Proyectos ferroviarios, interés y escepticismo
Posibilidades de la recuperación de un tren al valle de Aconcagua, de pasajeros y carga, entusiasma a los alcaldes de esa zona. Entretanto, ha ingresado al Sistema de Evaluación Ambiental la extensión o, mejor dicho, recuperación del servicio desde Limache a La Calera, 26 kilómetros, desaparecido en los años 80 del siglo pasado y que se había iniciado en 1863. La obra cuesta US$ 700 millones.
A la feria de los proyectos ferroviarios ingresa ahora la propuesta de recuperar el servicio de pasajeros hasta el valle de Aconcagua, terminando en Los Andes. Ya sabemos que el ministro de Obras Públicas ha dispuesto acelerar los estudios de un tren rápido entre Valparaíso y Santiago. Estudios sobre la materia abundan y son de larga data. También San Antonio tiene demandas ferroviarias de pasajeros.
Entretanto, ha ingresado al Sistema de Evaluación Ambiental la extensión o, mejor dicho, recuperación del servicio de pasajeros desde Limache a La Calera, recorrido de 26 kilómetros desaparecido en los años 80 del siglo pasado y que se había iniciado en 1863. Esta obra tiene un costo de US$ 700 millones, los trabajos se prolongarían por 36 meses y los trenes entre Puerto y La Calera circularían en 2028. El recorrido desde Valparaíso demoraría una hora y 23 minutos, gran ventaja sobre el viaje actual en bus que se prolonga por dos horas y 52 minutos.
Volviendo al servicio hasta el valle de Aconcagua que se pide restablecer, se trata de un recorrido que se inició en el siglo antepasado, como ramal de la vía entre Santiago y Valparaíso. Tenía importancia más allá de las ciudades que recorría, por su vinculación con el también desaparecido Ferrocarril Trasandino que partía desde Los Andes.
El sistema desde Valparaíso fue sucesivamente modernizado y tenía gran acogida, pero fue dramáticamente suspendido el 17 de febrero de 1986, a raíz de la tragedia de Queronque, cerca de Limache, en que murieron 58 personas. Uno de los trenes protagonista de la colisión circulaba hacia Los Andes. Los dos convoyes chocaron frontalmente debido a un atentado que había destruido parte de la doble vía que existía en el sector. Pero eso es historia, trágica historia.
Ahora, la idea de restablecer el viaje entre la costa y el pie de la cordillera revive con un convenio firmado entre el Gobierno Regional y la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE). El acuerdo suscrito en la histórica y abandonada estación de La Calera, desde donde partía la desaparecida Red Norte de Ferrocarriles, tiene como objeto realizar un estudio básico para establecer la potencialidad de la recuperación del servicio de pasajeros y carga. Para ello, el Gobierno Regional ha destinado $230 millones.
La propuesta ha sido acogida con gran interés por los alcaldes de las comunas que recorre el tramo ferroviario, pues favorecería la conectividad regional.
Conocidas son las ventajas del modo ferroviario que utiliza vías propias, descongestionando carreteras, y al ser eléctrico no contamina. Entusiasma el tren, además de tener contenido nostálgico, y por eso abundan los proyectos, pero es inevitable ante ellos cierto escepticismo a partir de la larga espera de algo que parece tan sencillo, como es la dilatada recuperación de la Estación Valencia de Quilpué.