¡Viva Chile!, la consigna que se debe mantener
Cuatro días festivos son una necesaria pausa en medio de prolongadas tensiones en salud, política, economía y seguridad de personas y bienes. Llegamos así a esta esperada jornada de descanso, donde es fundamental hacer de ella un medio, un instrumento, que contribuya a una sanación individual y colectiva de nuestra salud física y mental y, en general, del ánimo nacional.
Las Fiestas Patrias, con cuatro días feriados, deben ser una pausa, un tiempo de alivio en medio de tantas tensiones que se han vivido en los últimos meses, especialmente en el campo político con la incertidumbre propia de toda votación.
Pero esta pausa solo logrará ser un tiempo de alivio si la población cuenta, a lo largo de todo el país y en las celebraciones mismas, con un marco de seguridad. Seguridad en materia de tránsito, intenso en estos días; seguridad ante el siempre amenazante tema de la pandemia, respetando las normas sanitarias; y, también, seguridad personal y de los bienes ante la creciente acometida de la delincuencia, en todas sus formas, que nada respeta. Son aspectos básicos que exige una comunidad estresada también por la situación económica presionada por una inflación que afecta directamente a las personas, especialmente a aquellas de menores ingresos, que incluso están viendo amenazadas sus fuentes de trabajo.
Llegamos así a esta pausa necesaria y es fundamental hacer de ella un medio, un instrumento, que contribuya a una sanación individual y colectiva de nuestra salud física y mental y, en general, del ánimo nacional en que debe primar la alegría propia del cumpleaños de la Patria.
En lo concreto, hay expectativas y preparativos especialmente en el sector turismo, esa industria sin chimeneas largamente castigada y que mucho significa para la economía regional. La hotelería espera una ocupación del 70%, lo cual se debe comenzar a advertir hoy jueves. Pero también hay muchos sectores del comercio y los servicios, de la costa y del interior, que se verán beneficiados con el movimiento de público, en especial la gastronomía.
La alegría que debe reinar en estos días tiene como puntos tradicionales de encuentro las fondas y ramadas, donde hasta revive el a veces olvidado baile nacional, esa cueca que pocos dominan, pese a loables intentos de difusión y aprendizaje.
Esta necesaria pausa debe manifestarse también en el escenario político, donde las tensiones y diferencias tienen también que ceder, considerando los deseos colectivos de abordar con serenidad el tema constitucional. No deben olvidar los actores políticos que el claro y contundente resultado del plebiscito de salida, con una participación histórica, fue una expresión del sentido común nacional ante una propuesta que dividía y demolía la hermosa idea de la "casa de todos".
Tras el extenso periodo de Fiestas Patrias habrá que seguir trabajando en los pasos para avanzar hacia una nueva Carta, tarea en que los responsables, de todos los sectores, no pueden pasar por alto la voluntad nacional expresada en la jornada del 4 de septiembre, dando a ese resultado una correcta lectura, labor en la cual, como homenaje a la Patria, a su historia, a su gente, la consigna dominante que se debe mantener es: ¡Viva Chile!