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Sistema de salud universal, público e integrado: bemoles de la propuesta constitucional

El modelo ya se encuentra en el borrador del texto, mientras son revisados, entre otros, los incisos sobre seguros complementarios voluntarios y prohibición de que prestadores privados integrados operen con fines de lucro, que el pleno de la Convención rechazó en segundo informe.
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Desde que el martes 19 pasó al borrador de la propuesta de nueva Constitución el artículo que consagra el derecho a la salud, estableciendo que se fundará en un sistema "de carácter universal, público e integrado" financiado a través de las rentas generales de la nación, adicionalmente a lo cual "la ley podrá establecer el cobro obligatorio de cotizaciones" a trabajadores y empleadores "con el solo objeto de aportar solidariamente al financiamiento de este sistema", las reacciones y análisis no han dejado de surgir en foros, debates, medios y redes sociales.

En esa votación, el pleno de la Convención aprobó 7 de los 12 incisos del artículo 14 del segundo informe de la Comisión de Derechos Fundamentales. Entre los rechazados que volvieron a la comisión para ser modificados figuran el que establece que "podrán existir seguros privados voluntarios, los que en ningún caso podrán sustituir o duplicar el rol del Estado" y el que señala que los "prestadores privados integrados al Sistema Nacional de Salud no podrán perseguir fines de lucro".

La exministra de Salud del primer gobierno de Michelle Bachelet, y académica de la Universidad de Chile, doctora María Soledad Barría, declaró a La Tercera que "representa un tremendo avance respecto a lo que tenemos hoy" y que "la única manera de que este sistema estatal sea efectivamente bueno es que sea para todos, necesitamos un sistema universal de salud".

El exministro de Salud en los dos gobiernos de Sebastián Piñera, doctor Jaime Mañalich, sostuvo en ExAnte que la propuesta apunta a que "haya un solo ente público, fácilmente capturable, desde el punto vista político, que recaude todas las contribuciones de salud y los impuestos generales", a la vez que remarcó que en ese esquema "las isapres están destinadas a desaparecer" porque dejan de captar la cotización del 7% de cada afiliado" a cambio de la cual entregan un plan de salud.

Se trata de un tema de alto interés para la ciudadanía, que seguramente se empinará al primer plano del debate al avecinarse la hora de las grandes definiciones. Aquí lo examinan el presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, doctor Tomás Lagomarsino, independiente electo en cupo PR por el 7° Distrito, Valparaíso Costa; el abogado Andrés Celis (RN) junto a la exministra de Salud y diputada, doctora Helia Molina (PPD), ambos integrantes de la mencionada comisión legislativa, así como el presidente regional del Colegio Médico, doctor Ignacio de la Torre.

Sistemas en deuda

"Estoy plenamente de acuerdo con un sistema único, solidario, sin abusos y donde las cotizaciones más aportes del Estado y del empleador permitan un sistema de salud oportuno y de calidad", plantea Helia Molina, quien subraya que "el sistema privado siempre va a existir y quienes quieran atenderse de esa forma lo pueden hacer, y también tomar seguros complementarios. Las isapres como sistema privado captando cotizaciones, que son impuestos y generando contratos individuales no estarán, pero sí como aseguradores complementarios para quienes tengan alto poder adquisitivo".

"El Estado debe proveer el servicio, pero si alguien lo quiere hacer privado tendrá que hacer gastos de su bolsillo; en el caso de que lo haga con el seguro público, es gratis", agrega la exministra y señala que "países como Francia, España, Inglaterra, Finlandia, Canadá y otros, tienen un sistema como el que plantea la Convención".

Junto con calificar como "un fin positivo de ser perseguido" el de instaurar un sistema de salud que brinde cobertura universal oportuna y de calidad, Andrés Celis dice que si bien el sistema público ha tenido importantes avances "continúa permanentemente en deuda debido a la falta de recursos y otros detalles como su administración, lo que genera listas de espera interminables y la imposibilidad de cubrir fines como la prevención o especialidades muy demandadas", mientras el privado "muchas veces tiene una medicina de primer nivel, pero exige un esfuerzo económico gigante para las personas y familias que acceden a él", a la vez que "tiende a empujar hacia afuera a enfermos, mujeres o adultos mayores, que son quienes tienen más necesidades en salud", lo que no ha tenido una solución definitiva.

Para evaluar si un sistema como el aprobado por el pleno de la Convención se traducirá en una mejor y más rápida atención universal "hay que observar muy bien cómo será su proceso de implementación, el que debe ser gradual y responsable", observa. "Países como Alemania, Inglaterra o España tienen un sistema único o 'de primer piso' sobre el que se construyen beneficios adicionales a través de seguros privados, pero nosotros no podemos pretender llegar a lo que tienen esos países de la noche a la mañana, por lo que hay que considerar las regulaciones y adecuaciones necesarias a nuestra realidad para que esto llegue a buen puerto".

Reparar avión en vuelo

Para Tomás Lagomarsino se trata de "una buena propuesta que se juega en los artículos transitorios, en el plazo" para alcanzar su concreción, ya que "reformar y mejorar un sistema de salud es como reparar el motor de un avión en pleno vuelo: todos queremos que avance hacia uno que entregue mayor dignidad y que garantice el derecho a la salud; este es un proceso largo y que tiene que ser pausado producto de que en el camino el sistema tiene que seguir otorgando atenciones, operando, entregando medicamentos".

Ejemplifica con el caso de Corea del Sur, "que tenía un modelo de salud mediante multiseguros y avanzó a un sistema de seguro único de salud en un plazo de 15 años, tiempo que le permitió adaptar a los actores y la legislación para llegar a un sistema que funcionaba mucho mejor. De manera que yo creo que lo que plantea la Convención Constitucional es viable, pero va a depender mucho de cuánto tiempo tengamos legislativamente para implementarlo".

Ignacio de la Torre opina que el artículo despachado al borrador del texto constitucional se condice con "el anhelo y las propuestas que distintos sectores de la ciudadanía y referentes de salud del país e internacionales han propuesto como la gran reforma al sistema chileno" para poder dar cobertura a toda la ciudadanía con prestaciones oportunas y de calidad. Expresa que "universalizar la atención de salud generando un seguro de 'primer piso' que garantice un conjunto de atenciones mínimas es fundamental para poder dar cobertura a quien lo requiere y no dejar a nadie que no puede financiarla sin la debida atención".

Este objetivo, expone el presidente regional del Colmed, requiere un cuerpo legal que permita que las definiciones aprobadas se transformen en políticas públicas de salud "y eso es importante entenderlo porque guarda relación con las expectativas y con los plazos y tiempos que determinados cambios van a tardar en instalarse", ya que se necesitará "una modernización en la red de salud, en

Rosa Zamora Cabrera

rosa.zamora@mercurio valpo.cl

el sistema de salud propuesto por la Convención apunta a cobertura universal con prestaciones oportunas y de calidad.