Claudio Ramírez

Una compleja situación económica es la que atraviesan las pymes que desde la pandemia acarrean problemas de financiamiento, los que se han agudizado este año debido al comienzo de los cobros de los instrumentos que se dispusieron para ir en su ayuda.

"Es bien preocupante la situación que enfrenta todo el sector. Ahora, obviamente que haber enfrentado la pandemia sin estos beneficios habría sido mucho más complejo, pero hoy tienen una mochila de la cual hay que hacerse cargo", comentó el presidente de la Asociación de Empresas de Servicios Financieros (EFA), Ricardo Schliebener.

La entidad agrupa a 21 empresas de servicios financieros no bancarios cuyo público objetivo son mipymes y pymes. En particular hoy atienden a más de 49.000, con negocios anuales por US$ 4.500 millones, a través de poco más de 85.000 operaciones al año.

"La diferencia como empresas de financiamiento no bancarias es que tenemos mucho más cercanía con los clientes. Y tenemos mucha sensibilidad respecto a lo que le va pasando a la empresa en el día a día", subrayó el líder gremial, quien detalla que el escenario se hace difícil para el sector.

"Son momentos complejos porque todas las empresas están afectadas por lo que está atravesando el país y el mundo en términos económicos. Con una escalada de inflación que nos tienen con cifras que no veíamos hace 30 años de dos dígitos. Eso impacta en el bolsillo de nuestros consumidores e impacta en el bolsillo de nuestros clientes, y los afecta mucho en los precios de compra, los productos se hacen mucho más caros y traspasar precios a los consumidores finales no es fácil".

En el caso de la región, y de acuerdo a las cifras entregadas por la entidad, ha habido un aumento en los flujos de colocación registrándose un crecimiento del 47% este año en relación al anterior, y de un 98% en relación al periodo de prepandemia.

En cuanto a la situación de la zona, los sectores económicos que más se han visto afectados -según el titular de EFA- son la construcción, los servicios ligados al comercio exterior y también la agricultura.

"La industria inmobiliaria es muy grande en la región y para nadie es un secreto todos los problemas que tiene el sector en la venta por el alza de las tasas, lo que termina afectando a los prestadores de servicios que se ven enfrentados a una industria que está compleja y que es una de las que presenta mayor cantidad de reorganizaciones y quiebras. En Valparaíso es muy potente ese efecto que se produce", detalló.

"En la zona además hay muchas empresas relacionadas a los servicios portuarios y hay efectos que tienen que ver con los precios de los insumos, la bencina y la mano de obra (...). El agro también, porque si tuviste una mala temporada y no te llegaron los retornos que esperabas, quedaste en una muy mala posición. La gente del mundo agrícola sabe que esto funciona así, con buenas y malas temporadas. Pero cuando te toca una mala en medio de una situación económica país como la que estamos viviendo, se hace mucho más complicado", agregó.

En cuando al grado de cumplimiento de las pymes indicó que ha habido un buen comportamiento en la morosidad de los clientes, pero que se comenzó a ver un deterioro a partir de este año. "En el 2022 ha habido un poquito de deterioro, porque hay un grupo que está súper golpeado como la industria de la construcción, la inmobiliaria. Hay sectores que lo han pasado mal con las alzas del transporte naviero como son las empresas exportadoras, las del agro, los retornos en algunos casos han sido muy castigados. Y por ahí se han producido algunos deterioros en los plazos de pago", dijo el timonel, señalando que las pymes necesitan apoyo con urgencia. "No ha y que olvidarse del día a día, es clave. Las pymes no pueden esperar, necesitan acciones concretas", finalizó.

"Son momentos complejos, porque las empresas están afectadas por lo que está atravesando el país y el mundo en términos económicos".

Ricardo Schliebener

Presidente de EFA

Las condiciones de escasez hídrica que afectan a la Región de Valparaíso terminaron por agotar la fuente de agua de los agricultores de Quebrada Alvarado, Olmué, lo que obligó a sus agricultores que dejasen de sembrar.

En este contexto, el Comité Vecinal Pozo El Aromo siguió trabajando por recuperar el recurso hídrico para sus cultivos. Esto le permitió acceder a un proyecto de riego de Indap que consideró un estudio hidrogeológico para asegurar que el punto de captación de un nuevo pozo fuera estable y permanente, y además consideró la construcción de un acumulador de 340 metros cúbicos.

El objetivo fue mejorar la seguridad de riego de los pequeños productores agrícolas, mediante el mejoramiento de la disponibilidad y seguridad del recurso hídrico, así como la eficiencia en los sistemas de distribución.

"Afortunadamente gracias al proyecto de Indap y el aporte de la municipalidad, se logró tener seguridad de agua y vamos a poder seguir sembrando y plantando con la construcción de este pozo profundo y un acumulador. Es un proyecto muy importante para nosotros y nos da una gran tranquilidad", comentó el agricultor Marcos Alvarado.

El alcalde de Olmué Jorge Jil, en tanto, sostuvo que "estamos muy contentos por los socios del comité, por los regantes y que los recursos se pongan a disposición de la pequeña agricultura para mejorar el rendimiento del pozo que tenían. Este fue un trabajo que se financió a través de INDAP y la municipalidad y la idea es seguir trabajando en coordinación para que se sigan generando nuevos proyectos en la comuna".

El proyecto, que beneficia a 30 agricultores y 18 hectáreas de predios agrícolas, demandó una inversión total de $50.192.98, de los cuales más de 45 millones fueron aportados por Indap, el municipio cerca de 5 y el resto por los regantes.