Claudio Ramírez

El mercado inmobiliario regional sigue sufriendo las consecuencias de la inestabilidad económica. En tal escenario, una de las áreas que más cambios experimenta es el arriendo, donde la oferta de propiedades en el territorio mostró una caída de un 27%.

Así lo determinó un estudio realizado por el sitio especializado Yapo.cl, correspondiente al segundo trimestre de este año, que da cuenta que el stock de propiedades en venta también ha disminuido en un 1%, lo que plantea un escenario distinto al resto del país donde esta última cifra va en aumento.

En el desglose, la oferta de casas en arriendo disminuyó en un 8%, mientras que la de venta aumentó en un 11%. Por otro lado, en el caso de los departamentos en arriendo la oferta disponible retrocedió en un 35%, mientras que la oferta de los mismos, pero para venta cayó en un 16%.

"Hoy en el mercado de casas se observa una tendencia similar a lo que ocurre a nivel nacional, mientras que en el caso de los departamentos en venta en la región evidenciamos un quiebre en la tendencia a nivel nacional, pues existe un stock menor que hace un año atrás", comentó la gerente comercial de la entidad, Claudia Castro.

Al respecto, una de las razones principales apunta al ámbito de los estudiantes. "Hay stock de propiedades disponibles, pero la tendencia es a la baja comparando el segundo trimestre de 2022 respecto al mismo periodo del año anterior. Esto se debe a que los estudiantes universitarios han comenzado a retomar las clases presenciales de forma paulatina y el resto de las personas está pudiendo viajar sin problemas a la región, lo que no ocurría con tanta facilidad durante 2021", precisó.

Precios al alza

En cuanto a los valores de los arriendos hay variaciones. En el caso de los departamentos, el alza en el precio promedio mensual llega al 14%, pasando de una cantidad de $ 350.000 a $ 400.000 al comparar el mismo periodo.

En lo que respecta a casas, el valor promedio registró un incremento del 20%, pues de una cifra de $ 300.000 avanzó a $ 360.000. Esto obedece, explica la ejecutiva, "a consecuencia de la migración a la región debido a la mejor calidad de vida que brinda estar cerca del mar y la poca distancia de la capital, sumado a la flexibilidad laboral luego de la pandemia, donde muchas empresas han optado por la modalidad de teletrabajo".

En relación a las proyecciones de cara a los meses que vienen, se prevé que la tendencia al arriendo se mantendrá, pues aunque hay menores restricciones crediticias en comparación hace algunos meses, la situación económica no es comparable por la baja del poder adquisitivo.

"Vemos que los bancos están flexibilizando un poco sus exigencias de crédito y, de a poco, más personas podrán tener nuevamente la opción de comprar. Sin embargo, este proceso será lento, el mercado no alcanzará a recuperarse a cifras previas a la inflación durante 2022, ya que lo que queda de este año aún se prevé inestable en materia económica", advirtió la ejecutiva.

"Hay stock de propiedades disponibles, pero la tendencia que se manifiesta es a la baja".

Claudia Castro, Gerente comercial Yapo.cl

Con el propósito de asegurar el correcto cumplimiento tributario de los grupos empresariales mediante acciones que permitan detectar oportunamente operaciones relevantes, el SII está aplicando una mirada integral a las operaciones que realizan.

De acuerdo a datos del organismo, en Chile se han identificado 3.297 grupos empresariales que agrupan a 18.420 empresas individuales, y que registran ventas por 531 billones de pesos, representando un 75% de las ventas a nivel país. Estos grupos explican además el 65,6% de la recaudación total, según tipo de impuesto. En lo particular, el 5% de este universo corresponde a la Región de Valparaíso.

Del total de los grupos empresariales que operan en el país, 160 son monitoreados y controlados por la Dirección de Grandes Contribuyentes del SII, mientras el resto se distribuyen en las distintas direcciones regionales y de ahí la relevancia de trabajar con un foco más local esta temática.

En este marco, estos planes regionales buscan asegurar que estos grupos paguen los impuestos que les corresponden, mediante un trabajo transparente que permita detectar oportunamente operaciones relevantes.

Por ejemplo, en cada región se aplicarán acciones que partirán con un foco preventivo impulsando medidas como la firma de acuerdos de colaboración tributaria con los grupos analizados. Con esto se busca hacer aún más eficiente el trabajo de fiscalización.