada sorprendente y que "era obvio que los desajustes ocurrirían. Sobre todo, porque este es un gobierno con un elenco joven e inexperto y porque ellos mismos, como oposición, elevaron el estándar". "Siempre es más difícil con guitarra", añade.

"El Frente Amplio- sigue Bellolio- construyó parte de su discurso, más allá de sus propias fortalezas programáticas y cualidades, desde un virtuosismo en el que, incluso, a Piñera le exigieron un estándar que hoy día ellos mismos están padeciendo".

En este sentido, Bellolio considera que "si bien el gobierno de Boric empalma mucho mejor con los chilenos en la dimensión cultural, desde el lenguaje inclusivo hasta la plurinacionalidad, no hay que olvidar que se gobierna desde una dimensión más real, pasando por el orden público, la economía o la migración". "Y siempre se supo que, con estos temas más materiales, el Frente Amplio iba a tenerla difícil, porque no son temas de su repertorio habitual", asegura.

"el poder es navegar"

Por otra parte, Axel Callís opina que "el poder es un aprendizaje y que no es algo que esté dado de una vez y para siempre, pues cada liderazgo y pacto se tiene que ir acostumbrando a ejercer el poder"; mientras que Bellolio plantea que "gobernar es navegar, independiente de los objetivos que se tengan".

Este último comenta que se podría afirmar que "gobernar es educar, competir o cuidar, como diría Boric", pero, por el contrario, "gobernar es ir sorteando las tempestades del día a día". "No esperemos que el gobierno de Boric esté compuesto por una suerte de elfos del bosque que tengan habilidades especiales para gobernar", recalca.

Para hablar de cambios y transformaciones, Bellolio insiste que habría que mirar primero a la Convención Constitucional, antes que al gobierno o a las capacidades que pueda tener la coalición. "Eso pasará mañana- anticipa- si es que la sala de máquinas termina creando dinámicas distintas; mientras que hoy día, el gobierno de Boric representa un nuevo ciclo desde la dimensión simbólica independiente de si maneja o no una nueva forma de gobernar".

Nueva cultura política

Consultado si, en general, estos nuevos liderazgos han sabido distinguirse de las culturas políticas dominantes en Chile, Axel Callís opina que "forman parte de una heterogeneidad importante y que un Tomás Vodanovic, como alcalde de Maipú, que está empezando a liderar una comuna gigantesca y llena de problemas, es distinto a un Jorge Sharp o a una Macarena Ripamonti, y que, en el fondo, todos ellos se distinguen de las culturas políticas que gobernaron por treinta años, que tenían a la gente cansada de ver las mismas caras y las mismas malas prácticas".

Se trata de saber distinguir, a su juicio, "entre una cultura que se perdió en cierta gobernabilidad inercial versus la torpeza de partir de cero y sin saber muchas cosas, pero donde se privilegian otros atributos como la transparencia o el hacer las cosas con un nivel de participación ciudadana mucho mayor".

Tanto en el gobierno como en los liderazgos locales, Callís insiste en que "la ciudadanía espera renovación y eso implica equivocarse un poco o, bien, tener otros atributos que son positivos y bien valorados".

"(La sensibilidad ciudadana) no tiene nada que ver con la efectividad para gobernar y manejar la agenda, que ha sido el gran déficit que ha mostrado este gobierno".

Axel Callís, Sociólogo y analista político

"El Frente Amplio construyó parte de su discurso (...) desde un virtuosismo en el que incluso a Piñera le exigieron un estándar que hoy día ellos mismos están padeciendo".

Cristóbal Bellolio, Analista

A los 90 años fallece la icónica política chilena Mireya Baltra

GENTE. Fue la primera Ministra del Trabajo de Chile y Latinoamérica.
E-mail Compartir

Mireya Baltra se inscribió en la historia de Chile y Latinoamérica al ser la primera mujer en hacerse cargo del Ministerio del Trabajo durante el gobierno de Salvador Allende. Algo que ayer el Presidente Gabriel Boric destacó en su cuenta de twitter, tras saberse del fallecimiento de la política comunista a los 90 años.

"Mi respeto y reconocimiento a Mireya Baltra, primera mujer Ministra del Trabajo en Latinoamérica, diputada y dirigenta social. Agradezco su valiente ejemplo, fuerza y lucha que seguirán siempre presentes. Mis condolencias y cariño para su familia, amigas y amigos", escribió el Mandatario.

También lo hicieron otros políticos y personalidades del país que expresaron su pesar por el fallecimiento de quien también se desempeñó como suplementera, siguiendo los pasos de sus padres e instalando su propio negocio en 1954, y reportera de la revista "Vea" (1948 -1950), y columnista de "El Siglo" (1950 al 1953).

Como dirigenta social, la socióloga realizó sus labores en el Sindicato de Suplementeros y en la Central Única de Trabajadores. En 1963 fue electa regidora de Santiago y seis años después ingresó al Congreso como diputada, cargo que ocupó hasta 1972 cuando fue nombrada Ministra.

Sus restos fueron trasladados hasta la sede capitalina del Congreso Nacional para su velatorio, al que asistieron familiares y dirigentes del partido.