Tras un rumbo en Cerro Castillo
La lentitud regional y nacional en la instalación del Gobierno debe ser uno de los temas en el encuentro del oficialismo el próximo domingo. Otro punto clave que presenta abandono es el Servicio de la Vivienda y Urbanismo (Serviu), que está sin titular y ello en medio de la contingencia habitacional y la arremetida de las tomas, donde el Estado de derecho es el gran ausente.
Tras ocho meses de la llegada de Gabriel Boric a La Moneda, el Gobierno no logra consolidar su instalación en el nivel central ni tampoco en el regional. Así se advierte en Valparaíso, donde varios consejeros regionales, en declaraciones a este Diario, alertan sobre la lentitud en una efectiva radicación de nuevas autoridades en puntos clave de la administración pública.
La indecisión oficial se advierte en el caso de las seremías, donde ya han dejado sus funciones tres titulares. En el área de Salud se echan de menos designaciones en los tres servicios regionales pese a la crisis que se advierte en varios hospitales, particularmente grave en el Van Buren de Valparaíso. Otro punto clave que presenta abandono es el Servicio de la Vivienda y Urbanismo (Serviu), que está sin titular y ello en medio de la crisis habitacional y la arremetida de las tomas, donde el Estado de derecho es el gran ausente.
Para el core Iván Reyes (RN), la lentitud, la vacilación en los nombramientos dificulta el trabajo del Consejo Regional al no contar con interlocutores válidos para dar continuidad, en forma conjunta, a los procesos de la administración. Manuel Millones, jefe de la bancada UDI-republicanos del Consejo, afirma que "se requiere -en las seremías- tener un gabinete técnico político de alto nivel y con gran capacidad de armar equipos". Para el core Manuel Murillo, jefe del grupo PPD-DC, Boric "no podrá cumplir lo prometido en la medida en que sigan existiendo dos grupos (Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático) que se dicen estamos unidos, pero en la realidad no es así… la agenda solo se ha transformado en la continuidad de Piñera". Comprensiva, la consejera regional Tania Valenzuela (FA) afirma que "el recambio de seremis es un ejercicio natural en todos los gobiernos, pensando en buscar los nombres más idóneos".
La verdad es que si en La Moneda se han producido "cambios exprés", no es raro que el ejercicio se traslade a regiones, pero la cuestión reside en que la lentitud en definir nombre "idóneos" frena la marcha de toda la administración e impide el desarrollo de políticas e iniciativas que acometan los problemas de estos tiempos complejos.
También en medio de esta situación es válida la inquietud expresa por Murillo sobre la dualidad existente entre un gobernador elegido y una delegada presidencial nominada por el Ejecutivo. "¿Quién manda? ¿Quién decide?" se pregunta. Es evidente que, en el freno en las designaciones, en algunas ya existen ternas, pesan las "dos almas" que pululan por La Moneda, grupos con sus múltiples derivados que presionan por asientos ese gigantesco comedor que es la administración pública.
Y justamente tras un rumbo que le permita una efectiva puesta en marcha e instalación, se reúne este domingo, en Cerro Castillo de Viña del Mar, el decaído oficialismo que aún no se repone del shock del 4 de septiembre.