Carlos Cabezas y La Banda del Dolor estrenan EP de cuatro canciones
MÚSICA. Los conceptos de lo íntimo y lo social marcaron las composiciones realizadas durante el confinamiento pandémico.
Amelia Carvallo
La primera canción del nuevo disco de reproducción extendida (EP) de Carlos Cabezas se llama "Antes del sol", y en ella el músico se arropa con el talento de Edita Rojas en batería, Mauricio Melo en guitarra, Paulo Murillo guitarra, Nicolás Quinteros en teclados y Gonzalo López en bajo, todos parte de La Banda del Dolor, la otra criatura musical del líder de Electrodomésticos.
El nuevo material de estudio se acompaña de otros singles: "Cegar la mañana", "Empapado en en calor" y "No estás", piezas líricas que trabajó en tiempo de pandemia y musicalmente se forjaron por un trabajo colaborativo con el quinteto de músicos que lo acompaña desde 2018, cuando en Concepción grabaron en vivo "El Resplandor", su primer disco solista. "Este EP es un ejercicio, una especie de taller para ver todo lo que puede abarcar la banda con seis personas. Hay tres músicos de excepción: Mauricio Melo que tiene todo un curriculum o prontuario con los Santos Dumont y Emociones Clandestinas; está Gonzalo López, de Los Bunkers; Pablo Murillo que es como un virtuoso de la guitarra que viene de Concepción, y en el lado santiaguino está Nicolás Quinteros que es de De Saloon, la Edita y yo", explicó Cabezas para quien la amplitud de visiones y sensibilidades se ha vuelto un espacio que le gusta.
-¿De qué tratan las letras?
-Hay de todo un poco. "No estás" apareció como un trabajo que iba a ilustrar la historia de una persona que pierde a su mujer en una enfermedad grave y la echa de menos, está en un bar en la noche y ve doble, extraña, evoca. El resto de las letras va entre lo íntimo y lo social, creo que la pandemia asentó esa conciencia más amplia.
-¿Qué presentaciones tienen en la agenda?
-A fines de septiembre con los Electrodomésticos estaremos en el Estadio Víctor Jara, en Santiago, celebrando los 90 años del cantautor. Y estamos trabajando en un evento grande para fin de año que hay que armar bien antes de contarlo.
Ante los vertiginosos tiempos que corren, el músico explicó que "normalmente el arte registra estos remezones existenciales cuando suceden. Por cierto que tienen una bajada concreta en la vida, siempre hay mucha gente pasándolo muy mal, pero en términos artísticos, de registro, son interesantes porque aparecen cosas distintas que seguramente uno se va a dar cuenta lo distinto que fue en varios años más".
-Son tiempos difíciles.
-Es interesante registrar lo que pasa en momentos así de álgidos, intensos, con una emocionalidad social muy intensa, muy visceral.
-¿Tienes una mirada cautelosa o abiertamente positiva?
-Muy positiva porque hay cambios de conciencia en todos los ciudadanos, en términos de tener las antenas mucho más paradas sobre lo que significa vivir en comunidad. El estallido (de 2019) despertó cierta sensibilidad, estábamos muy dormidos y en la pandemia muchas de las mismas cosas que el estallido intentaba poner en discusión las significó, las representó de una manera muy práctica, que nos necesitamos entre todos para tener buena calidad de vida. Han sido dos eventos telúricos para nuestro país en términos sociales, todo eso va a generar un cambio muy positivo, independiente que la estemos pasando mal ahora con las opiniones exacerbadas. Hay resentimientos que influyen, pero estas evoluciones como sociedad nunca son como académicas, tienen componentes viscerales y eso mete ruido.
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